Plantarán dos hectáreas de marihuana en el INTA de Guerrico
Es la primera vez que se realizará en el país a través de organismos públicos. La siembra comenzará a principios del año que viene. En la experimental se harán invernaderos, una planta de secado y un laboratorio en colaboración con organizaciones que vienen trabajando el tema.
Que los miles de cultivadores que plantan marihuana con fines terapéuticos dejen la clandestinidad. Que los pacientes reciban el aceite que alivia sus enfermedades a un precio justo y sin necesidad de esconderse. Que los médicos que sostienen que existen pruebas de mejorías puedan indicarla fácilmente. Que una ley muerta cobre vida y se cumpla.
Esas, entre otros, son los objetivos del proyecto para plantar dos hectáreas de cannabis con fines terapéuticos, científicos y de investigación que llevan a cabo el INTA Centro Regional Patagonia Norte y la asociación civil Ciencia Sativa.
El proyecto se presentó al Ministerio de Salud de la Nación hace un tiempo y fue aprobado. Es la primera vez que se realizará en el país a través de organismos públicos y es un paso de vital importancia para que se comience a cumplir lo dispuesto en la Ley 2.7350, que regula el uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados, promulgada el 29 de marzo de 2017.
“No se puede arrancar con muchas hectáreas, dos es mucho y para arrancar está muy bien”, dice Mariana Amorosi asistente de planificación regional del INTA Patagonia Norte, quien subraya los puntos innovadores de esta propuesta.
“Deben estar todas las opciones: una regulación integral de autocultivo, los privados y la producción estatal a un costo accesible.”
Gabriela Calzolari, presidenta asociación Ciencia Sativa.
A nivel nacional, solo hay un proyecto de estas características en Jujuy, pero lo llevan adelante la provincia y una empresa privada estadounidense que puso el financiamiento. Otra diferencia, es que en este proyecto por primera vez se toma en cuenta el saber de los que vienen trabajando y luchando desde las asociaciones civiles y ONG.
Como explicó Mariana Amorosi desde las asociaciones investigan desde hace años: “Ciencia Sativa canaliza las demandas de los usuarios. Vienen trabajando en el tema cultivos, al margen de la ley y así son perseguidos, etc. Ellos son los que tienen el saber. Es como con el productor frutícola, se comparte la experiencia entre el ingeniero y el productor; y lo mismo se hará acá”, dijo y aseguró que no hay antecedentes de este tipo en el país.
Para Gabriela Calzolari, presidenta de la asociación civil Ciencia Sativa el estado está en pañales en este tema. “Por eso, estamos orgullosos que el INTA haya aprobado el trabajo en conjunto con una ONG. Ellos no tienen experiencia en cultivo de cannabis y necesitan este know -how de los cultivadores”, destacó.
En la experimental se harán invernaderos, una planta de secado y se ocupará un laboratorio. El tema de la elaboración de los aceites todavía se está diseñando, pero están en contacto con los laboratorios públicos de las provincias, porque la idea es que todo se realice en el ámbito público.
Ellos (las ONG que cultivan cannabis) son los que tienen el saber. Es como con el productor frutícola, se comparte la experiencia entre el ingeniero y el productor; y lo mismo se hará acá”.
Mariana Amorosi, asistente de planificación regional del INTA Patagonia Norte.
“Somos optimistas que en la medida en que el estado vaya probando más cultivos y haya más disponibilidad, el programa se amplíe”, dijo Calzolari y explicó que la iniciativa apunta a que “los fitopreparados no sean de alto costo, como posiblemente sí lo sean los de Jujuy. Una empresa espera el retorno de la inversión. Con la intervención de las provincias, el costo y el precio son equitativos”.
Los integrantes de Ciencia Sativa resaltaron que el cultivo de cannabis ya de por sí es caro en tanto requiere ciertos parámetros de calidad. La temperatura, la humedad, el ph del suelo inciden en el cultivo. Necesitamos un invernadero con algún tipo de tecnología. De todos modos, una pequeña parte del cultivo será al aire libre para ver qué pasa con nuestro clima y habrá pruebas botánicas.
Para plantarse bien
El 80% de la gente que podría usar cannabis medicinal para mejorar su calidad de vida, hoy queda afuera de la ley que regula su empleo con fines medicinales. La norma solo contempla los casos de epilepsia refractaria (y con preparados importados que no a todos les funciona). De modo que la mayoría accede al cannabis a través del circuito desregulado o ilegal.
“Hablamos de pacientes oncológicos, personas de la tercera edad y gente con dolor crónico. Estados Unidos dejó de investigar el cannabis para el dolor porque ya hay sobrada evidencia de que funciona”, argumentó Gabriela Calzolari, presidenta de la asociación civil Ciencia Sativa.
Los integrantes del proyecto estiman la puesta en marcha del cultivo en 2020. Consideraron la aprobación del Ministerio de Salud como el paso más importante.
El OK de Seguridad
Ahora, aguardan la aprobación del predio por parte del Ministerio de Seguridad ya que establece varias condiciones para cultivar, como la instalación de las cámaras de seguridad, personal policial y rejas, entre otros.
“La idea es darle vida a la ley que sigue siendo vacía” definió Calzolari al tiempo que recordó que la norma sólo habilita el cultivo a partir de proyectos de investigación. Por eso, se habla de cultivo experimental.
“No quiere decir que los fitopreparados no vayan a llegar a la gente. Pero los hospitales o centros de salud públicos tendrán que armar protocolos de investigación, hacer sus propios registros y evaluaciones”, especificó Calzolari.
Charla debate
- 22/11
- Ese dúia y para difundir este plan se realizará una “Jornada Patagónica de cannabis: salud, cultivo y ciencia” en el Centro Cultural de Cipolletti. Comenzará a las 8 de la mañana. En la presentación participarán médicos que vienen trabajando con cannabis medicinal, asociaciones, ingenieros agrónomos y usuarios.
En una etapa posterior se autorizarán a los centros, médicos y grupos de trabajo de la Universidad Nacional del Comahue y Río Negro a recibir materia vegetal para emprender estos protocolos de investigación.
La segunda etapa del proyecto será la creación de un banco de germoplasma (de semillas) para realizar trabajos genéticos en Bariloche aunque aún no está aprobada.
Para la abuela de Joaquín, es “una excelente noticia”
Por Vanesa Miyar
“Es una excelente noticia que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) comience a cultivar. Es nada más y nada menos que empezar a cumplir con lo que ordena la ley, que insta a nuestro país a investigar sobre el cannabis mediante el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). Y a cultivarlo a través de un organismo científico estatal”.
Con estas palabras, María Eugenia Sar, que lidera la asociación “Cannabis terapéutica SAO y Las Grutas”, celebró el anuncio del primer proyecto de cultivo de estas plantas que el INTA efectuará en la provincia.
María es abuela de Joaquín, un niño de esta villa turística que padece síndrome de Tourette. Tiempo atrás, la mujer acudió a la Justicia para solicitar que se apruebe el tratamiento con aceite de marihuana que recibe el nene.
Hasta ahora logró que la obra social se lo pague, pero la Anmat prohíbe importarlo. La familia inició una campaña para reclamar que la Justicia autorice el autocultivo a su familia, para garantizar el aceite para su tratamiento. Surgió a partir que la Cámara Federal de Roca revocó el fallo de la jueza Mirta Filipuzzi de Viedma, que lo había autorizado.
“Estamos muy conformes porque además el INTA fue muy respetuoso y convocó a compañeros muy queridos que están trabajando activamente en distintas asociaciones para participar del proyecto. Se nota el reconocimiento a la actividad que vienen realizando los cannabicultores. Realmente es un verdadero avance” finalizó Sar.
Una asociación integrada por científicos, profesionales e idóneos
La asociación Ciencia Sativa está integrada, en su gran mayoría, por licenciados en Biología, aunque también hay comunicadores, profesores y especialistas en terapéutica cannábica. Trabajan en conjunto con un comité de cinco médicos.
Ciencia Sativa asesora a 60 familias que hoy cultivan cannabis y hacen tratamientos. Desde hace cuatro meses, realiza ateneos en el Colegio Médico. “Hay mucho interés por parte de los profesionales de la salud que necesitan dar respuestas a la gente que usa cannabis”, dijo Calzolari.
El rol del laboratorio provincial
Desde 2018, Río Negro cuenta con un laboratorio provincial de medicamentos (exProzome) en Viedma. Profarse se convirtió en el sexto laboratorio público -de un total de 40- habilitado para elaboración de medicamentos en Argentina.
“El procesamiento de la materia vegetal aún no está definido. La ley establece que la prioridad sean los laboratorios públicos. Es nuestra ilusión que el Profarse se sume al proyecto para hacer el procesamiento”, señaló Calzolari.
Por otra parte, la legisladora Daniela Agostino propuso crear una sociedad del estado en la provincia para producir, industrializar y comercializar aceite de cannabis con fines medicinales.
“Hay una demanda que no para de aumentar”, dijo la autora del proyecto de ley que hasta ahora, no prosperó.
La legisladora barilochense recordó que “ante las limitaciones legales para el autocultivo cada vez más las familias terminan recurriendo a la justicia. Somos nosotros quienes debemos legislar para permitir el autocultivo, despenalizándolo”.
El uso de cannabis en el mundo
+ Beneficia a 2,5 millones de pacientes y sus médicos en EE.UU . Miles lo usan en Canadá y en 40 países: Alemania, Inglaterra, Israel, Australia y Dinamarca, entre ellos.
+ En Chile se realizó el primer cultivo legal de cannabis medicinal en Latinoamérica. Desde el 2006 el cultivo personal para uso terapéutico está despenalizado.
+ Uruguay legalizó en 2017 la producción de marihuana con fines científicos, industriales y farmacéuticos. Ya realizó la primera exportación a Australia.
Comentarios