Salud y el dilema de los fusibles quemados en el Gobierno de Río Negro
Uno de los principales ministerios de la provincia lleva diez días sin titular. La paciencia se agota en los hospitales, pero los números también encienden alarmas.
Los hospitales volvieron rápido a la cima en el ranking de conflictos dentro del Estado rionegrino.
Lo que preocupa es que los problemas que impulsaron esa escalada no son nuevos, sino que tienen un fuerte componente de reedición de la crisis de principios de este año, cuando el sistema público quedó prácticamente paralizado por las protestas de médicos, enfermeros y otros agentes.
Pero el dilema es mayor, porque además de no resolverse aquellas demandas, en las últimas horas aparecieron datos que alarmaron al entorno del gobernador, Alberto Weretilneck.
Los detalles sobre la salida de Ana Senesi quedaron a resguardo luego del anuncio oficial, redactado diez días atrás. Sin embargo, el maquillaje suele correrse con el paso de las horas y la realidad se torna inocultable.
Ya se sabe que hubo una discusión muy fuerte entre el mandatario y la exdirectora del hospital de Roca. Y el tiempo transcurrido desde ese episodio, sin que pueda encontrarse nueva conducción para una cartera clave del Gobierno provincial, deja a la vista que el portazo lo dio Senesi y tomó a Weretilneck sin plan B, un escenario pocas veces visto para un dirigente a quien muchos reconocen la capacidad de adelantarse a los movimientos.
“Todavía está verde”, respondió el viernes un funcionario del Ejecutivo sobre las posibilidades de poner el timón de Salud en manos confiables para el gobernador. Igual se esperanzó en una resolución durante la próxima semana.
La urgencia de contar con nuevo ministro o ministra no sólo surge del riesgo latente de nuevas protestas activas en los hospitales.
La semana y media que lleva el titular de Hacienda, Gabriel Sánchez, al frente del despacho de Salud habrían sido suficiente para que Weretilneck reciba serias advertencias sobre el manejo financiero dentro de esa cartera, en el breve tiempo de la gestión provincial de Senesi pero también en la etapa anterior a diciembre.
No se sabe si incidió algún adelanto particular sobre esa evaluación rigurosa de su excolega o si existieron otros factores (se habla de un cuadro de hepatitis), pero la información confirmada por tres fuentes del ámbito estatal dice que la exministra se descompensó el martes pasado y tuvo que ser atendida en el mismo hospital de Roca. Días aciagos.
Las antiguas-nuevas caras en el gabinete
Ahora bien, la prolongada ausencia de un responsable estable en Salud también debe conjugarse con lo ocurrido esta semana en Casa de Gobierno, donde asumieron los funcionarios para el nuevo esquema del gabinete que eligió Weretilneck.
Si lo ocurrido con Senesi tomó al mandatario sin plan B, las designaciones recientes también muestran una clara debilidad gubernamental para captar recursos humanos.
El caso de Fabián Gatti expone ese déficit: exconcejal, exfuncionario municipal, exsecretario de Gobierno provincial, extitular de Función Pública, exjefe de Policía, exlegislador, exrepresentante provincial en el directorio del Banco Patagonia y ahora exfiscal de Investigaciones Administrativas. Lealtad probada, pero nulo aporte para proyectar una renovación dirigencial en el oficialismo.
Sobre esa lógica podría inscribirse también la decisión en Desarrollo Humano. Los cuestionamientos internos sobre el funcionamiento del ministerio tomaron velocidad en el segundo semestre, pero Juan Pablo Muena se mantuvo en el cargo. ¿Críticas infundadas o carencia de reemplazantes?
Con ese escenario, la expectativa aumenta sobre las escasas incorporaciones que logró el staff ministerial.
Un ejemplo: el flamante secretario de Asuntos Estratégicos, Milton Dumrauf.
Weretilneck puso en su mochila una pesada lista de compromisos, que van desde la articulación para transformar a Sierra Grande en una ciudad compatible con la planta de GNL hasta las gestiones para terminar la Ruta 22.
Pruebas de fuego, potenciadas por un clima que hizo quemar varios fusibles antes de lo imaginado.
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