Video | Trabajar con miedo en una panadería de Neuquén: «Se ponen violentos si les decimos que no»

Empleadas del local denuncian que personas que deambulan por la calle entran a diario al comercio y piden donaciones de manera violenta. "Nosotros siempre les damos pero en las últimas semanas fueron muy agresivos con el personal y las instalaciones", contaron. Este sábado uno de ellos le robó a la cajera y quedó registrado por la cámara.

«La situación ya es muy angustiante», así definió una trabajadora el calvario que viven a diario en una panadería de Neuquén. En concreto, son varias las personas que deambulan por las calles, ingresan y piden de mala manera alguna donación. Rocío, encargada del local contó que en la mayoría de los casos se les entrega de algo «porque piden comida y no podemos negarles eso», pero que últimamente el trato se volvió muy violento con las empleadas y las instalaciones. Este sábado uno de los sujetos pidió fiado, le dijeron que no y robó un celular.

La trabajadora explicó que la panadería tiene una sede en Antártida Argentina y Gobernador Asmar y otra en calle Linares y que por política de la empresa se realiza una donación a un merendero. «Además siempre tenemos bolsitas de productos que nos van quedando, por si alguien lo necesita», pero que las personas que recientemente ingresaron, demuestran otras intenciones. «Somos testigos de que a veces están en muy mal estado, alcoholizados en algunos casos y tratamos de darles algo para que se vayan rápido», contó Rocío a Diario RÍO NEGRO.

Este sábado, uno de los sujetos que frecuenta el local de Linares, entró para pedir fiado una docena de tortas fritas, al expresar que no podía hacer eso, solicitó agua. Al ser atendido por la cajera, aprovechó el momento en el que ella manipulaba un vaso descartable y le robó el celular sin que se de cuenta. La situación fue registrada con claridad por la cámara de seguridad del local. El sujeto fue reconocido como alguien del barrio que suele acudir a la panadería. El material fue utilizado para radicar la denuncia.

Rocío explicó a este medio que por la situación económica, la presencia de personas que piden colaboración es constante, pero que en las últimas dos semanas las irrupciones se hicieron más frecuentes. «Es habitual ver a trapitos o gente que circula por las calles en ambos locales, las trabajadoras sabemos atender esas situaciones, pero nos alarma lo que está pasando ahora, porque entran con otras intenciones, les decimos que no hay nada y escupen los mostradores, nos amenazan e incluso rompieron una vidriera», describió.

La empresa tomó la decisión de cambiar el sistema para controlar la puerta desde el mostrador y se realizaron denuncias a la Policía.

«Estuvimos en la comisaría Tercera y nos dicen que tenemos que hacer las denuncias en el momento, pero la verdad es que son muchas las situaciones, hay chicas que están muy asustadas y nos preocupa», comentó.


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