“Perdimos otra vez”

Si fuera poeta haría una oda al seleccionado argentino de fútbol que acaba de perder la final de la Copa América Centenario, es decir un cantar elogioso seguido de una reflexión. No lo soy, así que la oda es metáfora.

Seguramente pudieron jugar mejor y fallaron en la definición, pero este grupo de compatriotas llevó una vez más al representativo nacional a una final, que con un poco de suerte pudo haber ganado, y esa circunstancia ya es una actuación deportiva muy destacada, más teniendo en cuenta que se lo premió por su juego limpio.

Ganar o perder muchas veces es cuestión de azar, pero inclusive perder merecidamente ante un adversario que en la ocasión resultó superior no debiera considerarse un fracaso, sino en todo caso un motivo para mejorar el desempeño en un próximo intento.

Mucho más grave parece la extrema admonición “si no ganan no vuelvan”, que nadie con sano juicio le haría a un ser querido o apreciado que va a competir en cualquier ámbito. Los medios mostraban un gran número de entusiastas convencidos de que no cabía otra opción que el triunfo, creencia errónea que prácticamente descarta la idea de competencia.

Hasta Martino parece haber incurrido en ese yerro. Y para colmo, en un programa televisivo de estos días, uno de los futbolistas más habilidosos de la historia recordaba con regocijo, en una pretendida justificación del gol con la mano a los ingleses, que en Villa Fiorito lo hacía con frecuencia, con el risueño festejo del conductor Víctor Hugo Morales, quien sentenció: “La trampa es parte del deporte”, aunque todavía no fue instituido el premio a la mejor trampa o al más tramposo.

Resulta una perogrullada decirlo, pero lo importante es competir, y por cierto, hacerlo honestamente con nobleza engrandece a los deportistas, fomentando su reconocimiento y el buen ejemplo.

Si sólo importa ganar, volveremos a perder… mucho más que un partido de fútbol o un torneo.

César B. López Meyer

DNI 5.404.634

César B. López Meyer

5.404.634