Exclusivo Suscriptores
Todavía la crisis desgobierna la crisis
Sergio Massa no tuvo otro mérito que su identidad reconocida: un oportunismo perseverante, audaz y sin principios. Ya consiguió el cargo, ahora le toca bailar.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios