Fuerte llamado de atención de la jueza de ejecución penal al defensor de Fabio Bonnefoi
La magistrada desestimó el planteo del abogado del detenido porque se probó que las denuncias no eran veraces. Lamentó el mal uso de un recurso como el hábeas corpus, que en la dictadura militar presentaron abogados valientes a favor de personas detenidas ilegalmente.
La jueza de Ejecución Penal de Bariloche, Sangra Ragusa, rechazó una acción de hábeas corpus que un abogado había presentado a favor de Fabio Daniel Bonnefoi, que se encuentra detenido en el penal de Roca.
Ragusa planteó en la resolución un fuerte llamado de atención al abogado Federico Batagelj, que interpuso el 6 de septiembre pasado la acción de hábeas corpus correctivo a favor de Bonnefoi, por el supuesto agravamiento de las condiciones de detención de su asistido.
Denunció que Bonnefoi estaba alojado en condiciones infrahumanas, en una celda que no cuenta con las condiciones mínimas de habitabilidad. También, que sufrió brutales golpizas y lesiones, que no recibía visitas ni tampoco mantenía comunicaciones telefónicas. Por eso, el abogado pidió el traslado de su asistido al penal de Bariloche o a cualquier otro de la provincia.
Ragusa dispuso los pedidos de informes correspondientes. Notificó al fiscal de Ejecución Penal para que tome conocimiento.
Este miércoles, Ragusa dictó una resolución donde expresa varios conceptos. Dijo que rechazaba la acción “porque, sin perjuicio de la adjetivación incendiaria utilizada por el letrado: “brutal paliza”, “brutal golpiza”, etc.-, se ha comprobado que Bonnefoi tiene unos raspones caracterizados por el médico como lesiones leves, cuya ocurrencia y mecanismos sin lugar a dudas hay que investigar y dilucidar”. Indicó que hay tres investigaciones en trámite a cargo de unidades fiscales de Roca.
“Otra cuestión que desluce el presente planteo es habernos enterado de que el Dr. Batagelj se había entrevistado con su cliente en el momento msmo de los hechos, por lo que no desconocía el real estado de salud y tampoco que en el acto había sido derivado al área de salud del penal”, afirmó la jueza.
“Tampoco desconocía el letrado que el incendio que el día 13 de septiembre se produjo en la celda del causante lo había producido su asistido utilizando para ello un encendedor, elemento prohibido que justificó a todas luces la requisa”, señaló. “También se ha acreditado que Bonnefoi no sólo cuenta con un celular permitido, sino con uno clandestino que le es secuestrado durante la requisa”, añadió.
Ragusa sostuvo que se probó que Bonnefoi recibió visitas “en más de lo permitido por los reglamentos penitenciarios vigentes y que el único motivo por el que se suspendieron es por los disturbios y violaciones a tales reglamentos que la visita causó”.
Un recurso valioso pero en crisis
“No tengo el gusto de conocer personalmente al Dr. Federico Batagelj, por lo que no puedo sino presumir su buena fe”, expresó la jueza.
“En ese entendimiento le haré saber que en la ciudad de Mar del Plata -en cuya Universidad Nacional he obtenido mi título de abogada- desde las primeras clases de la carrera de Derecho se nos instruye acerca de la dignidad del cargo de Defensor”, observó la jueza.
“Y se nos propone como modelo de inspiración y de emulación a un grupo de abogados defensores -de la Defensoría Pública y de la Matrícula- que durante la dictadura militar, con perfecto conocimiento de las consecuencias que acarrearía para sí mismos y para sus familias, firmaron acciones de habeas corpus en favor de personas inocentes detenidas ilegalmente”, destacó Ragusa.
“Sabían también -en su profunda valentía y justificado temor- las consecuencias para los detenidos en casos de que no se presentaran esas acciones. Lamentablemente varios de ellos pagaron con sus vidas, pero aún hoy nos inspiran”, aseguró.
“Nos tomó tan sólo cincuenta años degradar la sociedad y la administración de justicia a acciones como la que resuelvo aquí. Temo por lo que haremos durante los próximos cincuenta años”, expresó en la resolución.
“Es por ello que, esperando que estemos a tiempo, le sugiero respetuosamente al Dr. Batalgelj que incluya en la lista de humanos que le gustan a los internos que tienen la desgracia de estar alojados con su asistido quien de manera sistemática obstaculiza deliberadamente cualquier acción tendiente al éxito del tratamiento penitenciario de los demás”, sostuvo.
“También incluya en esa lista a los familiares de esos internos, comprometidos con ese proceso y al personal policial y penitenciario y sus familias que son sometidos a un clima laboral de permanente violencia y riesgo”, recomendó.
Una oportunidad desaprovechada
Recordó que en un legajo anterior, concedió a Bonnefoi “un beneficio de semi soltura -en uno de mis tantos esfuerzos de resocializarlo y de liberar a la sociedad de él- cuya principal pauta de conducta consistía en presentarse en mi despacho todos los viernes por espacio de más de una hora para conversar conmigo y contarme lo que estaba haciendo brindándome datos que yo pudiera confirmar luego”.
Y añadió que el objetivo de esas entrevistas era “para escuchar a una persona que lo guiaba para salvar a sus propios hijos -cuya vida según él les dedica y quiere proteger- del estigma de su apellido en nuestra ciudad, realizando alguna obra de bien alguna vez”.
Pero Ragusa consignó que a la salida de una de esas entrevistas, Bonnefoi “fue a su casa y puso un cuchillo en la garganta de su pareja, quien tenía a su bebé en brazos”.
“Jamás he recibido siquiera una nota, para no hablar de una acción, en protección de todas las personas que he mencionado y con motivo de estos hechos. No parecen estar en el listado de las personas de bien que aman a ciertos humanos”, planteó.
“Hago constar una verdad de toda evidencia que es el desgaste jurisdiccional y funcional inútil que ha generado esta acción que inició el Dr. Federico Batagelj con el cabal conocimiento de que no existía motivo para su inicio, como lo acredita la prueba producida y el hecho de que no se ha presentado como querellante en ninguna de las tres denuncias penales que se encuentran en trámite de investigación”, afirmó.
“Pero la consecuencia más dañina que ha tenido la presente acción es decirle a Bonnefoi una vez más que no tendrá ninguna consecuencia por su accionar porque siempre habrá alguien que, por el motivo que sea, estará dispuesto a avalar y a patrocinar su conducta auto lesiva y perjudicial para terceros”, advirtió la jueza.
“Hasta que Bonnefoi no adquiera el conocimiento fehaciente de que no puede seguir usando esos recursos ni seguir dejándose usar por ellos, no se materializará mi esperanza de que se dé cuenta de que su única salida es expresar a quienes estamos esperando esa oportunidad su deseo de resocializarse”, concluyó la jueza de Ejecución Penal de Bariloche.
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