Advierten por el aumento de carneo furtivo de vacas en caminos rurales de Neuquén

La faena clandestina se produce cerca de caminos para poder trasladar la carne por pieza y luego se vende desde el mismo vehículo en las ciudades a precios más económicos que el mercado tradicional. Preocupación de ganaderos por las pérdidas y advierten sobre los riesgos sobre la salud.

El robo de ganado y la faena clandestina están en aumento en Neuquén, según advirtieron los ganaderos quienes indicaron que la situación los afecta como productores rurales.

En zonas que antes no eran blanco de los carneadores furtivos, como el camino al puente de La Rinconada, se registran cada vez más casos con las consecuentes pérdidas económicas, inseguridad y temor entre los productores.

Además, la falta de controles efectivos en rutas y pueblos facilita la venta informal de carne, que muchas veces se ofrece a menor precio debido a la crisis económica. Sin embargo, esta carne no cuenta con los controles sanitarios necesarios, lo que representa un riesgo para la salud pública.

Los productores señalan que, a pesar de las denuncias, la justicia actúa de manera insuficiente, ya que el abigeato (robo de ganado) es un delito excarcelable y las investigaciones rara vez avanzan.


Carne más barata pero con riesgo sanitario

La venta de carne faenada ilegalmente se ha vuelto común en las ciudades, agravada por la crisis económica. La Sociedad Rural de Neuquén pidió la intervención urgente de las autoridades para mejorar los patrullajes, incrementar los controles en las rutas y coordinar con las fuerzas de seguridad, con el fin de proteger tanto a los productores como a los consumidores.

Está bravísimo, andan por todos lados”, dice Arturo Matarazzo, productor cerca de Junín de los Andes. “Estamos muy preocupados por los crecientes casos de robo de ganado y carneos furtivos en nuestra región”, agrega.

La faena clandestina, que antes se limitaba a ciertas zonas, se expande. Diego García Rambeaud relata: “Nos carnearon una vaca preñada, dejando solo las patas y la cabeza; anoche fue una vaca parida. Hace años que no pasaba nada y ahora está peor. Creció la faena clandestina y, por ende, la venta de carne”.

Los productores reportan un aumento significativo de estos delitos en los últimos meses. No solo pierden animales, sino que enfrentan daños a su infraestructura, como rotura de alambres y robo de tranqueras.

Santiago Bustillo, productor en Zapala, cuenta que hasta les robaron 14 toritos de sus corrales, a 600 metros de su casa, mientras él y su esposa estaban presentes.

El robo de ganado no solo afecta a los productores, sino también a los consumidores. En las ciudades, donde la carne faenada ilegalmente se vende más barata, muchas veces por redes sociales o encargos, la crisis económica impulsa a que la población la adquiera.

Sin embargo, este tipo de carne no cuenta con los controles de calidad ni sanitarios adecuados, lo que supone riesgos para la salud pública.

Cecilia De Larminat, presidenta de la Sociedad Rural de Neuquén, explica que la venta informal es un problema habitual. “El escaso control y la libertad casi absoluta de vender la famosa ‘carne al corte’ complican encontrar a los delincuentes”, señala.

Los productores coinciden en que la falta de acción de la justicia, sumada a controles deficientes en las rutas, permite que estos delitos se multipliquen. Guillermo Facht, del sur neuquino, afirma: “Este año nos carnearon más de 21 animales dentro del campo. El abigeato es la principal causa de mortandad de animales en la zona, y el perjuicio económico es enorme”.

Además de la pérdida económica y los riesgos sanitarios, los productores enfrentan un clima de inseguridad y temor. “Nos mataron dos vaquillonas y una vaca en el mismo día, seguramente destinadas a la venta clandestina”, comenta Facht.


La carne faenada en el campo se vende desde vehículos

A pesar de que los delincuentes son identificados en algunos casos, la falta de sanciones efectivas desalienta las denuncias. Bertil Hoepke menciona: “Fallan los controles de Bromatología, y esta carne se vende desde vehículos en las ciudades sin ningún tipo de seguridad para la salud”.

Los productores reclaman más recursos para la policía rural y una justicia más firme. “Nos agarraron a un delincuente en plena tarea de carneo y lo dejaron libre”, lamenta Hoepke, destacando que este tipo de delitos puede ser el preludio de otros más graves.

Desde la Sociedad Rural de Neuquén solicitan la intervención de las autoridades provinciales para frenar esta ola de criminalidad y proteger a los productores, quienes se encuentran en una encrucijada: querer producir más y arraigarse en sus tierras, pero enfrentarse a la inseguridad, la falta de controles y recursos.

La comercialización de carne faenada ilegalmente no solo pone en riesgo la salud de la población, sino que crea una competencia desleal con aquellos productores que cumplen con las normativas y soportan los costos de producción en tiempos de crisis.


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