Resentimiento y reconstrucción: el Estado y la actualidad de Hobbes
Pasiones y traumas motorizan una dinámica diferente entre sociedad y Estado. Los nuevos padres fundadores usan la distracción y la fragmentación social para rediseñarlo todo.
Viejos y nuevos fundamentos emocionales del Estado. 1. “Una vida solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”. Eso nos espera bajo la ley de la selva en el Estado de naturaleza. ¿Por qué debemos aceptar la existencia de un Estado de Derecho? Para evitar que el hombre sea “lobo del hombre” y que nuestra vida tenga un final tan horrible como inesperado. La ley debe proteger la vida, la libertad y la propiedad. Ese era el sentido común propuesto por Hobbes.
Entre provocación y realidad, Donald Trump es de nuevo un dolor de muelas internacional
El miedo es una fuente emotiva para la creación del artefacto protector que solíamos llamar Estado. Los fundamentos no racionales para defender su existencia han sido siempre tan o más importantes que los “puramente” racionales. Evitar la guerra civil era un argumento persuasivo. La opción entre orden o caos se traducía en vida o muerte.
Una idea que tenía una representación extraordinaria con la pintura de Abraham Bosse. En este 2025 que comienza la imagen y la propuesta sería otra. Quizás más parecida al Behemot (1668), otra figura mítica y otro libro de Hobbes en el que se documenta y comenta la guerra intestina (1642 a 1651) entre el Rey y el Parlamento inglés.
La relación emocional entre sociedad y Estado está hoy en ebullición, entrando en un nuevo ciclo de transformaciones globales. En semanas comienza la segunda presidencia de Donald Trump y sus reformas de Estado serán tan disruptivas como espectaculares. Impactarán en un sombrío año electoral en Europa y en especial, el mes próximo, en las elecciones anticipadas de Alemania con ecos históricos.
El trumpismo construyó una mitología social que incluye a la Constitución como objeto de reverencia a pesar que sus acciones de gobierno la contradicen. Ya la Corte Suprema de EEUU, apostando y aportando al cambio político, le concedió inmunidad presidencial limitada a Trump en julio pasado. Esas contradicciones y todos los descontentos no son un problema sino energía pura para esas bases sociales abandonadas por los demócratas. Resentimientos y traumas de una sociedad fragmentada, no el clásico temor racional y el autointerés, son las nuevas bases emocionales para un Estado a ser reformulado.
2. Los billonarios participan en la reconfiguración de lo estatal. Elon Musk despidió el año vetando un inofensivo proyecto de Ley, ya acordada por ambos partidos, a través de amenazas en su red social. Su aporte de 200 millones de dólares después de la victoria electoral le trajo beneficios por 200 billones.
Los dueños de las prisiones privadas esperan las deportaciones masivas. Dentro de las nuevas elites, Peter Thiel, propone repensar el orden monárquico en el Siglo XXI.
Al elegir al Estado, al inmigrante, a grupos raciales, como chivo expiatorio lo que hacen los nuevos populismos es invitar a la población a un rito comunitario, que incluye sacrificar y ser sacrificado simultáneamente, con una épica vitalista y festiva.
La violencia es parte de ese rito sagrado de purga y sacrificio. A otro nivel, esa violencia pedagógica, a veces performativa, a veces real, estaba presente en hechos anticipatorios como las cancelaciones y persecuciones progresistas, las censuras de las policía del pensamiento, los linchamientos de la virtud y otros procesos de psicosis colectiva, de acción de enjambre, donde se ataca a personas en grupo.
Tecnología, show, religión y odios sociales son potenciados como elementos estructurales de una nueva forma de hacer política. Estamos ante un nuevo juego político. Vamos hacia un mundo de libertades y garantías más débiles donde las mayorías se empobrecen gracias a una minoría que la seduce con distracciones autolesivas y espectaculares.
Se proyecta un Estado descentrado por corporaciones que disputan su rol regulador, recaudador, gendarme, creador de moneda y su autoridad en educación. La desaparición del Ministerio de Educación en EEUU será parte de una batalla cultural global.
Ante la ausencia de políticas de escucha y reconstrucción de lazos sociales por parte de los gobiernos democráticos, las políticas del resentimiento siguen expandiéndose y revitalizando la frase inicial de un Hobbes cada vez más actual.
* Abogado, Profesor de Derecho Constitucional y Estudios Críticos del Derecho.
Viejos y nuevos fundamentos emocionales del Estado. 1. “Una vida solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”. Eso nos espera bajo la ley de la selva en el Estado de naturaleza. ¿Por qué debemos aceptar la existencia de un Estado de Derecho? Para evitar que el hombre sea “lobo del hombre” y que nuestra vida tenga un final tan horrible como inesperado. La ley debe proteger la vida, la libertad y la propiedad. Ese era el sentido común propuesto por Hobbes.
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