Buscan habilitar hoteles en la Isla 132 de Neuquén: cómo es el proyecto de Cordineu
La zona no tiene permitida instalación de loteos, y desde la corporación presentaron una propuesta de reordenamiento al Deliberante. Se busca habilitar alojamientos cerca del Domuyo, el nuevo centro de convenciones.
El Concejo Deliberante de la ciudad de Neuquén analiza la urbanización comercial de la Isla 132, en una propuesta que presentó Cordineu, con el objetivo de instalar hotelería en las inmediaciones del nuevo centro de convenciones, rebautizado Domuyo. Como parte del tratamiento del proyecto en la comisión de Obras Públicas, ya fueron consultadas las comisiones vecinales lindantes, que están en alerta para que la misma iniciativa no se expanda hacia sus sectores ya urbanizados.
“Como barrio, le planteamos que si van a hacer construcciones en la Isla 132, se analicen los ingresos al lugar, porque ya tuvimos problemas por la poca capacidad” de los puentes hacia la Isla y tránsito vial hacia el lugar, dijo el presidente de la comisión de Río Grande, Alberto Delloro.
También estuvieron invitados representantes del barrio Belgrano, que no asistieron a la reunión esta semana en el Concejo.
Delloro indicó que ambas comisiones fueron citadas por la Corporación para el Desarrollo Integral de Neuquén, que integran la Provincia y el Municipio (Cordineu S.E), para una abordaje ampliado del plan.
Agregó que los concejales les informaron del reordenamiento de los usos comerciales para hotelería y área gastronómica dentro de la isla, con uso residencial cero. “Fuera de la isla, esto no se va a modificar”, manifestaron, que fue una de las preocupaciones de las asociaciones barriales.
Es que en la zona hay una precariedad de servicios por colapso cloacal, y la mayor densidad urbanística está desaconsejada hacia la ribera del río Limay. Así lo defendieron en los primeros meses de este año ante las versiones de la posible aprobación de una excepcionalidad para avanzar en una mayor densificación o edificios altos a la vera del brazo del río.
En declaraciones periodísticas, el presidente de Cordineu, Leonardo Carod, habló de una “readecuación de los usos permitidos” en la Isla 132. Sostuvo que se llevaron a cabo consultas con el Colegio de Arquitectos y con el de Profesionales del Ambiente y que se mantendrá el uso recreativo y verde en todos los alrededores de la Isla 132.
Se buscará habilitar edificaciones para hotelería y gastronomía hacia el centro del lugar, con alturas permitidas de 15 metros en el área costera y hasta los 22 metros en la zona central, con la obligación de construir cocheras. Claramente el objetivo es reforzar los servicios turísticos hacia el centro de convenciones, que “es la inversión más fuerte que se hizo en la isla en los últimos años”, dijo el contador Carod.
Oficialmente no hay una explicación de por qué los otros edificios que hay en la Isla 132 y que supuestamente Cordineu habilitó con los mismos usos -comerciales y de habitación temporal- no funcionan con esos fines.
Hay oficinas públicas y comerciales, como lo establece la ordenanza, pero muchas de las instalaciones están autorizadas con excepcionalidades, según se reconoce desde el mismo Cordineu.
El concejal Atilio Sguazzini (MPN) secretario de la comisión de Obras Públicas, aseguró que se le hizo saber ésto al equipo de Carod cuando fue al Concejo. “Todo el desarrollo de la infraestructura, tiene que ir acompañando el proceso de urbanización, no puede ser uno a costa del otro, no puede haber construcciones con infraestructura precaria”, sostuvo Sguazzini.
Nada se indica sobre si hay cambios en la zona de área protegida, vinculada al brazo del río que cruza por detrás del Domuyo y de las factibilidades de luz y cloacas en el desarrollo planteado. Según las informaciones extraoficiales, en la Isla no hay disponibilidad de energía eléctrica y de provisión de gas natural para una instalación hotelera de 5 estrellas. O del soporte cloacal del actual sistema ante eventuales desarrollos hoteleros-gastronómicos.
Carod aclaró que no hay loteos previstos en la Isla ni habilitación de edificios para vivienda permanente, sino que el objetivo es mantener el concepto “de hotel y habitación transitoria” para responder a inversiones de privados interesados en hotelería y gastronomía, mientras que desde Cordineru se buscará potenciar la actividad turística impulsada a partir del centro de convenciones inaugurado para los 120 años de la ciudad, se insistió.
El tratamiento en el Deliberante
El proyecto de readecuación de los usos permitidos en la Isla 132 de Neuquén tendrá despacho para la sesión del 28 de noviembre, una de las últimas del ciclo legislativo 2024 en el Concejo Deliberante.
«Se les consultó a los barrios Belgrano y Río Grande, porque estarán directamente afectados por los ingresos a la isla a través de estos sectores si se decide hacer inversiones. El desarrollo que se proyecta es recreativo y hotelero, más de servicios y potenciar la isla como centro turístico, tendrá repercusión en estos barrios» dijo la vicepresidenta del cuerpo (a cargo del Concejo hasta el viernes), Victoria Fernández.
Agregó que habrá acompañamiento con algunos planteos que fueron registrados en la comisión por las y los concejales. El predio ferial se mantendrá para la Fiesta Nacional de la Confluencia.
«Se visualizaron algunos aspectos a la propuesta de Cordineu, que le haremos algunos ajustes», dijo. Recordó que en la isla ya está autorizado el formato de «condo hotel» con servicio de alojamiento transitorio para turistas en los edificios construidos.
«Tenemos un centro de convenciones como el Domuyo a la que le falta infraestructura de servicios que acompañe», dijo la concejala, quien confirmó que el oficialismo espera, antes de que finalice el ciclo 2024, la redacción de un despacho favorable a la iniciativa de readecuación de usos para facilitar la llegada de los inversores, como propone Cordineu.
Los usos no permitidos de la Isla 132
El presidente de la Corporación para el desarrollo costero (Cordineu) Leonardo Carod, dijo públicamente que no hay loteos previstos en la isla 132 ni habilitación de edificios para vivienda permanente.
Recordó que el uso del lugar solo es recreativo, comercial, de oficinas, gastronómico y hotelero. Aseguró que el objetivo será mantener el concepto “hotel y habitación transitoria” para responder a las inversiones de privados que están interesados en la hotelería y gastronomía, mientras que desde Cordineu, se buscará potenciar la actividad turística impulsada a partir del centro de convenciones El Domuyo.
El concejal Atilio Sguazzini (MPN) dijo que aún “estamos construyendo consensos” para la aprobación de la iniciativa, pero que el proyecto de Cordineu reduce las zonas urbanizables y las concentra en la zona centro de la isla, donde está el centro de convenciones.
Destacó que con el reordenamiento se incorporaron más de 20.000 metros cuadrados de espacios verdes porque hasta ahora, en los papeles, todo el predio ferial de la Fiesta de la Confluencia figuraba como urbanizable, con índices que así lo permitían.
Reconoció que hubo un planteo sobre el edificio que figura como condominio hotelero y “estaría alejado de eso”, sin embargo, aseguró que la falta de cumplimiento por el uso habitacional permanente, “es una responsabilidad que tiene que tomar Cordineu; se lo plantemos desde la comisión, pero está fuera de nuestra jurisdicción”, sostuvo.
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