Ordenan prisión preventiva para un ocupante de tierras en Bariloche
César González fue detenido el jueves y hoy le formularon cargos por usurpación. El juez desestimó el delito de instigador. El acusado increpó y amenazó a un fiscal.
César Daniel González llegó ayer esposado a la sala de audiencias donde se le formularon cargos por el delito de usurpación, en la que increpó y amenazó al fiscal Tomás Soto. Ese accionar fue clave para que el juez determine que era una persona con cierta influencia para interferir ante los posibles testigos de la causa y le ordenó un mes de prisión preventiva.
El juez Sergio Pichetto otorgó cuatro meses para investigar y dio por formulados los cargos contra González por la usurpación realizada el 2 de febrero en un tierras de una cantera privada del Alto de Bariloche, de la cual se retiró dos días después, y por la tentativa de usurpar otro predio el 4 de febrero en el barrio 2 de Abril. Pero rechazó el pedido de la fiscalía de imputarlo como instigador de un delito por considerar que no había pruebas suficientes por el momento.
El imputado ya cuenta con otros cargos por usurpación, junto a otras personas, en la toma del barrio San Francisco IV donde permanecía hasta el momento de ser detenido el jueves.
González hizo uso de su verborragia en la audiencia de formulación de cargos en la que, desoyendo la sugerencia de la defensora oficial Blanca Alderete, se ocupó de repasar su situación particular y la necesidad de vivienda que posee, tras 23 años de haber permanecido preso cumpliendo una condena.
Así justificó su participación en la ocupación de tierras y aludió a un “derecho amparado en la Constitución Nacional” por el derecho de los ciudadanos de contar con acceso a una vivienda digna. También recordó que está inscripto en el registro del Instituto Municipal de Tierras desde hace varios años y hasta el momento no obtuvo ninguna solución habitacional.
El fiscal Soto consideró a González como el líder e instigador de una serie de ocupaciones ilegales ocurridas en mes pasado en distintos barrios de Bariloche. Exhibió escuchas telefónicas del celular del imputado, en las que motivaba a reunir gente para consolidar la toma del barrio San Francisco IV.
Sin embargo, el juez descartó este planteo, al señalar que las escuchas mencionadas por el fiscal eran todas posteriores a la ocupación de tierras. “Mal puede una persona a instar a otra a cometer un delito que ya ocurrió”, reflexionó el magistrado quien insistió que las llamadas a las que refirió el fiscal eran 15 días posteriores de la usurpación. También descartó el peligro de fuga.
El fiscal Soto anticipó que cuenta con 20 horas de llamadas telefónicas que aún no fueron procesadas en su totalidad por lo que dejó abierta la posibilidad de obtener otros elementos que sirvan para la investigación y para acreditar la instigación.
González en su extensa intervención denunció un “ensañamiento” del fiscal hacia su persona y dijo: “me utilizan como presa para decir mirá lo que va a pasar si toman tierras”. El punto máximo de tensión en la audiencia fue cuando con la voz elevada el acusado reclamó poder expresarse: “ya que no puedo cagar a trompadas a este gil (en alusión al fiscal) dejenme hablar”.
El fiscal mencionó la “peligrosidad y violencia” del acusado, las amenazas recibidas en oportunidad de una inspección ocular en la ocupación del barrio San Francisco el 7 de febrero pasado, y el temor de los vecinos de los barrios aledaños de la ocupación, como algunos de los puntos para solicitar la prisión preventiva.
La defensora oficial objetó todos los planteos realizados por la fiscalía.
Al concluir la audiencia, el imputado y dos mujeres del público, familiares de González, increparon al fiscal quien debió retirarse de la sala con custodia policial.
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