Familiares de víctimas de homicidios exigieron justicia en Bariloche
Se movilizaron esta noche de martes hasta el Centro Cívico para demandar que los crímenes no queden impunes. Demandaron castigo a los responsables.
El pedido de justicia unió a los familiares de adolescentes y jóvenes asesinados en Bariloche en el último tiempo que salieron a la calle a manifestar su dolor. Y, sobre todo, su descontento con los responsables de las investigaciones de los casos o con las sentencias condenatorias que se le impusieron a algunos imputados.
La convocatoria a la marcha surgió de Mariela Martínez, la madre de Lucía, la adolescente que fue asesinada la madrugada del 19 de febrero pasado a manos de otra chica, a la salida de un bar clandestino, que funcionaba en el barrio Nahuel Hue. Y respondieron familiares, amigos y vecinos de varias víctimas que marcharon esta tarde de martes con todo su dolor a cuestas para visibilizar su pedido de justicia.
La marcha comenzó en la zona del Alto de la ciudad y llegó al caer la noche al Centro Cívico, cuando el termómetro bajaba a ritmo sostenido. Los familiares portaban banderas y pancartas con fotos de las víctimas.
Una bandera con el reclamo de justicia por Lucía encabezaba la columna. “¡Se va a acabar, se va a acabar esa costumbre de matar!”, expresaron con fuerza. Inspectores de tránsito municipal facilitaban el paso de las personas que participaban de la movilización y trataban de calmar a los conductores nerviosos que habían sonar las bocinas de sus vehículos.
Los redoblantes no aflojaron hasta que los manifestantes se ubicaron frente al acceso principal a la Municipalidad de Bariloche. El Centro Cívico estaba iluminado.
“Gracias a todos por sumarse. Estamos todos unidos por la misma causa”, afirmó Mariela con un megáfono en la mano. Entre los asistentes estaba el padre de Lucas Caro, que murió tras ser atropellado por Matías Vázquez la noche del 27 de febrero del año pasado en la avenida Bustillo. Vázquez fue condenado a 5 años de prisión.
Los familiares se ubicaron en una especie de ronda con las fotografías de sus hijos, hermanos, primos asesinados en la mayoría de los casos. Los que tomaron la palabra en representación de las familias manifestaron su dolor. Cada palabra que pronunciaron estaba cargada de tristeza e indignación.
Los familiares de Brian Quinchagual lloraban en silencio, cuando una de sus tías habló y exigió justicia por la muerte de su sobrino que fue asesinado en el estacionamiento del supermercado La Anónima del kilómetro 4,400 de la avenida de los Pioneros. Mauricio Bouchaillot está imputado por el homicidio y detenido con prisión preventiva.
También, estuvieron los familiares del joven Santiago Arriagada, asesinado a finales de octubre del año pasado. Un policía retirado está detenido acusado del crimen. «Pasaron ya seis meses de su muerte y todavía lo lloramos en casa», lamentó la hermana de Santiago.
«No es una lucha de uno. Somos un montón los que estamos sufriendo. Pedimos justicia por cada una de las familias que están acá», afirmó una tía de Brian Quinchagual, que agradeció a sus vecinos del barrio Virgen Misionera que acompañaron la movilización. «Mi sobrino solo fue a comprar a un supermercado y lo mataron», denunció.
Beatriz Aranda, la madre de Omar Inostroza reclamó que los jóvenes condenados por causar la muerte de su hijo en el río Manso cumplan la condena. «Yo te recuerdo todos los días, hijo», exclamó su madre, Beatriz Aranda. «No bajen los brazos, pónganse fuertes», les pidió la mujer a los asistentes. Los manifestantes se abrazaron y se dieron ánimo para seguir adelante porque para varias familias la pelea por justicia recién comienza.
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