Sophia, IA: ¿futura legisladora?
En la actualidad, la Inteligencia Artificial (IA) ha ingresado de manera impactante en nuestra vida diaria, redefiniendo aspectos que antes considerábamos inimaginables. En el ámbito legislativo, las leyes solían ser moldeadas por la pluma, la máquina de escribir o la computadora, con la impronta y técnica legislativa de la mente humana, el avance tecnológico y la adopción de herramientas basadas en IA plantean interrogantes cruciales. ¿Estamos asistiendo al declive de la creación y redacción de proyectos normativos como los conocemos? ¿Cuál sería la función de un legislador si los proyectos normativos fueran generados exclusivamente por la IA?
En un impactante caso en Porto Alegre, Brasil, la IA dio un paso inesperado hacia el ámbito legislativo al redactar una norma , que luego el 23 de Noviembre del corriente año, en su totalidad, fue aprobada por unanimidad. La norma elimina el pago que los habitantes de la ciudad brasileña tenían que hacer cuando los medidores de consumo de agua eran robados. El algoritmo entregó un proyecto de ley con una justificación precisa y ocho subsecciones en 15 segundos. Un proyecto que el propio legislador reconoció le hubiese llevado días desarrollar.
Ello provocó un debate sobre su papel en la toma de decisiones políticas. El concejal Ramiro Rosário, impulsor de la norma, confesó que utilizó el modelo de lenguaje ChatGPT de OpenAI para generar la propuesta, la consideró útil para acelerar y mejorar el servicio público, acrecentadora de la productividad, lo que desató una discusión sobre el futuro de la legislación impulsada por estas innovadoras tecnologías.
La aprobación de la mencionada norma generó tanto críticas como elogios; algunos la consideraron como un precedente peligroso, mientras otros, reconocieron que la automatización legislativa podría consolidarse como una tendencia beneficiosa para la sociedad.
Pero, aun cuando puede resultarnos sorprendente, la historia de Porto Alegre no es un caso aislado. En diversos lugares del mundo, la adopción de tecnologías avanzadas ha comenzado a permear el proceso legislativo como lo conocíamos hasta ahora. Por ejemplo, en Estonia, que es un país reconocido líder en avances digitales, con la creación de la plataforma “Lift99 AI”, se ha posibilitado que la inteligencia artificial genere propuestas legislativas, las cuales son posteriormente analizadas, revisadas y ajustadas por legisladores humanos. Este enfoque ha demostrado una eficiencia notable, rapidez, y facilitación en la adaptación ágil a los cambios tecnológicos en otros países.
Estos casos demuestran como la IA puede desempeñar un papel significativo en la creación de leyes, incrementando la productividad, transparencia, reduciendo tiempos y costos en el sector con un ahorro importante para el gasto público.
Creemos que, en lugar de reemplazar a los legisladores humanos, podría ser una herramienta colaborativa, que permita acelerar el proceso de elaboración de leyes, proporcionando un análisis más profuso de datos y de mayor precisión.
Por el diseño actual de las herramientas existentes con I.A., aun es imprescindible la supervisión humana en la integración efectiva de esta tecnología en el ámbito legislativo. Para asegurar la equidad, ética, transparencia y evitar los sesgos, ya analizados en anteriores publicaciones de este instituto. Asimismo para hacer efectiva su supervisión, resulta necesario que los legisladores reciban formación en el uso responsable de la tecnología, con el fin de maximizar sus beneficios y evitar errores. Reforzar los deberes de cautela, supervisión y gobernabilidad en la producción y uso de la IA.
En el horizonte del futuro legislativo, la colaboración entre inteligencia artificial y legisladores humanos emerge como una perspectiva relevante. La eficiencia y fundamentación de propuestas generadas conjuntamente son indicadores de un camino prometedor. Sin embargo, es crucial enfocarse en la ética y la responsabilidad a lo largo del proceso. La transparencia y la participación pública emergen como factores esenciales para garantizar que la integración de la inteligencia artificial en la formulación de leyes beneficie a la sociedad en su totalidad. Sophia y los legisladores, podrían ser un equipo imparable.
Abogada, miembro del Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial del Colegio de Abogados y Procuradores de Neuquén dirigido por Dra. Vanesa Ruiz.
Comentarios