Pavor de que su expareja quede libre

Un hombre del barrio San José, identificado como Claudio Albrechtt (de 31 años), no cumplió con la restricción de acercamiento y agredió a su familia con un arma de fuego. Los hechos ocurrieron hace dos meses y ahora la mujer y los hijos dicen que “viven aterrados y con miedo de que salga en libertad”, resaltó ayer su abogado Víctor Hugo Massimino, quien insistió para que el juez Ricardo Calcagno no lo libere.

Hace 12 años, el acusado fue declarado inimputable por su participación en el asesinato del combatiente forestal Javier Barrera, junto a otra persona condenada a prisión perpetua. Lo ataron, golpearon y apuñalaron para robarle una suma de dinero que acababa de cobrar.

En 2007 escapó del instituto de Roca donde estaba alojado y fue capturado en El Bolsón (ver aparte).

Albrechtt “tenía una prohibición de acercamiento hacia su familia, pero no la respetó e ingresó al patio de la vivienda. Como la mujer alcanzó a cerrar la puerta, desde la ventana la amenazó de muerte con un arma en la mano, en presencia de los tres hijos que tienen en común”, graficó el abogado.

“Además en la casa había otros familiares que presenciaron la escena. Asustada, con los chicos se refugió debajo de la cama. Entonces, este hombre se fue efectuando varios disparos al aire por el barrio, lo que fue observado por su cuñado”, detalló.

“Temiendo lo peor, este testigo llegó al inmueble donde su hermana le contó lo sucedido. Allí se decidió a radicar la denuncia correspondiente. La Policía lo detuvo y posteriormente el juez le dictó procesamiento por amenazas y portación de armas no autorizada y ordenó su prisión preventiva, que a la fecha sigue cumpliendo en Bariloche”, recordó.

“Confesó ser adicto al consumo de cocaína y registra antecedentes por un homicidio anterior. Una pericia posterior determinó que padece una patología psiquiátrica, aunque no le impide comprender lo delictuoso de los hechos y tampoco le impide comprender la situación en que se encuentra o someterse al proceso penal”, aseveró Massimino.

Si recupera su libertad “puede influir en amenazas a los testigos o que se entrometa en la investigación. Por el contrario, hoy la prioridad es que se asegure su tratamiento porque no domina sus impulsos. La familia tiene mucho miedo porque escuchó que lo podrían soltar, lo que podría ocurrir si la Cámara revoca el fallo del juez Calcagno”, reveló.

“Si así ocurre, es fundamental que resguarden la casa, a la mujer y a sus hijos –reclamó–. Los papeles no detienen balas, cuchillos ni puños. No hay ninguna orden de restricción que detenga a una persona”.

Según el abogado de la víctima, el sujeto confesó ser adicto a la cocaína. Sostiene que la patología que arrastra no le impide comprender sus actos.

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