Dos bomberos de Río Colorado detenidos por provocar el incendio de un aserradero
Uno de ellos también es un conocido policía y enfermero de la ciudad. Minutos después del ataque, se sumaron a sus compañeros para tratar de apagar el fuego. Las pérdidas fueron totales.
Dos hombres que cumplen funciones en el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Río Colorado, uno de ellos también policía y enfermero, fueron imputados este fin de semana y se les dictó la prisión preventiva acusados de haber provocado el incendio del aserradero “La Raquelita” y de haber intimidado testigos. Ellos mismos luego trabajaron junto a sus compañeros sofocando el fuego.
El hecho se registró el pasado 12 de agosto, en la zona céntrica de la colonia frutícola de Juliá y Echarren, dejó pérdidas millonarias en la estructura del galpón, maquinarias, trabajos terminados y madera acopiada, e incluso llegó a poner en riesgo de la vida del propietario del lugar que vive en una casa lindante.
El desenlace de este hecho delictivo, que tiene características de un guión de una película, conmovió a la comunidad de Río Colorado y golpeó duramente a todos los integrantes y comisión directiva del cuartel de bomberos, que aún hoy no salen del asombro. Incluso el hecho está siendo analizado en los distintos estamentos gubernamentales locales y de la provincia.
Uno de los bomberos detenidos pertenece al servicio activo de la Policía de Río Negro, mantuvo altos cargos dentro del cuartel central y el que está funcionado en la colonia Juliá y Echarren, mantenía una participación activa dentro de la comunidad, también por su rol de enfermero. El segundo imputado pertenece desde hace varios años al cuerpo de voluntario.
Según el Ministerio Público Fiscal, los acusados “incendiaron el aserradero ‘La Raquelita’ con peligro común para bienes y peligro de muerte para las personas”, poco antes de las 3 de la madrugada del 12 agosto pasado, lo que produjo “la destrucción total del lugar con colapso de paredes y techos”.
¿Cómo se descubrió a los bomberos?
Para dar con los responsables del incendio, peritos del cuerpo de criminalística de Valle Medio, analizaron las cámaras de seguridad del aserradero que pertenece a Darío Esposito.
La Fiscalía Descentralizada precisó que, minutos después de hacer un reconocimiento del lugar, uno de ellos “con la cara cubierta con una chalina oscura y munido de un bidón de combustible que ambos habían comprado el día anterior (…), ingresó al galpón del aserradero donde roció con combustible maderas y las prendió fuego. Salió corriendo con dificultad por una dolencia que presenta en una rodilla y aguardó a que volviera su cómplice” que lo había esperado con el auto en marcha, dándose ambos a la fuga.
Desde allí “regresaron al centro de Río Colorado por calles alternativas, evitando los sectores en los que hay cámaras de seguridad y aguardaron hasta que se produjeron los toques de sirena correspondientes por el alerta de incendio, asistiendo de manera inmediata al Cuartel de Bomberos Voluntarios de Río Colorado” dada su condición de tales. Uno de ellos ostenta jerarquía policial de bombero y el otro colabora de manera voluntaria en el equipo.
Ambos intervinieron en las tareas de extinción del incendio, borrando rastros de su propio accionar previo. Además horas después habrían amenazado a dos testigos, a uno de ellos incluso de muerte, para evitar que mencionaran su participación en los hechos.
En el marco de las primeras tareas en el lugar, uno de ellos, en su calidad de integrante del cuerpo, “intentó distraer las tareas iniciadas ingresando al recinto en el que se encontraba el dispositivo DVR de registro de filmaciones”, aseguró el Ministerio Público fiscal.
La investigación es encabezada por la Fiscalía Descentralizada de Río Colorado, junto con personal del Gabinete de Criminalística de Luis Beltrán, la Unidad comunicaciones de la Regional IV de la Policía de Río Negro y personal policial de la Subcomisaría 70.
Entre la cantidad de indicios recolectados se cuenta con informes requeridos a la Oficina de Investigación en Telecomunicaciones de la Procuración General que analizó líneas telefónicas y dispositivos, el resultado del trabajo de la Brigada de Investigación, las imágenes captadas por cámaras de seguridad y el testimonio de más de una docena de personas.
En el marco de se secuestró el vehículo que habría sido utilizado en el hecho y el viernes pasado con todo el cúmulo de información se realizaron tres allanamientos a domicilios particulares y al propio cuartel de bomberos, todos con resultados positivos.
En una de las viviendas se encontró a ambos imputados y se procedió a su detención que continuará, de manera cautelar por los próximos tres meses, tal lo requerido en la audiencia por la Fiscalía y dispuesto por el Juez de Garantías que admitió la formulación de cargos y abrió la investigación penal preparatoria.
El juez de la causa, Roberto Gaviña, señaló en medios locales que la prisión preventiva tiene fundamento en evitar que se entorpezca la investigación por parte de los imputados y que no se ponderó como agravante el hecho de que sean bomberos o policías.
En estos tres meses la Justicia deberá determinar la responsabilidad de los dos hombres y se determinará si el caso llega a juicio.
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