Piden aportes a empresarios para combatir el hambre en Bariloche

El gobierno de Gennuso quiere que los supermercados aporten, no para el caso puntual de las fiestas, sino como ayuda a la crisis nutricional que atraviesa la ciudad.

El gobierno municipal convocará a las cámaras empresarias para proponerles un acuerdo que favorezca el empleo local y trabaja al mismo tiempo para canalizar donaciones de alimentos por parte los supermercados y distribuidores mayoristas.

Esas y otras medidas orientadas a afrontar la creciente demanda nutricional surgieron en la primera reunión convocada por el municipio para aplicar la ordenanza de emergencia alimentaria, de la que participaron representantes de organizaciones sociales, iglesias, sindicatos, comedores y juntas vecinales.

El secretario de Desarrollo Humano Integral, Juan Pablo Ferrari, informó sobre los detalles de ese encuentro y aclaró que la idea no es sólo disponer un refuerzo de los programas nutricionales y la asistencia a comedores, sino “apuntar al tema de fondo, que es la generación de empleo”. Ése fue el reclamo que llevaron a la reunión el sindicato gastronómico y el que agrupa a los trabajadores de comercio.

La principal expectativa, dijo Ferrari, está puesta en las políticas alimentarias que prometió desplegar el nuevo gobierno nacional. Dijo que llegarían a Bariloche (y al resto del país) por dos vías: una tarjeta para compra de alimentos por parte de las familias beneficiarias y aportes económicos al municipio para sostener comedores y programas alimentarios.

En la reunión multisectorial surgió la necesidad de “sumar a los empresarios, con compromisos concretos”. Foto: Alfredo Leiva

A la vista de esas iniciativas, el gobierno de Gennuso aceptó dar vía libre a la ordenanza de emergencia alimentaria, cuya aprobación mantuvo bloqueada durante un año gracias a su mayoría en el Concejo.

Ferrari admitió que si la aprobaron fue para acceder a la ayuda nacional, porque sin la ordenanza sería imposible.

Aclaró sin embargo que “lo digno es que la persona tenga trabajo” y por eso en la reunión multisectorial surgió la necesidad de “sumar a los empresarios, con compromisos concretos”.

Ferrari dijo que por un lado trabajan “en la forma de canalizar la donación de alimentos”. Ya hay contactos establecidos con los principales comercios del rubro y el paso inmediato será reglamentar la ordenanza que fue aprobada en ese fin hace ya ocho meses.

Otra vía es generar un convenio para que las empresas locales otorguen prioridad a los trabajadores de Bariloche, especialmente en temporada alta de turismo. “Salió la idea de convocarlos y hacer esta firma –dijo Ferrari–. Vamos detrás de un pacto social y la gestión está a cargo de la jefatura de Gabinete”.

El municipio pasó de repartir 800 módulos alimentarios mensuales a un total de 2.000. Foto: Alfredo Leiva

El pacto apuntaría a generar instancias de capacitación, especialmente para jóvenes, y favorecer “la inclusión con empleo”. El jefe de Gabinete, Marcos Barberis, confirmó que trabajan en esa línea y que tiene previsto convocar a las cámaras empresarias para la próxima semana. Admitió que ya existe un régimen de rebajas tributarias a las firmas que aumentan su planta de empleados, pero no sería suficiente.

En lo relacionado con la donación de alimentos, Barberis explicó que una de las cuestiones a resolver es el recelo de las empresas y supermercados para entregar mercadería con fecha de vencimiento muy próximo –de eso se trataría la operatoria–, que luego sea consumida fuera de término y provoque algún problema de salud.

Barberis desvinculó el acuerdo que buscan alcanzar de la cercanía de las fiestas. “No es por una urgencia puntual sino para establecer un mecanismo permanente”, aseguró.

La crisis avanzó en estos cuatro años

Ferraris dijo que el gobierno municipal, aun sin suscribir la emergencia alimentaria, no se desentendió del tema y este año “ya se ejecutaron en un 123%” las partidas destinadas a planes nutricionales y asistencia a comedores.

Según el funcionario, la situación de déficit nutricional “se agravó en estos cuatro años y nadie desconoce la existencia de merenderos y comedores” en casi todos los barrios del Alto y algunos del oeste. “Sería necio negarlo -refirió-. El municipio pasó de repartir 800 módulos alimentarios mensuales a un total de 2.000”.

Sobre los planes específicos en el marco de la emergencia dijo que aplicarán mayores recursos a los comedores que los necesiten y esperan que comiencen a “bajar” las decisiones que tome el gobierno nacional.

“Queremos creer que sí” contestó Ferrari cuando se le preguntó si parte de esos recursos llegarán en forma directa al municipio.


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