Pasá al mejor bar de Latinoamérica: está en Retiro y te va a maravillar

Pasá al mejor bar de Latinoamérica: está en Retiro y te va a maravillar

Renato Giovannoni, el más destacados bartenders argentino, es el mentor de “Florería Atlántico”

De día es una florería con todo fresco y muy bello, en Retiro.

De noche, una puerta blindada se abre y muestra una escalera que lleva a un subsuelo, se pasa por un pasillo laaaaaaaaaaaaaarguísimo y de pronto… tras cruzar a lo “atlántico”… emerge una barra gigante.

Ya estamos en el mejor bar de Latinoamérica. Se llama “Florería Atlántico”. Su mentor y dueño, Renato Giovannoni, el más destacados bartenders de Buenos Aires. El mismo creó su propio gin, su tónica y su ginger ale.

Tati Carbajal, arquitecta roquense fanática total de la coctelería, cada vez que va a Baires y puede se da una vuelta por el lugar.

Esta semana estuvo una vez más. “Me encanta, comienza seduciendo por su entrada por la florería y manteniendo esa complicidad con el cliente, abrir la puerta de la cámara, encontrar esa escalera que te lleva a la barra. El espacio te remite a lo secreto, al bajo tierra. Tiene cierta reminiscencia del Buenos Aires de los ´80, guarda un encanto que te invita a descubrir”, afirma la fans de Yo Como.

“Pero todo es ampliamente superado por su producto. En la carta, con un diseño de cuadernito organizada por países (tiene que ver con la inspiración más que con la procedencia ), comienza la magia. En sus estantes encontrás todo. A mi me gusta el Chacarita Death Train, trago complejo, sumamente seco, creativo. Es de hecho una creación de ellos, un cóctel perfecto si pensamos que por definición el cóctel es la mezcla de dos o tres líquidos para crear otro líquido con personalidad propia que no se parezca nada”, comenta.

“Este trago se trata de un whisky colado en carbón, Martini roso, macerado con lavandas y albahaca, muy buen bitter ; refrescado en vaso medidor. A la hora de servirse eligen una copa de cóctel metálica sobre un hielo alto donde le encienden albahaca seca (le otorga un quemado sólo en nariz). Es complejo, te lleva a disfrutar con todos los sentidos. Sorprendente y maravilloso”.

¿Qué llevó a Renato Giovannoni a abrir Florería Atlántico? Textual de él:

* “Hacía tiempo que sentía que era momento de abrir mi bar. Estaba buscando un local en Buenos Aires que fuese un subsuelo, después de un tiempo y otros sótanos, apareció este donde está Florería Atlántico hoy. Y ahí fuimos.

* “Ha sido reconocido como el mejor bar de Latinoamérica. Para ti, ¿qué es lo mejor de él? La mezcla de gente. Aquí la gente se siente relajada y eso se nota. Creo también que la simpleza en un barrio muy tradicional de Buenos Aires, junto con la calidad de la cocina que sale de lo que comúnmente la gente acostumbra a comer en un bar, porque tenemos una parrilla prendida ahí mismo.

* “¿Por qué en Retiro? ¡Porque justo había un sótano ahí! No, en realidad fue un poco eso y el que no quería abrir en las zonas clásicas de Buenos Aires. Me gusta mucho el centro porteño, su arquitectura, su historia.

* “Sobre el diseño y el interiorismo: no teníamos dinero como para contratar arquitectos, así que la obra la hicimos medio a pulmón con Aline, mi mujer y Julián Díaz, mi socio. Los padres de Julián tienen un estudio y nos dieron una mano muy grande. Así que el diseño tuvo que ver con encontrar el concepto, que es un bar de inmigrantes, más poco dinero, nos permitió jugar justamente con esa estética.

* “¿Por qué mezclar flores con una barra? Cuando vimos el local estaba claro que el bar iba a funcionar abajo, entonces ¿qué hacer con el espacio de arriba? Decidimos hacer una tienda que estuviera abierta de día porque era inentendible tener un local en la calle Arroyo en ese horario. Entonces Julián dijo: “Pongamos una florería”, luego le sumamos los vinos y muchas cosas más.

Todos coinciden que el éxito del lugar también se debe a esa mezcla de barrio tradicional con el diseño interior, más la parrilla a leña y el que la gente se sienta cómoda. Se mezclan clientes de 70 u 80 años con otros de 30 o 40 y conviven en el mismo ambiente. Pareciera que no hay como la simpleza para que algo funcione bien, ¿no?.

“El Atlántico es una de mis barras elegidas en Buenos Aires junto al Verne, Frank, 878 y Duarte. Dentro de las barras nuevas no clásicas. Para entender lo mágico de este lugar, hay que llegar caminando por una calle empedrada, tranquilísima”, aporta “Tati” Carbajal.

El dueño del lugar define a su coctelería como clásica, muy simple a la hora de preparar un trago, pero muy elaborada en la previa, en la ‘mise en place’. Con sabores que la gente puede entender y recordar, pero que a la vez sorprende.

“Me mueve el seguir aprendiendo y seguir experimentando, siento que mi coctelería cambió mucho con los años y la experiencia y va a seguir cambiando. La evolución en la coctelería en la Argentina es notable. No sé si en la época dorada de nuestros bartenders íconos en los años 40, 50, 60 pasaba lo que pasa hoy. Comer en Buenos Aires es cada vez más lindo, hay mucho joven abriendo cosas y hay mucho chef o cocinero con años que siguen apostando y trasmitiendo sus conocimientos sin egoísmo. Creo que todavía no llegamos y que la revolución continúa”, confiesa Renato Giovannoni.

Fuentes: Yo Como y La Tercera

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