ARCA, el organismo que reemplazará a AFIP: quiénes son sus titulares y cuánto pasarán a cobrar
La creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) fue oficializada hoy por el gobierno de Javier Milei.
A través del vocero presidencial Manuel Adorni, el Gobierno nacional anunció hoy la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y su sustitución por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que tendrá nuevos directivos y sueldos de rango ministerial, más bajos que los actuales.
La estructura creada por la gestión de Javier Milei mantendrá como directora a Florencia Misrahi, actual titular de la AFIP, pero sumará como nuevos directivos a Andrés Gerardo Vázquez y José Andrés Velis.
Vázquez es licenciado en Administración de Empresas y Contador Público, y en esta etapa estará a cargo de la Dirección General Impositiva (DGI), en donde cuenta con más de 30 años de experiencia y se desempeñó como jede de departamento de Inteligencia y Apoyo.
También, desde 2009, se hizo cargo como director de la seccional metropolitana de AFIP.
Por su parte, Velis conducirá la Dirección General de Aduanas (DGA), organismo en el que cuenta con una larga trayectoria y fue responsable del desarrollo de sistemas clave como el Malvina.
Javier Milei creó ARCA: salarios y objetivos
De acuerdo al portavoz Manuel Adorni, junto a la disolución de la AFIP se eliminará la Cuenta de Jerarquización para los altos cargos, reduciendo el salario de la titular de la flamante ARCA, de aproximadamente 32 millones al monto que recibe actualmente un ministro de la Nación, rondando los 4 millones.
Esto también ocurrirá con los salarios de los Directores de la Dirección General Impositiva (DGI) y de la Dirección General de Aduanas (DGA), que actualmente perciben 17 millones y cobrarán un sueldo equiparable al de un Secretario de la Nación, detallaron desde Presidencia.
En cuanto a los objetivos de ARCA, el Gobierno enumeró en primer lugar la reducción del Estado, a partir de la eliminación de cargos innecesarios, además de la profesionalización del ente, la destrucción de los circuitos corruptos, y la mejora en la eficiencia de la recaudación y el controla aduanero, «eliminando los privilegios del pasado y optimizando la gestión pública».
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