Análisis: La derrota en soledad de la gobernadora Carreras
La dirigente logró imponerse en la interna de JSRN meses atrás para ser la candidata. Weretilneck miró de lejos la campaña. Ayer cosechó menos del 16% de los votos.
Arabela Carreras perdió su principal pelea en Bariloche. La gobernadora llegó a esta instancia casi en soledad, solo con el núcleo duro de colaboradores y con un dispendio extraordinario de la estructura de gobierno para su campaña sin disimulo. Se impuso en la puja por la Intendencia meses atrás, ante la resistencia interna, que dejó grietas cada vez más profundas dentro de Juntos Somos Río Negro y depende el lado de la consulta “la dejaron sola” o fue una “decisión propia”.
Lo cierto es que la derrota -por 3 puntos- cayó en los hombros de la gobernadora con la mirada distante del senador y gobernador electo Alberto Weretilneck, que no participó en la campaña ni opinó de la estrategia.
El intendente Gustavo Gennuso también estuvo lejos y más aún cuando Carreras se despegó de su gestión de 8 años y dijo que se necesitaba un giro de 180 grados que ofrecía su proyecto.
El cambio que propuso el sindicalista Walter Cortés, con un discurso frontal, fue el que se impuso finalmente.
“Acá se vota el proyecto y la persona”, dijo por la mañana y cuestionó a los partidos tradicionales, a pesar de su origen peronista, y señaló el hartazgo de la sociedad con la política y los dirigentes enquistados en el poder, a pesar de que lleva casi tres décadas al frente de uno de los gremios más poderosos de la ciudad.
El electorado, sin dudas, optó por un quiebre y usó el poder del voto para manifestar su malestar al oficialismo, a pesar de la baja participación -que rondó el 65%- y de un nivel de votos en blanco que se ubicó en tercer orden, por encima del 13,5%.
Ahora Cortés necesitará de acuerdos para gobernar la ciudad, con un fragmentado Concejo Deliberante en el que habrá al menos seis bloques, sin contar con mayoría para sacar las ordenanzas que requieren de una votación simple.
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