París se rinde ante los diseñadores brasileños hermanos Campana

Empezaron diseñando piezas artesanales con conchas de mar y material recuperado, y poco a poco ganaron fama: ahora, Humberto y Fernando Campana tienen a París a sus pies, con una exhibición en un museo y una suite diseñada en el hotel Lutetia, uno de los más selectos de la Capital Luz.

Titulada “Hermanos Campana, Barroco Rococó”, la exhibición en el Museo de Artes Decorativas – que abrió sus hasta el 24 de febrero 2013- es la primera en un museo francés del dúo de diseñadores, que han expuesto ya en el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) y en museos de Alemania.

El dúo formado por Humberto, de 59 años y abogado de formación, y Fernando, de 51 y arquitecto, recibió también esta semana, de manos del canciller francés Laurent Fabius, el Premio Colbert 2012, otorgado por 75 grandes firmas del lujo francés y 13 instituciones culturales, que los distinguió en julio con ese galardón.

Los homenajes y reconocimientos mundiales no parece haberles quitado al famoso dúo esa sencillez con la que hace treinta años recogían conchas en la playa para ponerlas en cuadros o marcos de espejos y venderlas en una camioneta.

“Entrar en un museo parisino, y diseñar una suite en el Lutetia, es realizar un sueño”, confió Fernando Campana en la entrevista realizada en ese hotel.

Brasil – su naturaleza, su fauna, flora, sus colores, calles, su mestizaje, es la fuente constante de inspiración de los Campana, que se dieron a conocer en 1991 con su silla “Favela”, ejecutada en pequeños pedazos de madera, que más de una década después fue producida en serie por el italiano Edra.

“Brasil sigue siendo siempre una gran inspiración, porque es un continente, muy rico”, subrayaron los Campana, que para la Galería de Actualidad del Museo de Artes Decorativas diseñaron una escenografía en fibra de coco, y usaron el bronce en candelabros adornados con cocodrilos, el bambú y las pieles.

Se nutrieron, también, del barroco brasileño, señalaron. “Pero la exposición es más un homenaje a Roma”, enfatizó Humberto.

“Pasamos prácticamente la mitad del tiempo fuera de Brasil”, explicó Humberto, que contó que para la exposición parisina se había instalado varios meses en la capital italiana, en el taller de un orfebre romano.

“Porque lo que nos interesa es esa libertad, de poder trabajar con aquello que siempre soñamos, intercambiando nuestras experiencias y la tradición de Europa”, indicó.

Ver la suite en el hotel Lutetia, en tonos verdes vegetales y con una espesa alfombra en tonos marrón, que no sólo cubre en el piso sino que se extiende hasta las paredes y detrás de la cama, es casi como poner un pie en Brasil.

¿Cómo les vino la idea de esa suite en un hotel?”, preguntó la AFP a Fernando Campana.

“Siempre había soñado con alojarme en el Lutetia, pero no tenía los medios. Pero cuando venimos el año pasado invitados por el Museo de Orsay, para quien diseñamos la Cafetería del Reloj, nos hospedaron aquí. Y nos enamoramos del ambiente intelectual, artístico del hotel”, dijo Fernando.

“Vimos que había aquí suites diseñadas por artistas como David Lynch. Y eso me hizo soñar. Luego el hotel nos contactó y nos pidió que diseñáramos una”, recordó.

Los hermanos, que crecieron en en Brotas, a 250 kilómetros de Sao Paulo, en una finca llena de árboles frutales y rodeada de cascadas, dijeron que para la suite, buscaron recrear su “universo brasileño”.

“Tenemos una vivencia muy grande del campo brasileño, del interior de Sao Paulo. Pero al mismo tiempo, queríamos respetar el ambiente y la tradición del hotel”, observó Humberto Campana.

“Queríamos darle un aire vegetal. Partimos del piso, que representa un campo florecido, con las paredes en verde claro y cortinas que filtran la luz”, subrayó Fernando.

“Todo está hecho con elementos que tienen una referencia al organicismo, como las sillas ‘leather box’, que son hechas con unos 400 pedazos de cuero, de textura diferente, las lámparas con forma de hongos”, explicó.

Los Campana, que están llenos de proyectos y sueños, también confeccionan piezas de joyería, diseño de interiores y trajes, en los que desdibujan las líneas que separan el arte y la artesanía, el Arte Povera y el lujo barroco.

“Queremos tender puentes, con procesos artesanales que están fragilizados en la sociedad. Tratamos de valorizar y rescatar procesos manuales, y comunidades de artesanos que laboran para nosotros”, concluyeron los hermanos, cuyas piezas figuran en grandes colecciones privadas y en museos. (AFP)


Empezaron diseñando piezas artesanales con conchas de mar y material recuperado, y poco a poco ganaron fama: ahora, Humberto y Fernando Campana tienen a París a sus pies, con una exhibición en un museo y una suite diseñada en el hotel Lutetia, uno de los más selectos de la Capital Luz.

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