Paz en aulas y recreos: los chicos saben lograrla
Río Negro apuesta sus fichas a la mediación escolar.
ROCA (AR).- El detonador aparece en un juego, la carrera para llegar primero a la puerta o los lápices prestados y no devueltos a tiempo. También en la burla, exclusión o discriminación por razones sociales o económicas. Diversos pueden ser los motivos para que dos chicos peleen en la escuela primaria. Y al ritmo de la profundización de la crisis del país, en los últimos años los conflictos aparecieron con más asiduidad, como también con más gravedad.
¿Dónde buscar la solución? ¿En los mismos alumnos? La mediación escolar pone sus fichas a ganador en Río Negro.
En la provincia son cada vez más los docentes y alumnos capacitados para transformarse luego en mediadores y formadores de nuevos «especialistas» en pacificar relaciones conflictivas nacidas en el aula o el recreo.
La experiencia es conocida en Viedma, donde 140 chicos del nivel primario tienen el certificado que los habilita a intervenir ante una diferencia entre pares. También en Bariloche donde más de 70 docentes y estudiantes arribarán en agosto al final de la instrucción. Y en estos días llegó el turno de Roca, donde otros 70 profesionales forman parte del programa «Educación para la Paz y Mediación Escolar», a cargo del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
Con módulos coordinados durante lunes y martes por la Dirección de Participación Ciudadana del Ministerio de Gobierno de Río Negro, los principios básicos de esta pedagogía pacífica están diseñados para eliminar los factores de violencia de la educación.
«La idea es fomentar entre los alumnos el uso del diálogo, el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje de procesos que lleven a buscar soluciones propias. Además, se pretende inculcar la adquisición de habilidades de comunicación, el establecimiento de una democracia participativa, la comprensión y manejo de la agresividad y de la violencia y la promoción de modos de confrontación no violentos», explicó la capacitadora Andrea Lapasset.
«El rincón de la paz»
Ahora bien, ¿cómo es en la práctica la tarea de un alumno mediador?
En primer lugar, las escuelas que ya tienen alumnos capacitados deben generar el espacio físico para la resolución de conflictos.
«En Viedma tienen el rincón de la mediación y en en algunas escuelas los mediadores están identificados con un distintivo, que puede ser una pechera o un brazalete. Ante la existencia de una pelea, los convocan y el mediador se acerca y propone la resolución en el ámbito pacífico. Muchas veces los compañeros que no son mediadores conducen a los protagonistas del enfrentamiento ante los alumnos capacitados», detalla Mariela Nuske, coordinadora del programa por parte del Consejo Provincial de Educación.
Si bien la mediación espontánea es la más requerida, la propuesta es que en los establecimientos exista una cartelera con horarios y nombres de los encargados de arbitrar ante las disputas que puedan ocurrir, porque siempre deben intervenir dos mediadores.
«Puede pasar que dos chicos se peleen, entonces se verifica a qué hora están disponibles los mediadores y concurren en ese horario. Las escuelas habilitan horarios especiales», explica María Laura Sieira, directora de Participa
ción Ciudadana de la provincia.
Actualmente en Río Negro hay alrededor de 200 docentes capacitados y unos 150 en condiciones de convertirse en formadores de mediadores. A ellos deben sumarse los 140 alumnos (con edades que van de los 10 a los 15 años) que ya cuentan con su certificado y llevan adelante su misión de priorizar el diálogo pacífico ante una pelea en la escuela.
Lapasset está segura del éxito del programa y afirma que lo esencial pasa por «darle herramientas a los chicos y docentes para que aprendan a escuchar, a manejar el prejuicio, para que internalicen estos conceptos para su vida personal. Si logran que en sus mentes se haga el «click», actuarán de una manera diferente en sus vidas cotidianas y de esa manera estarán dando pequeños pasos para la construcción de una sociedad mejor».
Ideas nuevas para los padres
El programa Educación para la Paz y Mediación Escolar está destinado a docentes, directivos y supervisores, para que primero se capaciten y luego formen a los alumnos de entre 10 y 15 años como mediadores.
Desde hace dos años se implementa en diez provincias argentinas, entre ellas Río Negro y en agosto se realizará el primer congreso nacional de alumnos mediadores en Puerto Madryn.
En este momento el hincapié se hace en nivel primario y los responsables reconocen que hay una deuda con nivel medio, donde se registra un creciente número de agresiones por parte de los estudiantes a los profesores.
No obstante, desde la Dirección de Participación Ciudadana advierten que los chicos capacitados ahora llegarán con ideas nuevas al secundario.
Con respecto a la instrucción a los docentes, se indicó que «les sirve para relacionarse como grupo, trabajar desde otra óptica la relación con los chicos y los padres».
«Trabajamos en educación para la paz, no sólo en mediación escolar, porque estamos educando a los docentes, pero también a los alumnos y sus familias. Debe tenerse en cuenta el traslado de los chicos a los padres, porque les plantean un cambio de lenguaje en los hogares», sostuvo Lapasset. (AR)
Los alumnos más aptos para arbitrar
¿Cualquiera alumno puede ser mediador? Esa es una de las preguntas que más escuchan las capacitadoras de Nación durante el dictado de módulos en las diferentes zonas de Río Negro.
La respuesta es negativa. Sin embargo, uno puede sorprenderse al conocer quiénes cuentan con el perfil adecuado para convertirse en árbitro de los conflictos entre pares.
«Un buen mediador debe ser tolerante, creativo, flexible, tiene que saber manejar sus prejuicios, un buen escucha, neutral», adelanta Andrea Lapasset antes de revelar que «los chicos que se postulan para mediadores no son precisamente los mejores alumnos».
Las estadísticas no dejan duda, porque demuestran que en la mayoría de los casos los que terminan siendo mediadores son los que tienen dificultades de relación y vínculo con los demás compañeros, porque canalizan todas sus energías «negativas» en algo positivo».
«Se sienten legitimados para actuar entre pares. Es muy importante porque estos chicos cambian radicalmente. Se dan cuenta que son útiles y aplican sus energías en algo más productivo», agrega.
Respecto del mecanismo de selección, la técnica de Nación comenta que «el entrenamiento tiene que ver con los valores, la dinámica de capacitación. A medida que avanza el curso, el número inicial de voluntarios interesados se va decantando. El chico se va dando cuenta si reúne las características que debe tener un mediador».
«Es un sistema voluntario, pero el nivel de interés es muy elevado. Y los resultados son más que positivos, porque el seguimiento de los casos abordados durante estos años que lleva en marcha el programa en 10 provincias indica que hay una disminución en los casos de violencia escolar en los establecimientos que lo aplican», puntualiza Lapasset. (AR)
ROCA (AR).- El detonador aparece en un juego, la carrera para llegar primero a la puerta o los lápices prestados y no devueltos a tiempo. También en la burla, exclusión o discriminación por razones sociales o económicas. Diversos pueden ser los motivos para que dos chicos peleen en la escuela primaria. Y al ritmo de la profundización de la crisis del país, en los últimos años los conflictos aparecieron con más asiduidad, como también con más gravedad.
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