Pesar por la partida del periodista e investigador de folclore Héctor Alegría
A los 78 años falleció quien supo integrar los equipos de LU5 y LU19, aquí en el Valle, hace varias décadas. Desde 1997 estaba radicado en Chos Malal.
Dolor en el ámbito del folclore, la danza, las letras, la historia regional, y tantos otros por los que anduvo Héctor Alegría, cipoleño de nacimiento, pero vecino del norte neuquino desde hace más de 20 años. Complicaciones cardíacas lo trajeron derivado hasta una clínica de Neuquén Capital, donde falleció esta tarde. Pero su recuerdo y el aporte que hizo al resguardo de la cultura regional perdurarán más allá de las despedidas.
Desde su promoción y difusión de la cueca neuquina, el rescate del origen de familias pioneras, la recopilación de leyendas, hasta la gastronomía y la religiosidad popular, todo pasó por el escritorio y la biblioteca de Alegría. En 2019 había conversado con «RÍO NEGRO» para compartir algo de todo lo que sabía, en aquella oportunidad, relacionado con la historia del cementerio de la antigua capital neuquina y las tradiciones que guarda la zona en torno a ello.
Tal como enumeró la historiadora Vicky Chavez, publicó libros y editó la revista Caleuche, publicación bimestral de carácter cultural, fue premiado en varias antologías de poesía y narrativa, condujo por radio Nacional Chos Malal el programa «Argentina Interior» y fue cofundador del Encuentro de Estudiosos del Folklore, Artesanías e Indigenismo de la Patagonia, iniciado en 1982 en Allen. Agregó además su paso por LU5 y LU19, de la que fue director.
A comienzos de este año, en el mes de enero, se le entregó la declaración de interés cultural y turístico que reconocía su labor, emitida por el Ministerio de las Culturas de Neuquén. Fue en un acto en Epulauquen, donde lo destacaron como «hacedor del patrimonio cultural, que busca dejar el legado histórico de las costumbres y tradiciones del Norte Neuquino para las futuras generaciones».
Padre de tres hijas y esposo de Elizabeth, disfrutó de ocho nietos mientras siguió con su vocación hasta el final. Quedaron impresas 10 copias de prueba de su último libro: «Bailes del Neuquén», que esperaban su regreso de la capital, para ser presentado oficialmente.
«Creemos que nos hemos ganado un lugarcito en el rincón de la memoria y que nuestro tránsito por el lugar donde vivimos, ha dejado su impronta. Sencilla, modesta, pero con muchas ganas. Si al correr del tiempo, acaso nos recuerden, será nuestra recompensa más valiosa. La que llega cuando los sueños siguen estando, aunque inexorablemente se topen con el alba”,
las palabras de Alegría, que rescató su amigo y colega, Isidro Belver.
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