Corrientes: brutal doble femicidio de una mujer y una niña

Los crímenes ocurrieron en el paraje Parada Acuña. Buscan intensamente a un hombre de 41 años.

La víctima mayor tiene 22 años y el sospechoso 41.

En Corrientes no salen de la conmoción por el doble femicidio de un paraje rural. Isondú Marisel Fernández, de 22 años, y Aitana, de 9, dos hermanas con domicilio en el paraje Parada Acuña del departamento correntino de Monte Caseros, fueron asesinadas de manera brutal: a la mayor la mataron a puñaladas mientras que la niña fue estrangulada, al parecer, con el cinto de su guardapolvos.

Fuentes judiciales indicaron que por el doble femicidio, la Policía provincial busca intensamente a un hombre al que identificaron como Arturo “Antoñito” Villalba (41), un hombre de la zona. Sin embargo, no descartan otras líneas investigativas.

El hecho fue descubierto pasadas las 18 de ayer por la pareja de la mayor de las víctimas, un joven de 24 años identificado como Miguel Andrés Zárate -peón rural-, cuando volvió a su casa del trabajo. De acuerdo con lo que le dijo a la Policía, vio a Villalba salir a toda velocidad del lugar y al entrar al domicilio observó la escena de horror en su casa. Por lo pronto, Zárate no es el principal sospechoso.

Fuentes del caso consultadas por este medio indicaron que la coartada de la pareja de Isondú Marisel es sólida. “Dijo que volvió del trabajo a las 18, testimonio que fue respaldado por su empleado”, dijo. Hay otro dato que fortalece aún más el testimonio de Zárate: de acuerdo con los detalles preliminares observados por la médica forense, la data de muerte “por mucho sería las 16 horas”. La pareja de Marisel, no obstante, permanece demorada mientras se intensifica la búsqueda de Villalba.


Doble femicidio en Corrientes: el rastro del sospechoso y la escena del crimen


Ayer, la División Canes que llegó a Paso de los Libres logró rastrear al sospechoso hasta el borde de la Ruta Provincial Nº25, que es un camino de ripio. En ese punto “es probable que a dedo lo hayan alejado del lugar”, agregó un investigador. Mientras tanto, se recolectan pruebas en la escena del crimen.

A unos 15 metros de la casa, en una zona de vegetación densa, la Policía descubrió un trozo de cable, una silla y un buzo, por lo que tienen la firme sospecha de que quiso ahorcarse. También secuestraron un machete, un cuchillo, tres teléfonos celulares y unas zapatillas con manchas de sangre que estaban debajo de la cama donde se encontró el cuerpo de la niña de nueve años.

El examen forense dijo que el cuerpo de Isondú Marisel presentaba signos de violencia. Además de dos puñaladas, presentaba golpes compatibles con machetazos en los antebrazos. “Indicio claro de que intentó defenderse”, agregó la fuente. Por el momento, se descartó un ataque sexual.

En cuanto a la niña suponen que pudo haber sido estrangulada con el cinto de tela de su propio guardapolvo. Los investigadores sospechan también que fue la primera víctima, ya que esa prenda no tenía mancha de sangre alguna, como sí el resto de la casa. Es decir, el asesino habría ahorcado a la menor y luego atacó a cuchillazos y con un machete a la joven de 22 años.

Con información de Infobae


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