Para Moyano hijo, El Tigre Verón es una estrategia para avanzar con la reforma laboral

El hijo del sindicalista Hugo Moyano que lleva el mismo nombre dijo que no es casualidad que en época electoral se lance una ficción por televisión en la que se busca desprestigiar al sindicalismo, adujo que la reforma laboral no crea más empleo sino que son las medidas económicas las que lo generan y dijo que si Cambiemos se impone en las elecciones «van a hacer en un año lo que no hicieron en cuatro».

P- ¿En tiempos electorales las reformas laborales parecería que no suman votos para el oficialismo?

R- Tiene una carga negativa que está instalado en la memoria colectiva. La quisieron aplicar en el neoliberalismo de los 90 y luego con un bochorno con la Banelco en el Senado en la época de (Fernando) De la Rúa. Este gobierno cuando trató de sancionarla en el 2017 trató de comunicarla en forma distinto. “No va a producirse una reforma a la brasileña”, decía Jorge Triaca que quería ir por el blanqueo y la reforma de los convenios colectivos de trabajo. La lógica diría que resta votos pero es tal la concepción ideológica de este gobierno de tratar de avanzar que todos los días está intentando a través de voceros y comunicadores que dicen que es necesaria por el futuro del trabajo, de las tecnologías. En el grupo Clarín hicieron un informe sobre el futuro del trabajo y reforma laboral. Es un trabajo que se hace de a poco.

P- ¿Está medido que la reducción de indemnizaciones, el blanqueo y los cambios en los convenios colectivos ayudan a crear más empleo?

R- Es una discusión histórica. Siempre que se ha producido no ha dado esos resultados ni en nuestro país ni otro lugar del mundo. Informes de la OIT dicen que es una falacia que modificando la ley laboral se produce mayor empleo porque genera lo que deja de generar empleo son las medidas económicas.A pesar que no se ha podido implementar en términos legislativos, avanzaron en algunas actividades, se produjo una reforma de hecho como los monotributistas, sacar la protección de la ley laboral para hacer fraude, tratar de hacer relaciones flexibles y que no haya una vinculación a lo largo del tiempo, y la inflación por debajo de las paritarias produjo un deterioro del poder adquisitivo que en realidad termina alcanzando el objetivo. A fines del 2015, el Salario Mínimo Vital y Móvil en términos de dólar en la Argentina era el primero en la región y en la actualidad estamos en el puesto ocho.

P- ¿Cree que se puede continuar así por partes o se insistirá en el paquete entero?

R- La intención es hacerlo por partes. En 2017 la reforma laboral de Cambiemos trató de ser muy profunda, se pudo frenar por la resistencia fundamentalmente de Camioneros cuando Pablo Moyano pidió movilizarse para que no se produzca otra ley Banelco. Si se pudo sacar la reforma previsional con acuerdo con los gobernadores. Luego lavaron el proyecto, lo desdoblaron y presentaron que apuntan a la indemnización que se quiere dar y que actualmente reclaman los empresarios. Se crea un fondo entre empresas y sindicatos lo que debilita la protección del trabajador.

P- ¿El blanqueo para que disminuya las cargas tributarias beneficia a las pymes?

R- Se lo pone de excusa. La ley no contempla diferenciación entre pymes y grandes empresas. Es en general. Nunca dio resultado porque lo que determina la generación de empleo son las medidas económicas. En la actividad sindical lo vemos todos los días, le preguntamos a las pymes si su problema son los sueldos, en gran medida nos dicen que es el impacto de las tarifas, la apertura indiscriminadas de las importaciones, eso destruye a nuestras pymes y que se ha llevado 15.000 pymes en lo que va esta gestión de gobierno.

P- ¿Es el modelo petrolero de Vaca Muerta como el bono por productividad de fracturas?

R- No conozco en detalle, pero esa es la metodología. Se lo usa como ejemplo paradigmático de cómo las partes llegan a un acuerdo cuando en realidad hay una injerencia fuerte del Estado. No lo pueden hacer por ley y lo hacen por sectores. Esa autonomía entre el sindicato y el sector empresario se ve frustrada por la intervención del Estado. Una cosa es adoptar categorías laborales y otra es reducir los costos. En camioneros ha ocurrido. La competitividad no es mala palabra pero si son en perjuicio del trabajador es perjudicial. El gobierno aprovecha cuando se negocia paritaria y le dice a los empresarios ya que no puede presionar al sindicato para sacar todo lo que se pueda del convenio colectivo que no tiene nada que ver con la tecnología, como el ítem de antigüedad, la rama de transporte en zona petrolífera, no tiene que tener acompañante agua y gaseosa, etc.

P- ¿Es clave la próxima conformación de la cámara?

R- Si se diera el improbable triunfo de Cambiemos, lo que no hicieron en cuatro años lo van a hacer en un año. Incluso con apoyo de algunos que se dijeron peronistas. El senador Miguel Pichetto, que aún no había confesado que era macrista, dijo que no existía consenso de la CGT para avanzar con el proyecto de reforma en 2017. Era mentira. Si no se garantiza presencia donde se definen las políticas laborales, va a ser muy grave para el país.

P- ¿Ve que la minserie de Adrián Suar, El Tigre Verón, tiene que ver con lo que decía de crear clima favorable para la reforma?

R- Hacen programas en los que reproducen la ficción y, los que la ven identifican a los personajes con la realidad. No es casualidad que en tiempos electorales se lance una ficción así, tan concreta, tan puntual. Son las estrategias que utiliza el poder. La pelea es dura porque no es contra la política, es contra los grupos de poder de afuera y de adentro, es contra los grupos periodísticos y ahora utilizan como herramienta la ficción. La estrategia es polarizar aconsejada por algún gurú ecuatoriano. El mismo presidente lo hizo el día de la bandera, fuera de contexto, habló de Moyano adelante de chicos. A corto plazo creerán que les reditúa pero a largo plazo es para implementar reformas estructurales.

P- ¿Darío Martínez cómo está viendo la campaña en torno a estos temas?

R- Queremos ver una república en crecimiento donde las discusiones sean para tener más puestos de trabajo y no para ajustar. Estamos motivados por lo que viene pero también hay angustia. Intentan aprovechar estas reformas para generar miedo. El 9 de diciembre es el último día de este proceso y comenzará a haber una argentina en crecimiento. Venimos de tres años de resistencia y hay que pasar al desafío de soñar con más derechos, de un salario real que le gane a la inflación, más consumo y eso va a generar mercado interno fuerte, hay más recaudación y si hay más recaudación se baja el déficit. Es el final del circuito.