Dirigió una banda narco en Uruguay, lo condenaron y ahora lo detuvieron con 21 kilos de cocaína
El jueves pasado fue capturado en Roca en las calles Hipólito Yrigoyen y San Juan. Había cumplido una condena por narcotráfico en Ezeiza. Hoy fue indagado por la Justicia Federal.
Emeterio es conocido en el ambiente del narcotráfico y es por eso que cuando los investigadores de la policía rionegrina lo detectaron en las escuchas telefónicas, inmediatamente se dieron cuenta que estaban frente a una banda de amplia trayectoria, con conexiones no sólo en el Alto Valle sino también en Bolivia y Uruguay; y fuertes vínculos con otros cárteles que abastecen de cocaína el mercado del sur del continente.
Emeterio Flores Caballero tiene 56 años, es de origen boliviano y fue condenado por el Tribunal Oral Federal N°2 de La Plata a 5 años y 6 mes de prisión por el delito de «contrabando agravado por tratarse de sustancias estupefacientes destinadas a ser comercializadas fuera del territorio nacional y por la participación de tres o más personas en calidad de autor e instigador o cómplice».
En ese juicio se comprobó que junto a su hijo, había participado del transporte de por lo menos 45 kilos de cocaína que habían ingresado al país desde Bolivia, y tenían como destino final Uruguay.
La investigación comenzó en octubre de 2015 cuando detectives de la Unidad de Operaciones Especiales Antidrogas de la Gendarmería recibieron un mail enviado por la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas de Uruguay sobre una banda narco integrada por ciudadanos de los tres países.
En enero del 2016 su hijo Juanito fue detenido en medio de un embarque que había salido desde la isla de Tigre y que tenía como destino las playas uruguayas.
Emeterio fue aprehendido tiempo después y cumplió parte de su condena en la cárcel de Ezeiza donde fue liberado en agosto de 2020, tras alcanzar un beneficio judicial.
El hombre apareció nuevamente en escena en diciembre del año pasado cuando los investigadores de la Brigada de Toxicomanía de Roca y Cipolletti lo vincularon a los nexos locales de la banda del «Águila Blanca» (sello aparecido en los panes de cocaína) que fue desarticulada el jueves de la semana pasada. Los procedimientos terminaron con cuatro detenidos, y entre ellos se encuentra Flores Caballero, quien está alojado en la Unidad Penitenciaria Federal N° 5, de Roca, confirmaron las fuentes de la policía.
Durante estos meses siguieron los pasos de Emeterio quien descansaba en distintos hoteles -siempre por muy corto tiempo- y acompañaba los cargamentos hasta el lugar donde se distribuía la droga donde también se garantizaba el pago del dinero. Por eso, además de los 21 kilos de cocaína se secuestraron unos 300 mil pesos.
Fuentes cercanas a la investigación llamaron la atención por el sello hallado en la cocaína y lo vinculan a otros cárteles que operan en el norte del país y que ingresan la droga de manera ilegal a través de distintos pasos fronterizos.
El sospechoso fue trasladado junto a sus cómplices hoy a los tribunales federales de calle San Martín y España, donde fue indagado en la causa por tenencia de estupefacientes que lleva adelante el juzgado a cargo de Hugo Greca.
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