Rolo entre los tuyos, los míos y los nuestros
La estrategia tiempista del gobernador frente a definiciones que se le reclaman como mandante de una provincia tiene espejo dentro de Comunidad. Los grises de las relaciones con sectores internos de derecha, centro e izquierda del frente gobernante no se dispersan sino hasta que baja la espuma.
El gobernador expuso en una conferencia sobre gas y petróleo en Brasil (Red X )
En Río de Janeiro hubo una presentación de Neuquén de la que participaron (algunos de) los expectables dirigentes neuquinos que están en una lista de buena fe para cargos electivos.
La distancia pareció esmerilar algunos grises que no terminan de oscurecer o de aclarar. Fueron tres intendentes: Mariano Gaido del MPN, Fernando Banderet de Comunidad y Gonzalo Nuñez del Frente de Todos.
La contrafigura fue el secretario General del Sindicato Petrolero Marcelo Rucci quien escuchó de primera mano que el gobernador Rolando Figueroa tiene observaciones sobre la política antibloqueo de la ministra Patricia Bullrich y que a veces lo escuchan algo, otras veces mucho y también poco.
El mandatario provincial tuvo que tener un aliado extra cuando se sentó en la Casa de Gobierno: el MPN.
Eso sí, no todos. Recordó que desde aquel 3 de octubre de 2022, cuando publicó que se había cansado de desatar el nudo hasta que se dio cuenta que debía cortarlo, digitó en su teléfono a dirigentes que tenía en su agenda. No lo atendieron o si lo hicieron le dijeron que temían por su continuidad laboral.
El consejo de sabios del MAPO lo había advertido. Por eso tuvo que incorporar en su agenda telefónica a los desencantados de otros partidos.
Si Jorge Sapag y su lista Azul había logrado llegar al poder con las colectoras y no se iban a ir de ese paraguas, Figueroa fue el artífice de buscar aliados en la clásica oposición del MPN. Una vez transitado los primeros meses, inició el acercamiento hacia el partido que lo vio nacer y que tiene dirigentes expectantes.
Con el intendente Gaido comparte una agenda institucional, lo acompaña a inaugurar obras municipales y tienen un pacto de no agresión.
Como buen alumno del partido de la “soberanía económica”, Gaido no tiene remilgos para cuestionar políticamente las decisiones nacionales porque, en primera instancia es el último eslabón de la cadena y es que sufre los recortes del fondo del transporte, los aportes para obras de infraestructura y la baja de envíos de Nación al ser la comuna que más participación tiene en la coparticipación. También de las regalías, es cierto.
“No va a hacer declaraciones”, es el latiguillo que usa en entorno de Figueroa cuando se le insiste con temas en los que, justamente, su palabra es determinante.
Le produce cierta incomodidad definiciones tajantes que pueden poner en riesgo la alianza que tiene, fronteras adentro, con los sectores que se pueden calificar como progresistas, libertarios o liberales.
La estrategia es tomar partido cuando la espuma decantó. El argumento es abrir el gazebo de la neuquinidad que protege del año a todos.
Rucci es el otro dirigente con soberanía económica que estuvo en Brasil y que también es del MPN.
Figueroa lo necesita para mostrar continuidad y coherencia institucional ante pretensos inversores y dibujar, así, una suerte de isla de bienestar en un país cuyos índices son contrarios.
El petrolero requiere legitimación política que le fue distante en la era Azul, tiene un contrato no escrito con seguidores para caminar por el sendero que dejó Guillermo Pereyra quien fue un jugador político de fuste, aunque siempre dentro del MPN.
Justamente fue Pereyra quien rompió el paradigma que marca que en el MPN se activaba la doble identidad una nacional y otra provincial, una en el medio término y la otra en la renovación de la gobernación.
Dicen que a Brasil solo faltó que invitaran (si lo hicieron no quiso ir) a Ramón Rioseco de Cutral Co, a quien el gobernador prodigó gestos políticos que ni a los propios de su nuevo partido le ha dignado.
Gestos espejados con el jefe comunal de Añelo y de El Chañar a quienes reconoce capacidad de gestionar sin quedarse de brazos cruzados esperando al Papá Noel Estado.
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