Palimpsestos: ¿En qué momento…?
Columna semanal
Palimpsestos: ¿En qué momento…?
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Datos
- La censura es un acto arbitrario, la imposición de un criterio que se juzga como único viable para toda la sociedad. La censura ha estado siempre ligada al autoritarismo. No otra cosa han hecho todos los gobiernos dictatoriales en el mundo. Es el maniqueísmo del poder.
- Pero el poder ya no es sólo patrimonio de los estados o de las grandes corporaciones económicas; asistimos en la actualidad a una nueva forma de poder que se nutre de nuestras savias y que nos involucra y nos hace partícipes. Está en las antípodas de lo totalitario; aparece democratizado y muy cercano a nosotros, participamos con nuestras bondades y miserias. Sí, claro ya te lo imaginás, son las redes sociales.
- Lo que nos muestran las redes sociales es que la mayoría llevamos dentro un pequeño o grande dictador. Un agazapado censor que nos salta en cualquier momento y convierte a la red en un sitio mayormente intolerante. Esto trae de la mano el hecho de ser censor y censurado, lo que provoca la autocensura… el miedo a expresarme, el temor a ser rechazado.
- ¿En qué momento en nombre de la libertad de opinión terminamos siendo policías y censores de ella? ¿En qué momento nos volvimos opinólogos absolutos y remedamos aquella vieja frase filosófica y la transformamos en “toda la realidad es sujeto de mi opinión, y qué”?
- ¿En qué momento adoptamos la intolerancia del sermón como discurso, el juicio lapidario? Hemos creado un monstruo del que somos parte y víctimas a la vez. Tenemos recelo de decir lo que pensamos porque nos exponemos a una catarata de agresiones, recomendaciones, adhesiones, etc. Nos hemos convertido desde la silla aburrida de nuestro trabajo o nuestro tiempo libre en ninjas de la idea, en sicarios del argumento y el anatema parece ser nuestra figura predilecta.
- ¿En qué momento se nos dio por juzgar abiertamente, sin tapujos y ante una multitud las opiniones del otro? ¿En qué momento –por poner un ejemplo actual– pasamos de la alegría y la celebración de que otra vez podíamos votar y elegir a nuestros gobernantes, a mofarnos, denigrar y castigar a quienes no votan como nosotros?
- Paradojas de las redes sociales, en nombre de la libertad y la participación han hecho aflorar ante una multitud y como en una vidriera lo peor de nosotros.
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