Un local de Plottier «remataba» bicis por redes y era todo una estafa

Una vecina de Neuquén cayó en el engaño y pagó la mitad de una bicicleta por transferencia.

Una vecina de Neuquén fue estafada con la compra de una bicicleta, que le fue ofertada a un precio rebajado por redes sociales. Supuestamente, era un local de Plottier que estaba en quiebra. A la víctima le pidieron una seña y luego del depósito, el presunto vendedor se esfumó.

El hecho ocurrió el último fin de semana y la modalidad de estafa, al ser tan planificada, sugiere que hubo otras víctimas en la zona. El engaño comenzó con una desesperada publicación que anunciaba el remate de bicis de un local, el cual se había resignado al cierre por las bajas ventas.

Atraída por el bajo precio del vehículo, una vecina de Neuquén se contactó con el WhatsApp de la empresa. Entonces, un «comisionista» le brindó detalles del mal pasar que tenían por una «inversión» frustrada. La bicicleta ofrecida era rodado 29. En la publicación se adjuntaban imágenes de la misma junto a un detallado escrito sobre sus componentes.  

Las bicicletas ofertadas a la víctima.

Incluso, en su testimonio, el empleado le afirmaba que trabajaban con «envíos sin costo por no tener disponibilidad de local”- el cual supuestamente funcionaba en calle Chile al 300 de Plottier- y que era “con el propósito de recuperar una inversión». 

Asimismo, para transmitirle confianza, le compartió un video donde se veía un deposito con numerosas bicicletas listas para la venta, pero en otra sucursal del país.


La víctima de la estafa no pudo recuperar el dinero


Una vez convencida, la vecina transfirió el 50% del costo de la bicicleta, que era 60 mil pesos. Luego, coordinó un punto de encuentro en calles Ignacio Rivas y Fray Luis Beltrán de Neuquén. Pero llegada la hora, el vendedor no apareció. Supuestamente, estaba demorado porque estaba despachando bicicletas a otros clientes. 

Tras varios minutos de espera, la mujer cuestionó al hombre, quien le respondía que había tenido algunos contratiempos, pero que solo debía esperar.

La mujer acordó la compra mediante WhatsApp.

A raíz de su conducta dudosa, la vecina le pidió a un amigo- que vive Plottier- que se acercará hasta el local físico situado en calle Chile. Pero al llegar, el hombre se encontró con que lejos de ser un comercio, se trataba de una vivienda familiar. “En teoría yo pagaba el 50 y el otro 50 se pagaba cuando llegaba a mi casa”, detalló.

Lamentablemente, la vecina expresó que no pudo recuperar su dinero, pero que hizo público el reclamo para evitar que otras personas caigan en el fraude. Asimismo, advirtió que no pudo darse cuenta que se trataba de una trampa por la detallada atención que le había brindado el supuesto vendedor.


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