Pasó un año y el remate de lotes fiscales de Bariloche sigue trabado
Gennuso impulsará modificaciones en la ordenanza ante la sugerencia de martilleros. Uno de los problemas es el precio de base rígido definido en la normativa, que determinó el costo inicial de la subasta en 60.000 dólares.
El remate le reportó 56,9 millones de pesos a las arcas municipales. Foto: archivo
El remate de los cinco lotes municipales de Lago Moreno que el intendente Gustavo Gennuso propuso hace ya un año para destinar ese dinero a la construcción de infraestructrura en barrios sociales fue validado por el Concejo de Bariloche en diciembre, pero sigue paralizado hasta hoy, a la espera de sortear varios reparos planteados por el Colegio de Martilleros.
Gennuso presentó el proyecto en junio de 2020 y pidió el tratamiento sobre tablas, con el argumento de que no había otras fuentes de financiamiento para resolver demandas urgentes en los barrios. El intendente se disgustó en su momento con los reparos que opusieron los concejales y algunas organizaciones vecinales. La agitada polémica que generó la iniciativa incluyó también una nota con más de un millar de firmas generada en los barrios y tomas que se beneficiarían con la inversión, calculada en unos 300.000 dólares.
Ese sería el dinero a obtener por el municipio con el remate, ya que la tasación incluida en la ordenanza es de 60.000 dólares o 10 millones de pesos por cada terreno, todos de casi 1.000 metros cuadrados.
Pero pasaron varios meses y la subasta sigue bloqueada, debido a las dificultades operativas que plantearon los martilleros. Según explicó el jefe de Gabinete, Marcos Barberis, no se puede ejecutar en los términos propuestos por la ordenanza original y por eso decidieron plantear un proyecto modificatorio, que ya fue remitido al Concejo. Esa salida fue presentada como la única posible, pero estiraría todavía más los plazos, y la espera de los potenciales beneficiarios.
Barberis dijo que la intención del municipio es hacer un remate virtual, con el mecanismo aplicado por la Afip, a fin de tentar a oferentes de todo el país. Pero se encontró con que no hay ningún martillero local capacitado para administrar subastas con es método.
Además, desde el colegio que los agrupa advirtieron que las rígidas reglas de precio establecidos por ordenanza restan chances de éxito al remate. Esto se debe a que la “base”, es decir el monto inicial para ofertar, es equivalente al valor de tasación de mercado. Barberis dijo que los rematadores no lo consideran viable, porque cualquier interesado podría adquirir una fracción similar a ese precio mediante una compra directa, sin necesidad de pujar en un remate.
En los hechos, el precio de base deberá ser más bajo, con el riesgo de que el municipio obtenga un ingreso menor. Pero esa es la única forma de enajenar bienes públicos, porque así lo impone la Carta Orgánica.
Barberis dijo que por consejo de los rematadores, el precio inicial debería ser un promedio entre el valor fiscal y la tasación de mercado, ajustada en dos tercios. También indicó que el equivalente en pesos incluido en la ordenanza (10 millones) quedó muy desfasado porque “está tomado al dólar blue del año pasado, unos 150 pesos y no al dólar oficial”.
Según el funcionario, “no necesariamente el valor que se obtenga en el remate va a ser inferior al previsto”, ya que la participación de muchos interesados y la pericia del rematador podría hacer que suba el precio. Dijo además que el remate virtual, por oferta anónima, también permite “eludir a la Liga”, es decir el grupo de compradores cartelizados que suelen distorsionar los remates.
El presidente del Instituto Municipal de Tierras y Viviendas, Javier Giménez, confirmó que tal como está planteada la ordenanza “es difícil de llevar a la práctica y que no lo habían advertido antes”.
Recordó que según lo acordado con los vecinos y lo que aprobó el Concejo, el 80% del dinero obtenido se aplicará a la construcción de infraestructura básica en barrios sociales y el otro 20% irá para obras en el barrio Lago Moreno, donde se encuentran los lotes.
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