Así fue el asesinato de ocho tiros en la cabeza de un acusado de abuso en Plottier

El fallecido y el autor del crimen vivían separados por una medianera en una toma de Plottier. Paso a paso, cómo fueron los incidentes que terminaron con el homicidio.

Julio Enrique Maidana (52) y Julio Damián Martínez (31) compartían medianera en la toma Evita de Plottier. Eran conocidos por los vecinos del barrio y por la policía. Se habían denunciado mutuamente varias veces en los últimos años, e incluso llegaron a dirimir sus diferencias a balazos: en 2018, Martínez le impactó dos tiros en las piernas.

En la audiencia de formulación de cargos, realizada este martes, la fiscal de Homicidios Eugenia Titanti detalló los elementos reunidos hasta ahora por la investigación. Martínez está con prisión domiciliaria por dos meses, una medida atenuada para los parámetros que maneja el fuero penal.

El pasado domingo 23, Martínez fue uno de los primeros en salir a la calle cuando se corrió la voz de que Maidana había intentado abusar de una adolescente de 17 años. La interceptó cuando iba a hacer una compra, la tomó del brazo y le dijo «vas a ser mía».


Un «tumberazo»


La fiscal Titanti y el asistente letrado Narvaez. (Yamil Regules)

Ella logró escapar, fue corriendo a su casa y les contó lo sucedido a sus familiares. Una hermana fue a la casa de Maidana, una vivienda precaria sin luz artificial. Eran pasadas las 22 y se veía muy poco (la zona carece de iluminación artificial), pero lo suficiente: el agresor tenía un cuchillo de 41 centímetros de hoja y un arma de fabricación casera, una tumbera, hecha con dos caños de gas de 70 centímetros.

Maidana «me dio un tumberazo», relató la hermana, quien salió de la casa con la cara sangrando.

Para entonces, pasadas las 23, se habían sumado más protagonistas: había llegado un móvil policial, y entre 15 y 20 vecinos dispuestos a prender fuego la precaria vivienda de Maidana. Estaban hartos: en su contra habían presentado una gran cantidad de denuncias (se habla de 20) y ninguna tuvo resultado. El Ministerio Público Fiscal debe dar una respuesta clara sobre este punto.

Maidana ante la gran cantidad de vecinos que habían comenzado a incendiar su vivienda, optó por escapar. Un oficial de policía de apellido Dinamarca se lanzó a perseguirlo pero tuvo que dar un rodeo para esquivar un perro Pitbull que había en el patio.


Frente a frente


Martínez (a la izquierda) y su defensor Marazzo. (Yamil Regules)

Cuando por fin estuvieron frente a frente, el policía le dio la voz de alto y disparó a las piernas sin herirlo. A Maidana se le cayó la tumbera. Según el defensor público Pablo Marazzo, el oficial Dinamarca también perdió su arma reglamentaria.

Fue en ese momento cuando apareció Julio Martínez con una pistola Bersa calibre 9 milímetros. Sin decir palabra, desde una distancia estimada por los forenses entre 1,5 y 2 metros, disparó ocho veces a la cabeza de Maidana quien estaba desarmado. El último de los balazos fue cuando la víctima ya estaba en el suelo sin vida.

De acuerdo con la autopsia, el cráneo de Maidana presenta 8 orificios de entrada y 8 de salida, cinco de ellos en el lateral izquierdo, en la oreja y el ojo izquierdos, la ceja y la nuca.

Martínez, según los testigos, «estaba como ido». Lo detuvieron de inmediato y le secuestraron el arma, de la cual es legítimo usuario pero no tendría permiso de portador. La pistola no es la misma que utilizó en 2019 para balear en las piernas a Maidana.

El defensor Marazzo señaló que «la autoría de los disparos no se objeta» pero la encuadró en la legítima defensa de un tercero, en este caso el policía Dinamarca. «La vida del oficial corría peligro. ¿Qué hubiera pasado si Martínez no actuaba?», se preguntó.

También evocó las denuncias cruzadas entre Martínez y Maidana, y las reiteradas presentaciones de los vecinos por agresiones y amenazas del fallecido.

Por su parte, familiares de la adolescente a la cual Maidana intentó agredir dijeron que «no teníamos intención de que lo mataran, queríamos entregarlo a la policía».


Julio Enrique Maidana (52) y Julio Damián Martínez (31) compartían medianera en la toma Evita de Plottier. Eran conocidos por los vecinos del barrio y por la policía. Se habían denunciado mutuamente varias veces en los últimos años, e incluso llegaron a dirimir sus diferencias a balazos: en 2018, Martínez le impactó dos tiros en las piernas.

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