Bariloche y Viedma, entre las expectativas y el riesgo de la conectividad aérea

El aeropuerto de la cordillera es el cuarto a nivel país en movimiento de pasajeros y la política de “cielos abiertos” genera esperanzas de sumar más. La capital provincial tiene cada vez menos vuelos.

La incertidumbre respecto del futuro de Aerolíneas Argentinas y la nueva política de “cielos abiertos” del gobierno nacional generan dudas, preocupación y expectativas en Río Negro, donde en los dos extremos del mapa hay realidades muy distintas: Viedma con el riesgo de perder conectividad y Bariloche, con la esperanza de hacer valer su condición de destino rentable.

Bariloche y Viedma son las dos ciudades rionegrinas con aeropuertos operativos que reciben vuelos de cabotaje e internacional, en el caso de la cordillera.

En la capital provincial, la pista del aeropuerto Gobernador Edgardo Castello, este año recibe menos frecuencias de la aerolínea de bandera, la única que viaja a este destino, de nueve vuelos semanales con destino Buenos Aires y Bariloche, quedaron solo cuatro a Aeroparque y con horarios complejos para los viajeros.

Viedma está en el puesto 36 de los aeropuertos argentinos más volados, es decir pelea el último lugar con San Fernando, Termas de Río Hondo y Río Cuarto (que recientemente recibió el anuncio de la suspensión de vuelos al menos hasta enero). Con los datos de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) hasta septiembre, en lo que va del 2024, por el Gobernador Castello se movilizaron 26.000 pasajeros (entre arribos y partidas), con un promedio de 3.000 viajeros al mes.

Los números de Bariloche están en el otro extremo y el aeropuerto internacional Teniente Luis Candelaria se ubica entre los cuatro con mayor movimiento del país, por donde pasaron entre enero y septiembre 1.712.000 pasajeros en cabotaje (entre arribos y partidas), a los que se suman 71.000 internacionales. Esta última cifra ya supera los registros anuales de los últimos 5 años por el aumento de conectividad con destinos de Brasil y de Chile que se afianzan.

Sin embargo, en términos globales, comparado con el mismo período del 2023, cayeron un 8% los pasajeros movilizados por la cordillera rionegrina. Aún así el destino está entre los más rentables del país, a donde vuelan en servicios de cabotaje Aerolíneas, Jetsmart y Flybondi, con un promedio de ocupación de los aviones del 92%.

El aeropuerto Gobernador Castello de Viedma cada vez recibe menos vuelos de cabotaje. Foto: Marcelo Ochoa

La diferencia es abismal en las dos ciudades de Río Negro, pero el término “preocupación” es el denominador común entre los referentes del turismo y la industria por la situación actual y el futuro de Aerolíneas Argentinas, la compañía de bandera que tiene el 60% de los vuelos que llegan y parten desde Bariloche, y el 100% de Viedma.

El gobierno nacional, que recientemente obtuvo una tregua con los gremios aeronáuticos, amenaza con privatizar, cerrar o modificar el esquema de negocio en busca de que Aerolíneas priorice la rentabilidad. En cualquiera de esos tres esquemas están en riesgo 18 ciudades a donde solo llega la aerolínea de bandera, entre ellos Viedma.

En paralelo, la gestión de Javier Milei, inició una nueva etapa de la política de “cielos abiertos” que comenzó Mauricio Macri cuando abrió la puerta a las low cost. Ahora se flexibiliza el ingreso de empresas extranjeras, con sus aviones matriculados en otros países y tripulación foránea (algo que acaba de hacer efectivo Flybondi con una empresa española); pero además libera las rutas y ya no hay restricciones ni exclusividad. En este plan tiene expectativa Bariloche con la idea de tentar más aerolíneas y nuevas rutas, algo que ya gestionan desde el sector turístico.

“La política de cielos abiertos es interesante pero de todos modos el Estado tiene que tener presencia en algunos destinos que hay que sostenerlos de lo contrario el país queda partido y no hay federalismo”, opinó ante la consulta de Diario RÍO NEGRO el exsecretario de Turismo provincial, Marcos Barberis.

La capital de Río Negro, en “terapia intensiva”


“Viedma está en terapia intensiva” graficó un conocer de la materia aerocomercial y turística, y las expresiones del sector público como del privado coinciden esa sensación.

Hay preocupación, nosotros nos hemos movido con gestiones, con la propuesta para que lleguen otros actores pero todavía no hay respuestas”, admitió el subsecretario de Turismo de Viedma, Sergio Rodríguez, quien remarcó que se impulsan gestiones y planes de manera conjunta con el Corredor de la Costa Atlántica, que integran además de Viedma, San Antonio Oeste y Sierra Grande.

El aeropuerto de Viedma tiene un área de influencia mucho más amplio que la propia capital porque es la pista de referencia del sur de la provincia de Buenos Aires, de Villarino hacia Patagones, y de la costa rionegrina, por eso se apuesta a fortalecer esa “mirada estratégica” en conjunto para hacer tentador mantener e incrementar la conectividad aérea.

Rodríguez señaló que además de la cuestión turística, que es un potencial, la capital acaba de sumar a su oferta hotelera un establecimiento de cinco estrellas con centro de convenciones para 500 personas, que hacen más atractiva la plaza y recordó que el intendente Marcos Castro recientemente se reunió con autoridades del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) para reflotar un viejo proyecto de ampliación del aeropuerto, no en pista sino en sala de embarque, sala de espera y otros servicios de la aeroestación.

Hay un viejo proyecto de ampliación del aeropuerto de Viedma que se intenta reflotar. Foto: Marcelo Ochoa

Martín Lemos, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viedma, en la misma línea habló de “preocupación” y cuestionó que Viedma no solo perdió frecuencias este año sino que también tuvo corrimientos horarios que no benefician el desplazamiento de pasajeros que habitualmente requieren viajar a Buenos Aires por trámites o gestiones.

Hoy, por ejemplo, el vuelo que sale de la capital rionegrina arriba a las 21 a Aeroparque lo que obliga a costear una noche de alojamiento. La alternativa del transporte terrestre, por más que lleve 12 horas de traslado, tiene la opción de viajar de noche, con buenos servicios, y llegar descansado a las 8 de la mañana.

“Desde la Cámara planteamos la necesidad de gestionar con Aerolíneas y con las low cost, consideramos que si los aviones pasan hacia el sur del país por arriba de Viedma por qué no pueden bajar por ejemplo los días que no llega Aerolíneas, garantizándoles pasajeros”, opinó Lemos.

En Viedma esperan que también el gobierno provincial tome el tema en su agenda porque se requiere de un impulso mayor y ponen de ejemplo al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, que recientemente -con gestiones- consiguió que Jetsmart tome una ruta hacia Comodoro Rivadavia, mientras se trabaja en el desembarco en otros destinos más al norte de la provincia.

En la cordillera, todo por explorar


En Bariloche la realidad es distinta. En septiembre, según registros de la ANAC, pisaron la pista del Teniente Candelaria 1.441 vuelos y no es un mes pico como lo son julio y agosto cuando se potencia la conectividad internacional con Brasil y Chile y se refuerzan los servicios habituales de las compañías locales.

Bariloche siempre es un mercado interesante, rentable, hay oferta y demanda que hace mover los precios y ese es un tema a trabajar”, opinó Barberis que remarcó que en otros lugares del mundo las aerolíneas tienen estrategias para bajar los precios con los vuelos nocturnos, algo que acá no está explotado y puede ser una alternativa, si se conjuga con la hotelería y los servicios para que los pasajeros ingresen antes.

El secretario de Turismo de Bariloche y presidente del Ente Mixto de Promoción Turística, Sergio Herrero, dijo que “desde el principio de la gestión luchamos para ser el hub de aviones más importante del sur”, señaló y dijo que el objetivo es que desciendan en la pista local aviones intercontinentales que atraviesan los cielos cordilleranos.

Herrero celebró la política de “cielos abiertos” porque a dijo que a Bariloche “nos interesan todas la aerolíneas, hacemos gestiones con low cost y con nuevas operadoras, estamos abiertos a cualquier iniciativa que signifique que lleguen más aerolíneas y sabemos que Bariloche siempre está en las búsquedas de las agencias”, enfatizó.

Diego Piquín, director ejecutivo del Emprotur, puntualizó que desde Bariloche se impulsan “acciones cooperadas” con las aerolíneas para potenciar la promoción del destino asociado a los vuelos en oferta. Una estrategia comercial que le sirve a las dos partes.

Aerolíneas Argentinas tiene una cuota de más del 60% de los vuelos de cabotaje. Foto: Chino Leiva

Para el ejecutivo la política de “cielos abiertos” es “incipiente” pero tiene expectativas aunque remarcó que para que lleguen nuevos actores a Bariloche las empresas realizan primero exhaustivos estudios de mercado y se debe poner a prueba una ruta varios meses para poder definir su rentabilidad. “La industria aerocomercial es muy costosa y por eso hacen un análisis muy minucioso”, señaló.

“La política de cielos abiertos favorece en el sentido que se empiezan a mirar los principales destinos del país y en ese caso Bariloche tiene mucho por ganar”, señaló y admitió que las compañías generalmente comienzan con “lo seguro”, los vuelos estacionales en temporadas altas de verano e invierno que saben que serán rentables y una vez que la rueda gira van por la extensión a otros meses.


“Todo lo que estrese a un pasajero nos afecta”


Las cancelaciones, reprogramaciones y medidas de fuerza que afectaron a lo largo del año la conectividad aérea en el país, sin dudas es una preocupación en Bariloche.

En lo que va del año los mayores inconvenientes estuvieron con cancelaciones y reprogramaciones de Flybondi, que tuvo meses complicados por la falta de aviones; y las afectaciones de vuelos por medidas de fuerza de Aerolíneas Argentinas, además del reciente reclamo de Intercargo que también afectó los vuelos de Jetsmart.

Todo lo que estrese a un pasajero nos afecta, aunque no tenga que ver con el destino, la gente elige no viajar para evitarse estos problemas”, admitió Sergio Herrero, secretario de Turismo y titular del Emprotur en Bariloche.

Dijo que no solo las cancelaciones complican sino también los corrimientos de horarios porque “el turista que viene cuatro días se pierde una excursión, un paseo y la ciudad se pierde de mostrarse”.

Herrero indicó que ante los inconvenientes reciente mantiene contacto con las empresas para transmitir el malestar de la ciudad, que es uno de los destinos más importantes del interior del país y el cuarto en movimiento de pasajeros, detrás de Aeroparque, Ezeiza y Córdoba.

El aeropuerto de Bariloche tiene un promedio de 190.000 pasajeros al mes, con picos de más de 315.000 en meses de temporadas turísticas. Foto: Chino Leiva

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