Piden 10 años de prisión para el autor de un violento robo en Bariloche
La fiscalía solicitó esa pena para el acusado, Sandro Bonnefoi, de 25 años, que ya fue declarado culpable. El asalto ocurrió en una pollería en febrero del año pasado.
El fiscal Tomás Soto solicitó a los jueces Marcos Burgos y Marcelo Álvarez Melinger y la jueza Romina Martini que le impongan una pena de 10 años de prisión a Sandro Bonnefoi (hijo) por el violento robo con arma blanca cometido en una pollería de Bariloche. Durante el asalto lesionó al propietario del pequeño comercio.
El tribunal declaró a finales de junio pasado a Bonnefoi como autor penalmente responsable del delito de robo calificado por el uso de arma blanca y por haber sido cometido en un lugar poblado y en banda. Pero faltaba el juicio para definir la pena.
La audiencia se hizo el jueves y Soto, junto con el fiscal adjunto Gerardo Miranda, expusieron los argumentos para solicitar 10 años de prisión para Bonnefoi. Fuentes judiciales informaron que los fiscales recordaron que el imputado ya tiene dos condenas, una de ellas, “también por robo con armas”. Además, alegaron que varios testigos presentados por el defensor particular Alejandro Pschunder, se contradijeron en la audiencia. La defensa pidió la pena mínima de 5 años de prisión para el joven.
El acusado tiene prisión domiciliaria con pulsera electrónica. Las fuentes dijeron que el juez Gregor Joos le había concedido ese beneficio tiempo atrás porque tuvo en cuenta que el imputado, de 25 años, sufre de epilepsia.
Los jueces declararon a finales de junio pasado culpable a Bonnefoi del robo agravado cometido la noche del 13 de febrero de 2020, en una pollería ubicada en la calle Morales de Bariloche.
El tribunal concluyó que la fiscalía había probado que el acusado había sido el autor del hecho delictivo. Valoraron que el comerciante asaltado había identificado de manera contundente al imputado como la persona que lo había atacado.
Además, hallaron manchas de sangre de la víctima en la campera y el pantalón secuestrado en un allanamiento en el domicilio del acusado.
En el robo participaron otros dos delincuentes. Uno de ellos fue condenado en un juicio abreviado, mientras que el tercero aún no fue identificado.
Los tres compraron una cerveza. Cuando se habían retirado los clientes, uno de los asaltantes sacó una navaja y se ubicó detrás del dueño del comercio, le apoyó el arma blanca y le ordenó que se tirara al piso. Otro asaltante sacó de la caja registradora la recaudación. La víctima intentó liberarse, pero en el forcejeo sufrió un corte en una mano.
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