Crimen de Facundo Castillo: inexplicable retraso en el traslado del detenido
Ramiro Gutiérrez, imputado por atropellar y matar a un joven en Cipolletti, continúa en una comisaría. Hay una orden para que sea trasladado a un penal desde el año pasado.
La audiencia de reformulación de cargos se realizará por Zoom. Foto: archivo
Ramiro Gutiérrez, acusado de atropellar y matar a Facundo Castillo a la salida de una fiesta en Cipolletti, continúa detenido en una comisaría de la zona. Nadie explicó oficialmente el motivo por el que no fue trasladado a un penal, como ocurre con todas las personas que se encuentran en prisión preventiva. La investigación transita sus últimos días, al menos desde los plazos procesales.
Hay una orden firmada por una jueza que dispuso el trasado a un penal de la provincia. El fin de semana del 19 de diciembre del año pasado, a la salida de una fiesta que se realizó en la Finca La Nonina, en Cipolletti, Gutiérrez, según la acusación, atropelló a Facundo Castillo luego de un incidente.
La fiscalía y la querella plantearon que Gutiérrez utilizó su costosa camioneta como si fuese un arma y esa plataforma deja al detenido en las puertas de un juicio por jurados. La víctima murió horas más tarde en el hospital de la ciudad.
La jueza Rita Lucia, después de la formulación de cargos, dictó seis meses de prisión preventiva. Y durante la feria judicial de enero la jueza Florencia Caruso encabezó una segunda audiencia por distintos recursos.
Allí autorizó la detención provisoria del acusado en una comisaría ya que en ese momento padecía un problema de salud. El mismo día que atropelló a Facundo, Gutiérrez sufrió una fractura de mandíbula en una pelea, que para la fiscalía y la querella fue el móvil de su acción.
Por eso, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Se ordenó en esa audiencia de enero que cuando recibiera el alta médica debía ser trasladado a algún penal de la provincia.
Hoy, el abogado de la querella Juan Manuel Coto confirmó que a pesar de que esa decisión está firme, el detenido continúa en una comisaría. El plazo de investigación de cuatro meses, además, está a poco de caducar. En consecuencia debería realizarse pronto el control de acusación.
Un informe de RIO NEGRO publicado el viernes de la semana pasada, reveló que crece el número de detenidos en comisarias de la región, situación que no está contemplada en la ley.
Algunos defensores consultados indicaron que la reforma procesal penal aceleró los procesos y en consecuencia incrementó la población penitenciaria, aunque admitieron que se verifican retrasos en los beneficios de libertad que tramitan ante el juzgado de ejecución de Cipolletti.
Ello provoca un cuello de botella y se echa a mano a prisiones domiciliarias, con pulseras electrónicas que son poco efectivas para delincuentes peligrosos, a detenciones en comisarías.
Las comisarías de la zona cuentan con pocos calabozos y la mayor parte del tiempo los detenidos deambulan por el patio o por los sectores sin acceso al público. La seguridad es mucho más laxa y las condiciones de detención más favorables que las de un penal.
Amenazas
En la audiencia de revisión que encabezó Caruso, durante la feria judicial, se ventiló que Gutiérrez recibió amenazas tanto desde los penales de Cipolletti y de Roca. “A mi familia les llegó un video con amenazas de que me están esperando en los penales”, dijo el imputado sobre el cierre de una audiencia de revisión.
Desde el servicio penitenciario se informó que había un lugar en Viedma, por eso Lucía, antes de esta audiencia de enero pasado, ordenó su traslado pero la defensa se opuso.
Argumentó tres razones: por la situación médica, la lejanía con su entorno familiar y la necesidad de mantener un “permanente” contacto con el imputado para trabajar en la defensa del caso.
Por eso, Caruso dispuso que se mantenga esta disposición hasta el 1 de febrero, pero dejó en claro que no puede permanecer más tiempo en una comisaría porque no tiene las condiciones mínimas de habitabilidad y que debe ser trasladado a un penal.
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