Jubilado mató a su mujer y quiso suicidarse

Marcelo Ochoa

VIEDMA (AV).- Otro femicidio conmueve a la comunidad de Viedma. Un hombre asesinó a su mujer y luego se disparó con la misma arma. Fue antes del mediodía de ayer en la esquina de Las Margaritas y Las Violetas del barrio Las Flores de esta capital. Este es el segundo femicidio que ocurre en Viedma en menos de dos meses. El 25 de marzo pasado un policía mató a su expareja y madre de sus tres hijos en el hall de ingreso de la escuela Paulo VI, acribillándola con una pistola nueve milímetros. Antes del mediodía de ayer Juan Carlos Nazetta, de 65 años, disparó contra Mabel Pérez, de 63, causándole la muerte en forma instantánea mientras se encontraba en la cocina de la vivienda. Según trascendió, hacía un par de días la desafortunada mujer habría decidido terminar con su relación matrimonial de muchos años y con el maltrato que presuntamente padecía. Ayer habría regresado a la casa para retirar algunas pertenencias. A un par de metros del cuerpo de la víctima, con un disparo que le ingresó por el pómulo derecho y tuvo orificio de salida en el occipital izquierdo, se encontró al del hombre, que fue trasladado al hospital Zatti con vida pero en gravísimo estado. Nazetta fue internado en terapia intensiva, donde le practicaron una serie de estudios para evaluar posibilidades quirúrgicas para salvarle la vida. Pero los resultados determinaron que el riesgo de vida sería irreversible. Anoche el hombre permanecía en estado crítico. Según se supo, el arma utilizada fue una pistola Ballester Molina calibre 45 que tendría la inscripción “Armada Argentina”. Un llamado al 911 pasadas las 12:30 alertó a la Policía sobre una tragedia en la casa del matrimonio. Trascendidos señalan que habría sido una de las hijas de la pareja la primera en llegar y encontrar el desgarrador escenario. El hecho conmovió a los vecinos del barrio Las Flores, donde el matrimonio vivía hacía unos 10 años. Antes habían residido en Guardia Mitre, procedentes de Buenos Aires. Quienes tuvieron trato con Nazetta lo describen como un hombre al que le gustaba la caza mayor y, por lo tanto, era conocedor y tenedor de armas de grueso calibre. Cuando se mudó de Guardia Mitre a Viedma remató varias pertenencias, entre ellas armas de fuego importantes. En su casa se exhibían como trofeos de caza animales de gran porte embalsamados, entre ellos un oso, ciervos y jabalíes, algunos producto de viajes al exterior. Además de su predilección por la caza, Nazetta es jubilado pero se desconoce la actividad desarrollada hasta su acceso al beneficio jubilatorio. A pesar del intenso frío, varios fueron los vecinos que se acercaron a la vivienda en la que se pudo advertir una mancha de sangre en el portón del garaje.