Guerra narco: tomaron dos escuelas en Roca y crece el malestar en barrio Nuevo

Familias de la Escuela Primaria 357, el Jardín 97 y la Escuela Básica de Adultos se movilizaron para exigir soluciones ante los ataques de las bandas narco. Los equipos  docentes crearon un "Protocolo anti tiroteos".

Padres, madres, docentes y vecinos de barrio Nuevo, profundizaron las medidas y decidieron «tomar» la Escuela Primaria 357 y el Jardín de Infantes 97, e impiden el ingreso de las personas que forman parte de la comunidad educativa. Exigen respuestas a las autoridades, debido a las recurrentes balaceras y hechos de violencia que suceden a metros del establecimiento.

Luego de los enfrentamientos entre bandas narco que se dieron el lunes, dos balas perdidas terminaron rompiendo los cristales de las ventanas y quedaron incrustadas en los pizarrones de la institución.

El miedo y la preocupación se incrementa, minuto a minuto. La situaciones de violencia se viven a todas horas en el interior de barrio Nuevo y los niños que concurren a la Primaria 357 y del Jardín 97, terminaron como rehenes de un campo de batalla narco.

«Estamos tomando los establecimientos. No hay respuestas concretas y no hay hechos. Hoy los padres, madres y profesores están acompañando el pedido. Mantendremos la medida por tiempo indeterminado», explicó Luciana, madre una estudiante de segundo grado.

La decisión forma parte de una acción conjunta, que consiste en imposibilitar el ingreso de todo el estudiantado, personal docente y de mantenimiento, en ambas instituciones.

«Empezamos con los padres realizando medidas y los docentes se unieron en este reclamo. Pedimos más seguridad y un paredón perimetral», explicó otra de las mamás que participó de las actividades.

Según explicó otra de las madres que participaron de la manifestación, los tres turnos -mañana, tarde y noche- conviven con los continuos enfrentamientos. Además, apuntaron contra el Ministerio de Educación, las fuerzas de seguridad, el sector político provincial y municipal.

Llegamos a las 6 de la mañana y, a las 6:40, empezaron a los tiros acá. ¿Qué estamos esperando que pase una desgracia?

Madre de un estudiante de la Escuela Primaria 357

Desde el colegio se elevaron notas dirigidas hacia la Comisaría 21, solicitando una mayor presencia de efectivos policiales. Sin embargo, las respuestas han sido poco satisfactorias para la comunidad educativa porque no están pudiendo cumplir con los horarios propios de ingreso y egreso al colegio.

«Nadie se quiere hacer cargo porque dicen que los tiros fueron a la madrugada. Cuando pasó a las 4 de la tarde, solo dos días enviaron efectivos», refirió otra de las madres.

«Protocolo anti tiroteos»


El equipo docente del colegio primario generó y ejecutó un protocolo «anti tiroteo» para situaciones de máxima violencia. También se tomó la decisión de no salir al patio durante los recreos, reuniendo a todos los niños en el Salón de Usos Múltiples (SUM), para resguardar su integridad física.

«Hay un disparo en el pizarrón. Imagínense que su hijo va al colegio y todos los días ve un agujero en el pizarrón, sabiendo que es de una bala. No es justo que tengan que aprender un protocolo para los tiroteos. Nuestros hijos tienen miedo», sostuvo Luciana.

Enrique Coronel, director del colegio primario, explicó que el protocolo consiste una serie de medidas y cuidados, con líneas de acción concretas que suman al momento de contener a los niños. «Estamos evitando salir a los recreos y estamos tomando medidas para garantizar el cuidado de los niños, son lo más importante de esta escuela», profundizó.

Para el director, la comunidad se encuentra unida bajo un mismo concepto que engloba la seguridad de los estudiantes. Aseguró que se están exigiendo medidas integrales al problema de la violencia y enfrentamientos constantes que viven frente a la calle Perito Moreno al 2600.

«Esta mañana se acercó la nueva delegada y habló de la construcción de un paredón perimetral. Si bien, los plazos no están definidos, hubo un acercamiento. El último hecho agotó la paciencia e inquietó a las familias. Ya venían cansadas«, concluyó Coronel.

Carlos Cardozo, director del Escuela Básica de Adultos 1 -que comparte edificio con el colegio primario-, consideró que hay una desidia en cuanto a la seguridad y que, producto de los tiroteos que no se controlan, muchos adultos han dejado de asistir al colegio.

«Los docentes y los alumnos que quieren venir a mejorarse, para superarse en la vida, están asustados para asistir a la escuela. Los que se quedan es por vocación y porque son sus raíces. Es importante la educación», argumentó Cardozo.

Cardozo aseguró que durante la noche tampoco habrá clases, dado a que la mayoría de los alumnos son padres de los niños del colegio primario y se adherirán a las medidas.

«Nos informaron que no vendrán porque se plegarán a las medidas. Se evaluará como continuar con el supervisor del nocturno, pero es lamentable porque parece que hasta que no pase algo grave, esto no se va a solucionar», concluyó el director de la Escuela Básica de Adultos.


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