Cambios en el gabinete de Weretilneck: ¿La hora de un ministro?
La salida de Carrizo de la fuerza se explica en su conflicto con el ministro Jara. Ese corrimiento parece adelantar otros movimientos que se preveían para febrero o marzo.
La ahora exjefa policial, Maricarmen Carrizo, en el último acto de egreso de agentes en Viedma, con Weretilneck y el ministro Jara, a fines de noviembre de 2024. Foto: Marcelo Ochoa
El gobernador Alberto Weretilneck arrancó el 2025 con cambios en el equipo de gobierno, iniciando con el reemplazo de la jefa de la Policía, Mary Carmen Carrizo y, anoche, se especulaba con la renuncia del ministro de Modernización, Federico Lutz.
“Habrá más cambios en el transcurso del mes”, declaró al mediodía en Viedma, en contacto con Diario RÍO NEGRO después de participar del lanzamiento de la Regata del río Negro.
Esa afirmación reabrió viejas y actuales especulaciones de modificaciones, entre ellas, la de Lutz que venía planteando su descontento y, según se supo, se habría acordado la salida en una reunión entre ambos realizada en la tarde de ayer.
Este nuevo reacomodamiento se preveía para febrero o marzo, pero posiblemente, el desenlace de la Jefatura derivó en su adelantamiento. Por eso, las fuentes oficiales admitían otras dimisiones en las segundas o terceras líneas, aunque existían algunos audaces que se arriesgaban a retoques en cargos de Gabinete.
“El cambio de la Jefa ya no podía esperar”, confesó un miembro del primer anillo gubernamental. A la mañana, el mandatario comunicó que “Carrizo culminó su gestión” y, sin más precisiones, destacó su “responsabilidad, honestidad y el profesionalismo”.
Después, en el diálogo con Diario RÍO NEGRO, Weretilneck negó “cualquier desencadenante” y habló de “ciclo cumplido”. Desestimó que la decisión se vinculara con el caso de los policías de Cinco Saltos que secuestraron y agredieron a la expareja de uno de ellos.
El conflicto entre la jefa policial y el ministro de Seguridad
La inestabilidad de Carrizo tiene un historial de meses, con su origen en la disputa con el ministro de Seguridad, Daniel Jara.
El profundo quiebre en esa relación fue sorprendente por la previa relación entre ambos, que colaboró en la promoción de la oficial a la Jefatura, más allá de su experiencia en la fuerza y en su capacitación académica.
Pero, ese transitar conjunto entre el ministro y la Jefa tuvo enseguida diferencias cuando ella demostró autonomía en sus decisiones. Poco a poco, el conflicto escaló y, a mediados del año pasado, un suceso determinó que la situación ya era irreversible. Fue cuando Jara expulsó del gabinete de Seguridad al esposo de Carrizo, quien era secretario de Narcocriminalidad, José Benjamín Russ. Además, la exclusión -según cuentan- no fue nada afable, siempre enmarcada en la relación personal que unía a ambas familias.
En la última parte del 2024, Jara insistió con el recambio en la Jefatura, valentonado con un sondeo de imagen de la gestión provincial que solo ubicaba a Seguridad con buena valoración. Todavía, el gobernador resistía y no creía aún conveniente zanjar esa porfía en favor del ministro. Así, todos compartieron -forzosamente- los actos de egresados y del Día de la Policía. En algún momento, el mandatario confió en que conseguiría un equilibrio de convivencia y sostener la operatividad.
Finalmente, advirtió que el estado de las cosas no daba para más y convivir con ese conflicto afectaría la gestión de Seguridad. Aparentemente, esta alteración aceleró otras modificaciones.
Federico Lutz habría hablado de su renuncia con Weretilneck
El tiempo de Lutz parece estar cumplido. Llegó al Gabinete para la modernización y la transformación del Estado, que desde la campaña es una reiterada promesa de Weretilneck. No se lograron resultados concretos aunque se cruzan las responsabilidades. El barilochense siempre aludió a la carencia de recursos para la ejecución de sus planes, mientras que sus detractores cuestionan que sus objetivos eran desmesurados para la época y, en principio, las concreciones debían ajustarse a la realidad.
En septiembre, el ministro tuvo un recorte en su poder cuando se desdobló la supercartera de Gobierno y lo suyo se redujo a un área de Modernización. Dudó en seguir, pero, después aceptó. Luego, detectaría más la adversidad frente a los obstáculos en el armado del nuevo ministerio.
Tampoco modificó su estrategia con su megaproyecto mientras se consolidaban internamente críticas por la falta de reformas posibles y rápidas. Entendió claramente que ya no tenía lugar y, menos poder, en el gobierno provincial. Y, según se conoció, el tema y su renuncia lo habló ayer con Weretilneck.
El gobernador Alberto Weretilneck arrancó el 2025 con cambios en el equipo de gobierno, iniciando con el reemplazo de la jefa de la Policía, Mary Carmen Carrizo y, anoche, se especulaba con la renuncia del ministro de Modernización, Federico Lutz.
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