Guerra narco y protesta en Roca: «Los chicos escuchan una moto y piensan que es un disparo»

Una escuela de barrio Nuevo amaneció sitiada por madres y padres que impiden el ingreso. Denuncian casos de familias alcanzadas por balas de grupos narco. Piden medidas de seguridad concretas a Educación.

«Los chicos escuchan una moto y piensan que es un disparo, vienen mentalizados a la escuela de que tienen que tirarse al piso (…) Tienen miedo», contó a RIO NEGRO Patricia, madre de un alumno de la Primaria 357, que amaneció con medidas de fuerza por parte de padres y madres.

Por estos días, la escuela de barrio Nuevo está en medio de las balaceras por el conflicto entre bandas narco en la ciudad, que tomó mayor revuelo en la última semana tras enfrentamientos entre dos grupos armados. La preocupación de la comunidad educativa crece y las familias se organizan.

Ante la falta de respuestas a su pedido de mayor seguridad, los padres decidieron impedir el ingreso de los chicos a la escuela esta mañana, ya que «corren peligro». Además, piden a las autoridades del Consejo Escolar que se hagan presentes y dispongan medidas concretas para proteger a sus hijos.

«Nuestro reclamo está dirigido al Ministerio de Educación, que es el organismo que nos tiene que respaldar. Estamos reclamando seguridad dentro del establecimiento», comentó Patricia, y agregó que desde marzo piden la construcción de un paredón perimetral en la institución, pero que solo colocaron un alambrado, que día a día es violentado.

Alrededor de 15 padres y madres de los estudiantes de la escuela Primaria 357 se autoconvocaron en la entrada del colegio. Foto: Cesar Izza

«Queremos que nos traigan respuestas concretas, no queremos estar en un papel en un proyecto en Viedma», fustigó la mujer y aseguró que está en juego el derecho de los niños a aprender de una manera segura.

También, aclaró que los episodios de violencia se viven todos los días, sin discriminar horarios y se van incrementando cada vez más. «Los enfrentamientos a tiros son uno de los factores de riesgos más visibles en barrio Nuevo«, dijo Patricia.

La medida tuvo como modalidad imposibilitar pacíficamente el ingreso de los estudiantes al colegio, y convocando a madres y padres que no se han enterado de las actividades de los autoconvocados.

Un nene quedó en silla de ruedas


«Los padres estamos muy afectados y cansados de promesas falsas. Hace dos meses balearon a un hombre y a un nene -estudiante de cuarto grado de la Primaria 357- que quedó en silla de ruedas por no poder escaparse de la balacera«, explicó Cinthia, mamá de Rocío, una estudiante con discapacidad, quien también asistió a la asamblea.

La madre describió que, a partir de los procedimientos policiales, su hija no pudo tener clases en su aula habitual porque los efectivos policiales estaban realizando las pericias, «levantando las balas» que dejó el tiroteo. Además, debido a la discapacidad de su hija, la madre comentó que la niña no puede escaparse rápidamente de las situaciones de extrema violencia.

«Todos sabemos quienes son los que causan los problemas. Es una situación que da indignación. No sirve que sigan instalando un alambrado porque hace diez años que se lo vienen robando. Necesitamos un paredón perimetral y que la gente del Consejo Escolar se acerque. Esto es una tomada de pelo», aclaró la madre de Rocío.

No puedo traer a mi hija a la escuela e irme a mi casa tranquila. Vivo con el corazón en la boca, pensando que me van a llamar y me van a decir que le pegaron un tiro a mi hija»

Cintia, madre de una estudiante del colegio primario 357

Por su parte, el secretario general de Unter, Enzo Quintero, se acercó a la protesta de los autoconvocados de la Primaria 357 y dialogó con RIO NEGRO. El dirigente comentó que están «muy preocupados por la situación que viene atravesando esta comunidad» y se acercaron a acompañar el reclamo de los padres.

«Se le tiene que brindar a la escuela alguna medida de tranquilidad para que puedan mandar a los chicos a la escuela«, aseguró Quintero y reiteró los pedidos de cordón policial, cerco perimetral, iluminación, y otras reivindicaciones que ya se venían solicitando hace años.

Denuncia penal y más testimonios


El lunes a la mañana, el director del establecimiento realizó una denuncia penal por el hecho ocurrido a la madrugada y que a la noche, se produjo otra balacera a metros del colegio.

Con el correr de los minutos, la convocatoria de madres y padres sumó voces que van en sintonía con un reclamos de respuestas integrales. Desde este espacio aseguraron que, si no reciben respuestas al pedido, las medidas concretas se profundizarán y no dejarán entrar a nadie, incluyendo a los docentes del colegio.

Una vecina frentista al colegio también dialogó con este medio y describió que la presencia policial es nula. Además, relató que las situaciones son tan cercanas, que sienten que las balas ingresan a los hogares.

«No se puede vivir más en este barrio. Los policías solo dan dos vueltas y se van. Con los vecinos nos preguntamos de qué sirvió el operativo que se generó en el tiroteo anterior. Los delincuentes van y vienen como si nada.», concluyó la vecina.


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