Buscan sumar gendarmes y soldados a la policía de Neuquén: «ficha limpia» y el impacto en la caja de ISSN
Los interesados no podrán superar los 40 años de edad. El "regreso de los retirados", la iniciativa que impulsó el gobierno de Rolando Figueroa, tuvo una discreta convocatoria.
El proyecto de ley que pretende sumar gendarmes, militares y federales a la policía de Neuquén fue ampliamente respaldado ayer en la comisión de Trabajo de la Legislatura. Salvo representantes de los bloques de izquierda, el resto de los diputados y diputadas se mostraron a favor. Dos puntos fueron los que generaron discusión: la exigencia de una «ficha limpia» y el impacto que significará para la caja jubilatoria de ISSN.
La propuesta modifica la ley 715 y establece que podrá ingresar a la policía provincial personal que acredite experiencia anterior en otras fuerzas de seguridad o armadas, con estado policial o militar, pudiendo solicitar la baja una vez que se lo declare apto para su ingreso. Los interesados no pueden tener más de 40 años.
El autor de la iniciativa es el diputado del MPN, Claudio Domínguez. Sostuvo que la población de Neuquén ha crecido pero el número de policías no ha variado: se mantiene entre 7.000 y 8.000 agentes. Aseguró que se necesitan entre 3.000 a 4.000 más.
El proyecto también autoriza a realizar convenios con otras fuerzas, a los fines de dar instrucción a los aspirantes a ingresar a la policía de Neuquén, como parte de la capacitación necesaria.
El legislador dijo que hay soldados voluntarios que dejan el Ejército a los 28 años y que estarían en condiciones de entrar, previo a un entrenamiento que fijaría la policía provincial, un «filtro».
«Interesante el proyecto, Domínguez», planteó la libertaria Brenda Buchiniz. Recordó la ley aprobada a principio de año que alentaba el regreso de los retirados a la fuerza, promovida por el propio gobernador Rolando Figueroa.
Preguntó cuántos efectivos se inscribieron, a lo que Domínguez contestó entre 100 y 110 agentes. De ese número hay que ver cuántos realmente cumplían con los requisitos e ingresaron.
Buchiniz solicitó que además de no tener antecedentes penales los ingresantes no computen sanciones disciplinarias en su fuerza de origen. Pidió un «legajo intachable».
El jefe del bloque Comunidad y policía retirado, Ernesto Novoa, afirmó que habría que consultarle tanto al ministerio de Seguridad como a la jefatura. En cuanto a la «ficha limpia» explicó que en general en las fuerzas de seguridad o militares hay faltas leves, graves y gravísimas, y que es muy poco común que un integrante no tenga ninguna. Solamente puede exhibir un legajo así, subrayó, alguien que «estuvo en un escritorio» o «no tuvo el valor, la hidalguía de enfrentarse a una situación que pudo haber salido mal».
El radical César Gass avaló el proyecto al entender que es «un paraguas para amortiguar uno de los problemas que tenemos en la sociedad». Lo mismo el presidente de la comisión, el oficialista Francisco Lepore (Avanzar), que manifestó que como abogado le había tocado intervenir en causas de agentes con sanciones disciplinarias y compartía «totalmente» lo expresado por Novoa.
Las únicas voces disidentes fueron las de Andrés Blanco (PTS-FIT) y la de Gabriela Suppicich (FIT) quienes remarcaron que la propuesta tenía como objetivo reforzar el aparato represivo del Estado.
Ojo con la caja
Damián Canuto (PRO) y Giselle Stillger (Arriba) fueron quienes mencionaron sus dudas respecto al impacto que tendría para el ISSN la incorporación de este nuevo grupo de jubilados. Domínguez indicó que justamente se había pensando en los 40 años como límite para que hicieron los 15 años de aportes necesarios.
Canuto insistió en que había que tener cuidado con no propiciar que se «cargue» el sistema, con el afán de resolver la falta de policías y así «sumar un nuevo déficit». Por eso se definió consultarle además a ISSN.
«El martes les traigo todas sus respuestas», se comprometió Lepore.
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