Un protocolo que tensiona la política neuquina
El comando de fuerzas federales podrá intervenir si hay rutas bloqueadas por protestas en una línea que Neuquén conoce y puede dar cátedra. Acallados los reclamos de organizaciones sociales, cortadores de calles seriales, se presenta el reclamo de los trabajadores petroleros, aún aliados.
El protocolo antipiquete de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, produjo ruido en el cuidado entramado político de equilibrio que el gobernador Rolando Figueroa teje con propios y ajenos.
El tema fue un estruendo porque provino del sindicato petrolero que conduce Marcelo Rucci con quien, por ser del MPN, mantiene una alianza que incluye decisiones estatales en beneficio de Rincón de los Sauces, una muestra del olvido estatal donde surgió la riqueza neuquina.
El lunes se hizo una asamblea de petroleros en Rincón de los Sauces, escenario en el cual el dirigente pidió: “Los legisladores se deben expedir. Y no tengo duda de que el gobernador de la provincia de Neuquén se va a expedir en contra” del comando que se lo presentó como una militarización de los yacimientos para impedir bloqueos.
Para aumentar el desafío al mandatario, le cantó real envido: “cuando se jactan de haber multiplicado la producción y batir récords todos los días. No es solo invertir en fierros; no deben olvidar que lo más importante de la industria es la vida de los trabajadores y las trabajadoras. Espero que la industria también se expida sobre esto porque también es responsabilidad de ellos”.
Hay dos antecedentes de disputas de jurisdicción de la gendarmería en los bloqueos neuquinos, amen de las represiones de las puebladas de Cutral Co y Plaza Huincul de 1996 y 1997.
Desde que asumió en la gestión de Javier Milei, Bullrich no pierde oportunidad de mencionar el caso del puente entre Neuquén y Cipolletti y se jacta de que en las tres oportunidades de que se lo bloqueó este año ”fue rápidamente liberado por la Gendarmería Argentina”.
El otro antecedente que puso en un brete a la justicia federal neuquina fue en el invierno de 2017, cuando el secretario de Bullrich (también era ministra) ordenó un allanamiento en la comunidad mapuche Campo Maripe. El juez se tomó varios años en aceptar la querella y finalmente se sometió a una lupa judicial que determinó que no podían ingresar sin una orden judicial.
El gobierno de Figueroa dejó entrever que, en función de ese y otros casos, se le pidió a la cartera de Bullrich que el comando antipiquetes que tendrá su base en la localidad rionegrina de Fernández Oro pueda actuar previa coordinación con la Provincia. Incluyó en el pedido la decisión e que la justicia y la policía provincial se hacen cargo de los operativos de narcomenudeo y que, en algunas circunstancias, deben solicitar la ayuda de las fuerzas federales.
Hay que ver qué vasos comunicantes puede tejer Figueroa en la coraza de la cartera de seguridad cuando hay temas sensibles como los reclamos mapuches en Vaca Muerta y en la zona de Villa La Angostura. En el gabinete puede encontrar interlocutores que, en su momento, fueron los representantes de la entonces candidata a presidenta cuando enfrentó a Horacio Rodríguez Larreta.
“Este es un protocolo que va a ir en consonancia con la ayuda y la decisión política que el gobierno nacional tiene y con los gobiernos provinciales que decidan trabajar en conjunto para que la Argentina se pacifique”, dijo la ministra cuando presentó el protocolo que implica utilizar todas las fuerzas federales, incluye a los del servicio penitenciario.
La actuación judicial, opinan del entorno de la jefa de Seguridad, tiene límites y se recordó que hubo una protesta por parte de autoconvocados, sin organización, en 2021 que duró dos meses de los cuales 22 días cortaron los acceso a los yacimientos. La solución, en este caso, fue política por cansancio debido a que el entonces gobernador no cultivó la reacción.
Una muestra antipiquete dio el gobierno al desarticular las protestas de organizaciones sociales en la avenida Argentina. Lo hizo mediante denuncias sobre el mal uso de fondos que les entregaban, como si la culpa fuera sólo del chancho.
En fin, dicen que puede haber un aumento de las protestas que ponen el equilibrio del Frente Nequinizate en tensión.
Comentarios