Análisis: Neuquén, su reseteo total y las penurias que se vienen
Hoy el gobierno nacional es el principal garante del transporte público accesible, por ejemplo, a partir de subsidios, y de la realización de obra pública en la mayoría de los municipios.
“Nos estamos armando”, aseguró anoche un intendente electo de Neuquén para anticiparse a los desafíos que comenzarán para los administradores locales cuando Javier Milei asuma la presidencia de Argentina.
Lo graficó con una metáfora de la vida: cuando tu mamá te dice “a partir de ahora sos adulto” y no queda otra que empezar a acomodarte solo, sin la billetera familiar.
No es menor la preocupación que abrigan muchos jefes comunales por el futuro cercano. Por fuera de la capital, que saca chapa de su superávit y goza de la vitalidad que le imprime la actividad privada y una fuerte demanda y oferta de servicios, la mayoría de los municipios de la provincia no llega con sus recursos propios ni a pagar los sueldos de sus trabajadores. Hoy el gobierno nacional es el principal garante del transporte público accesible, por ejemplo, a partir de subsidios, y de la realización de obra pública.
Fue realmente poco lo que pudo aportar la Provincia en los últimos años para el crecimiento de las ciudades. “No tiene margen de maniobra”, evaluaban anoche. Si el gobierno de Milei finalmente concreta lo que propuso hacer (desde eliminar la coparticipación federal hasta la obra pública), será la caja que administre Rolando Figueroa, o lo que quede de ella, la única a la cual recurrir.
En el entorno del gobernador electo dijeron anoche que el resultado de la elección “no cambia nada” la definición de su gabinete. Pero rodearse de quienes festejaron posiblemente le sea más útil que armarse de perdedores para negociar recursos en el incierto país que viene.
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