La fuga de un preso reabre el debate por el uso de celulares en las cárceles de Neuquén

Pablo Soto se escapó de la Unidad 22 de Cutral Co, en su huida se filmó y amenazó telefónicamente a su ex. Los presos puede acceder a un dispositivo desde el 2020.

La reciente fuga de un interno de la unidad de detención 22 de Cutral Co, expuso otra de las caras grises de un sistema carcelario complicado en Neuquén, donde no solo la superpoblación dificulta la logística del cumplimiento de las penas. Pablo Soto trepó un paredón, filmó su escapada y amenazó a su expareja con un celular. El hecho puso en tapete nuevamente la discusión sobre el acceso a teléfonos entre los presos.

Diario RÍO NEGRO dialogó con el jefe del Departamento de Seguridad Interior Detenidos de la Policía de Neuquén, Miguel Poblete, quien confirmó que la fuga generó “la necesidad de repensar la implementación de dos medidas: por un lado, la realización inmediata de un relevamiento de los elementos de seguridad disponibles en el sistema penitenciario y por otro hacer efectiva la solicitud de actualización y reequipamiento de los recursos”.

La fuga de Soto fue el domingo y premeditada. En los días previos a su escape, se produjo una pelea de internos que, según Poblete, fue simulada “con el objetivo de que el interno fuera trasladado a una zona menos segura de la unidad, facilitando su huida”. Al escapar, utilizó un teléfono con el que se filmó cerca de la unidad y amenazó de muerte a su expareja, que vive en Neuquén capital.

Al ser consultado sobre cómo obtuvo el celular, el comisario Poblete explicó que “todos los internos tienen acceso a teléfonos”. Esta es una medida que se implementó durante la pandemia para permitir contacto con sus familiares y que sigue vigente en el 2024. “Es algo que se debe revisar cuanto antes”, expuso.

Poblete tiene a cargo la U22 y 21 en la comarca petrolera, pero también la U31 y 32 de Zapala; U41 de Junín de los Andes; la 42 de San Martín de los Andes y la 51 de Chos Malal. En total son 280 los internos que están bajo su poder de acción. En su trabajo vio varias situaciones extremas. “Conocemos de casos en los que los presos tenían celular las 24 horas, lamentablemente”, confesó a este medio.

“El tema es complicado, porque favorece principalmente a los presos peligrosos, a los que se les tiene prohibido el contacto con familiares, pero es una medida que empezó en un contexto distinto y es necesario que se realice una evaluación de su efectividad en estos tiempos”, detalló.

El comisario señaló que el principal inconveniente radica en que el beneficio no se les puede retirar “de un día para el otro” porque podría generar conflictos entre los pabellones. “Debe realizarse de manera controlada para evitar amotinamientos o situaciones similares”, resaltó. Este trabajo debe ser coordinado con el sistema judicial y la defensoría.

Respecto a la fuga, destacó varias deficiencias en la seguridad de la Unidad 22, que pudieron ser identificadas por Soto y quienes lo ayudaron a escapar. La utilización de cámaras de vigilancia en blanco y negro con tecnología obsoleta y ciertos “puntos ciegos” de iluminación, entre ellas.

“Lo que pasó recientemente debe ser visto como una oportunidad para ver lo que se hace mal y mejorarlo”, subrayó Poblete.

Aunque destacó que se han implementado mejoras en los procedimientos de seguridad, logrando reducir en un 80% los conflictos internos respecto al 2023, Poblete consideró que situaciones como esta fuga “son una buena oportunidad para mejorar”.


El uso de celulares entre los internos fue habilitado por una jueza


El acceso a celulares entre los presos está disponible en Neuquén desde el 1 de abril del 2020. La génesis fue una resolución de la jueza de Ejecución, Raquel Gass, que consideró el uso de los dispositivos durante la pandemia de coronavirus.

En ese entonces, la medida fue argumentada con dos hechos: primero, que las unidades de detención no contaban con teléfonos semipúblicos para los internos; y segundo, que los mismos no podían recibir visitas para evitar contagios.

Con el paso del tiempo y la vuelta a la normalidad, el uso quedó circunscrito a los internos de mayor peligrosidad, ya que el resto de la población carcelaria retomó el contacto con familiares.

Posteriormente, la jueza de Ejecución, Alicia Rodríguez, también habilitó el empleo de teléfonos celulares y como en el otro caso, se restringió el acceso a redes sociales.

La Dirección de Unidad de Detención de la provincia, explicó que los teléfonos autorizados “tienen características analógicas y solo permitían realizar llamadas, sin acceso a redes”. También se mencionó que el uso de estos equipos es “controlado y registrado por el personal de cada unidad, con un período de uso diurno”.

Según se detalló, los dispositivos se retiran de los lugares de alojamiento de los internos durante la noche y esta información es comunicada a las autoridades judiciales.

A pesar de estos protocolos, la población carcelaria se hace de los medios para tener acceso a los aparatos y los controles no alcanzan.


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