Análisis: Policía, Instagram y decreto
Menos de dos semanas de gobierno permiten avizorar una manera de manejar la cosa pública.
Menos de dos semanas después de asumir en la Presidencia de la Nación, Javier Milei envió mensajes muy claros sobre la manera de aplicar su plan de gobierno: ajuste por decreto, comunicación privatizada en las manos de un puñado de instagramers y acción policial frente a la protesta social. El combo explosivo precipita los análisis de un programa que apenas anoche comenzó a difundirse.
El amplio apoyo que obtuvo cuando los argentinos debimos elegir entre dos opciones, en la segunda vuelta electoral, no le da cheque en blanco para imponer medidas tan drásticas como una desregulación de la economía por decreto, con transformaciones demasiado profundas para una norma que, en el ordenamiento jurídico, está por debajo de las leyes.
Los decretos de necesidad y urgencia fueron incorporados a la Constitución con límites muy claros, pero ahora será la comisión bicameral que se encarga de estos asuntos la responsable de analizar el que acaba de dictar Milei. Claro que mientras tanto está en vigencia.
El control de legitimidad en la Justicia depende de un juego en el que entran las arbitrariedades conocidas del fuero Federal.
La configuración que tiene hoy el Congreso Nacional es la expresión democrática de un país: allí es preciso hallar los consensos para modificar las leyes.
Policías por las calles
El despliegue policial en la ciudad de Buenos Aires y de las fuerzas federales en el interior del país tuvo un costo que no está a la altura del beneficio obtenido, especialmente en tiempos de “no hay plata”.
La identificación de personas en colectivos, trenes y subtes del área metropolitana de Buenos Aires es una triste imagen justo cuando estamos celebrando los 40 años de democracia.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, justificó semejante despliegue y llegó reivindicar una acción de la Gendarmería en Cipolletti que no existió: los manifestantes se fueron solos luego de cortar la ruta 22.
¿Con cuánto apoyo popular cuenta Milei para imponer este decretazo? Esa es por ahora una enorme incógnita.
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