Río Negro y sus extraños acuerdos electorales, firmados sin hablar
Los mandatos nacionales se demoran y las horas finales antes de inscribir alianzas para las PASO muestran a los partidos políticos rionegrinos con signos de desorientación.
La política rionegrina transita desorientada el camino al segundo semestre electoral.
En la provincia donde el oficialismo se jacta de escaparle a la grieta todos miran hacia Buenos Aires, donde las principales coaliciones nacionales profundizan sus disputas y desalientan cualquier expectativa de ordenamiento natural en las provincias.
Bajo ese escenario, en Río Negro ninguna baldosa parece firme y el riesgo de un paso en falso mantiene inmóviles a los partidos, a escasos tres días del plazo para inscribir alianzas y a menos de dos semanas de la definición de precandidaturas para las PASO.
Esa inmovilidad es también silencio. Y tan dominante, que originará situaciones inéditas, como la formalización de la alianza Juntos por el Cambio sin que las conducciones del PRO, la UCR y la CC-ARI se reúnan formalmente para debatir.
“No es una negociación, es un mandato”, resumió el viernes un dirigente de ese sector, para graficar la dimensión de la puesta en escena, para que Río Negro no sea tomado como el ejemplo nacional de las fracturas en la oposición.
El salvoconducto para Juntos por el Cambio aparece cuando mira la vereda contraria y encuentra al PJ rionegrino anclado en la pandemia, con reuniones internas a través de WhatsApp.
Es más fácil clavar el visto que responder cara a cara las preguntas incómodas de la minoría dentro del Consejo partidario.
Claro, también es más rudimentario y mantiene al peronismo lejos del mínimo de madurez que cualquier rionegrino le pediría a una fuerza política que se presente a pedir el voto para representarlo en el Congreso de la Nación.
El problema es que la conducción formal del PJ no tiene las respuestas que le piden. Sin definiciones para la madre de las batallas, para saber si habrá uno, dos o más precandidatos presidenciales por el Frente de Todos, no hay estrategia posible hacia abajo.
Sin embargo, el reloj sigue corriendo y la documentación para anotar alianzas ante la Justicia no puede firmarse por WhatsApp. Por eso será muy entretenida la reunión del martes, con unos y otros del PJ dentro de un mismo espacio, hablando del futuro, pero seguramente también del pasado reciente del partido.
Juntos Somos Río Negro, promotor del diálogo en abril, corre hoy con las pulsaciones a tope hacia la definición de candidaturas locales en Bariloche.
Pasado, presente y futuro también están en crisis dentro de Juntos Somos Río Negro, aunque en este caso salir indemne de la nebulosa nacional no es el principal desafío.
El oficialismo provincial vive por estas horas su cónclave en Bariloche, donde mañana a las 24 vencerá el plazo para la presentación de listas de candidatos para los comicios municipales de septiembre.
No había señales fuertes hasta ayer sobre un cambio en la posición del senador y gobernador electo, Alberto Weretilneck.
El también presidente del partido no quiere a la gobernadora Carreras como intendenta y si ella persiste en su idea, prefiere que no lo sea a través de Juntos Somos Río Negro.
La historia de la provincia tiene más de un ejemplo sobre proyectos políticos que se debilitaron por implosión antes que por acciones externas y Weretilneck no quiere sembrar tierra fértil para la cosecha de otros.
Claro que una definición en ese sentido provocará un quiebre mucho más allá de lo partidario y el control de daños requeriría una enorme pericia para alguien que gritó a los cuatro vientos que no iba a cogobernar ni pensaba interferir en las decisiones del Ejecutivo hasta el 10 de diciembre.
La magnitud del riesgo hizo que se reactive la idea de prorrogar la fecha del cierre de listas en la interna de JSRN.
Extraños tiempos para un partido que ganó las elecciones provinciales hablando de diálogo y construcción a partir las diferencias; y ahora corre con las pulsaciones a tope porque el poder político y el poder institucional no pueden sentarse a conversar.
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