Con ausencias de Juntos por el Cambio, la Legislatura repudió el atentado a Cristina Kirchner
La declaración fue unánime, aunque con cuatro diputados ausentes. El gobernador Omar Gutiérrez presenció la sesión.
Los diputados de Neuquén declararon hoy de forma unánime «su más enérgico repudio al atentado sufrido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner» en una sesión especial que fue presenciada por el gobernador de la provincia, Omar Gutiérrez. Hubo llamados de atención por los discursos de odio promovidos desde la política y los medios de comunicación, pedidos de «autocrítica» para la propia dirigencia y un acuerdo general respecto de la gravedad institucional del hecho. Juntos por el Cambio fue el bloque con más ausencias, pese a que quienes participaron apoyaron la sanción sin miramientos.
La declaración 3370 se aprobó con 31 votos, la totalidad de los presentes. No estuvieron los legisladores Carina Riccomini (Juntos), Carlos Sánchez (Unión Popular-Frente Renovador), Luis Aquin (Juntos por el Cambio) ni Leticia Esteves (Juntos por el Cambio), quien posteó anoche en sus redes sociales «no les creo nada». Sobre los últimos dos, se justificó desde su bancada que se encontraban fuera de la ciudad.
El texto consensuado, además del repudio, manifesta «solidaridad con la vicepresidenta y su familia y la necesidad del esclarecimiento del hecho por parte del Poder Judicial». El Tribunal Superior de Justicia pidió adherir a la sanción.
En el recinto estuvo sentado el gobernador junto al intendente de Neuquén, Mariano Gaido, además de cuatro integrantes del gabinete y el diputado nacional radical, Pablo Cervi.
La presidenta de la bancada del Frente de Todos, Ayelén Gutiérrez, se refirió al hecho como de «una gravedad institucional que no hemos visto desde hace muchísimos años en la historia de nuestro país» y evaluó que no fue un atentado solo contra la vicepresidenta, sino «a la democracia, las clases populares, un atentado a nuestras ideas».
«Es urgente e imperioso que todos y todas nos pongamos a la altura de las circunstancias. Nunca podemos convalidar ni naturalizar la violencia como una respuesta contra cualquier diferencia y no podemos seguir convalidando discursos de odio. Este ha sido un punto de inflexión», planteó.
Desde el kirchnerismo, también Lorena Parrilli analizó que lo que sucedió ayer «no fue producto de la casualidad», sino de informaciones «falsas» y «estigmatizaciones» que se reproducen en los medios de comunicación y «van calando muy hondo en el inconsciente y el consciente de los argentinos».
Soledad Martínez del mismo bloque también fue enfática en resaltar que el atentado no se produzco por «generación espontánea» sino que «hubo una evolución que fue la consecuencia de cerca de 20 años de violencia simbólica y verbal en contra de un proyecto político y de un par de sus referentes».
«Esta situación es hija de muchas otras situaciones, de frases que repiten algunos medios de comunicación como la grasa militante, el curro de los derechos humanos, la bolsas mortuarias en la Casa Rosada, los teléfonos de funcionarios publicados para escraches», advirtió.
Por el bloque también se manifestaron Soledad Salaburu, Sergio Fernández Novoa, Darío Peralta.
La postura de MPN y sus aliados
El presidente del bloque de oficialista, Maximiliano Caparroz, planteó su «absoluto repudio al atentado» y considero que no fue solamente contra una persona «sino contra una institución del país».
«Cuando hay un ataque a una institución como es el Congreso, lo que hay que hacer es dar más institucionalidad», afirmó.
El diputado Mariano Mansilla (Frente de Todos, pero aliado al oficialismo) trajo a la sesión una frase que adjudicó a Sarmiento, «las ideas no se matan», y aseguró que «trascienden a los hombres y mujeres y esa tiene que ser nuestra principal defensa».
«Comencemos por autocriticarnos, transformemos esta discusión también en una discusión de dirigentes políticos para decirle a la gente que vale la pena militar y que la política sigue siendo el único medio para resolver los problemas de la gente», sostuvo.
Fernando Gallia del Frente Nuevo Neuquén opinó que «no hay margen para especular ni para sacar ventajas políticas, y mucho menos para dudar de este hecho tan lamentable que nos tocó vivir como país y, fundamentalmente, en lo personal a la vicepresidenta».
Por su parte, Andrés Peressini (Siempre) evaluó que el hecho de ayer atentó contra la investidura de la vicepresidenta «y las instituciones democráticas». «Es el hecho más crítico desde el retorno de la democracia», afirmó.
Juntos por el Cambio y el FIT también repudiaron
César Gass fue el único integrante del bloque de Juntos por el Cambio que habló en la sesión. «Si podemos decir que estamos en una democracia que es la más larga de la historia argentina, no podemos dejar que se vulnere ni se debilite», planteó. «Y es la acción formidable de la fuerza de un pueblo, de instituciones, que tienen que consolidarla», dijo el radical.
Pidió un «cambio cultural» para retomar el diálogo con divergencia de ideas y reclamó: «nuestro trabajo, nuestro fervor es alejar los fundamentalismos, los extremos, y entonces la Argentina se encaminará por una senda de paz».
Karina Montecinos, quien permanece en el bloque unipersonal de la CC-ARI, evaluó que era algo que «se sabía que iba a pasar» y llamó a «bajar las palabras de agresividad». «Tenemos una responsabilidad, como dirigentes frente a personas que nos apoyan y confían en nuestra mirada, de ser quienes les digamos que el camino es el diálogo, es la paz, la discusión sensata», advirtió.
Desde el FIT, si bien no habían participado de la reunión de esta mañana para definir la sesión, acompañaron la declaración de repudio. Andrés Blanco (PTS-FIT) lo calificó como un «atentado fascistoide contra la vicepresidenta» y también insistió con «cómo se viene construyendo un discurso reaccionario», también contra las organizaciones sociales y las comunidades mapuche.
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