Estafaron desde una celda del penal de Bariloche con un servicio de grúa fantasma
Así lo señaló el fiscal del caso en la audiencia de formulación de cargos contra Fabio Bonnefoi, que es uno de los imputados. Hay más denuncias de otras víctimas. Las maniobras se descubrieron por las escuchas telefónicas autorizadas por la justicia en otra causa por defraudaciones con la venta de lotes y viviendas del IPPV.
La mañana del 21 de abril pasado, el teléfono sonó en la vivienda de Susana, ubicada en una provincia del norte del país. Un hombre se presentó como Miguel Lozada y le manifestó a la víctima que un pariente de ella había sufrido un desperfecto mecánico y que les pidió ayuda. La mujer confió plenamente en la versión. El hombre le informó cuál era el costo del servicio de grúa y le dio los datos de los CBU de dos cuentas bancarias. La mujer transfirió sin reparos 159.000 pesos. Horas después advirtió que no había ningún familiar con problemas mecánicos y que el servicio de grúa de “Transportes Miguel Lozada” no existía.
En la fiscalía a cargo de Tomás Soto recibieron numerosas denuncias por estafas e intentos de estafas con el mismo procedimiento. Descubrieron esas maniobras a partir de las escuchas telefónicas que la justicia autorizó para otra investigación relacionada con las estafas por la venta de lotes y viviendas del IPPV, que fueron atribuidas a Norberto Gutiérrez y otros imputados que están detenidos con prisión preventiva.
Con esa información que surgió de las escuchas, determinaron que las estafas relacionadas con el supuesto servicio de grúa de «Transportes Miguel Lozada» se hicieron desde la celda 20 del penal 3 de Bariloche. Así lograron identificar a uno de los sospechosos.
Por eso, Soto imputó este miércoles en la audiencia de formulación de cargos a Fabio Daniel Bonnefoi por dos estafas consumadas y varios intentos de estafas que no se pudieron consumar porque las víctimas se dieron cuenta del ardid o porque no tenían el dinero requerido.
El fiscal advirtió que Bonnefoi no actuaba solo. Otro hombre participaba de las estafas telefónicas. Los dos tenían memorizado el guión de la maniobra, que durante varias semanas ejecutaron.
Cómo era la maniobra, según la fiscalía
Soto relató al juez de garantías Juan Pablo Laurence que la investigación comenzó de oficio el 18 de abril de 2022. Las primeras diligencias estuvieron a cargo del fiscal Guillermo Lista, quien inició las pesquisas al tomar conocimiento de la comisión de delitos de acción pública que surgieron de las escuchas telefónicas en la investigación por las estafas con las ventas de lotes y viviendas del IPPV por las que está acusado Gutiérrez.
Soto describió que la maniobra “inició en cada uno de los casos con una llamada telefónica originada desde la celda 20 del Establecimiento Penal III de esta ciudad -lugar donde se encontraba alojado-, y en esas llamadas Fabio Bonnefoi, con la participación de al menos una persona más, cuya identidad aún no fue determinada, tomaban contacto con víctimas de diversas localidades del país, generalmente situadas en provincias del extremo norte y del extremo sur de nuestro país”.
“En estas llamadas, del estilo del «cuento del tío» y en turnos, los autores asumieron, uno la identidad del sobrino o pariente de las víctimas, mientras que el otro asumía la identidad del propietario del servicio de grúas que debía realizar el traslado del vehículo averiado, identificado en todos los casos como «Transportes Miguel Lozada”, sostuvo el fiscal.
Destacó que en algunos casos “Fabio Bonnefoi asumió él mismo ambas identidades, alternando entre ellas entre dos teléfonos celulares”. “Es así como la maniobra iniciaba con uno de los autores realizando llamadas, valiéndose probablemente de guías telefónicas para intentar entablar una conversación con las víctimas», relató.
Soto indicó que los autores de las estafas telefónicas utilizaban para «técnicas de ingeniería social (técnicas de manipulación para obtener información confidencial de las víctimas)». Con esos datos que les brindaban, «lograban asumir la identidad del pariente o sobrino”, detalló Soto.
“Una vez asumida dicha identidad, continuaba la maniobra con el relato de que en la ocasión estaba en viaje para visitar a las víctimas, que sufrió un desperfecto mecánico que lo dejó varado en un lugar remoto, siempre a la vera de una estancia de un tal “Ramón» o “Ruiz” y acto seguido le facilitaba a las víctimas el teléfono de la supuesta grúa para que lo ayude con la gestión del transporte”, indicó.
El servicio de grúa que no existía
“Es así que el coautor, asumía la identidad de «Miguel Lozada» dueño de la supuesta grúa y quien le indicaba a las víctimas que dado que no podía recibir dinero en ruta por cuestiones de seguridad, algún familiar debía hacer de «respaldo económico» y debía realizar el pago por el servicio de manera virtual”, explicó Soto.
Bonnefoi presionaba a las víctimas con el ardid de que si no le garantizaban el pago del servicio no podía comprometer la grúa hasta después de varias horas. “Es así que la víctima se hacía cargo del pago del servicio, para lo que Bonnefoi o su cómplice (dependiendo del rol que cada uno ocupase en ese momento), le aportaba a las víctimas diversas opciones como ser depósitos bancarios en cuentas radicadas en billeteras virtuales, entidades bancarias tradicionales y pagos a través de «Pago Fácil”, afirmó Soto.
Describió ochos intentos de estafas contra personas de la provincia de Misiones, Salta, entre otras. La defensora adjunta Mónica Goye asistió a Bonnefoi en la audiencia.
El juez admitió los cargos formulados por el fiscal y dispuso un plazo de 4 meses para desarrollar la investigación. Bonnefoi está detenido en el penal de Roca donde cumple una condena. Fuentes judiciales, con conocimiento del caso, comentaron este miércoles que todavía quedan unos 60 hechos de estafas e intentos de estafas por atribuirle al cómplice de Bonnefoi.
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