Pecados políticos y pases de verano
“Se abrió la temporada de pases” celebraron voceros oficialistas después de los "saltos" de Espínola y del porteño Kravetz. Sin padrinos nacionales en 2023, Río Negro y Neuquén abrieron el calendario electoral, táctica copiada por el peronismo y que analiza por primera vez Axel Kicillof en Buenos Aires.
El pecado de reiterancia dejó fuera de la UCR a tres diputados que acompañaron los vetos de Javier Milei a la movilidad jubilatoria y al presupuesto universitario -Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat – mientras que el neuquino Pablo Cervi no fue sancionado. A diferencia de sus colegas Cervi hizo uso del derecho a defensa en una audiencia –junto a su abogado- justificó su cambio de voto y el apoyo al veto presidencial a la reforma jubilatoria. Habló frente a Gastón Manes (presidente de la Convención Nacional de la UCR); Ricardo Gil Lavedra (vicepresidente) y los ‘jueces’ Juan Pedro Tunessi, Alicia Tate y Ricardo Barrios Arrechea. En cambio los ya sancionados apelarán su expulsión sin arrepentirse porque cuentan con el aval de figuras fuertes como el gobernador mendocino Alfredo Cornejo. El trío castigado –más Cervi- recibe aliento de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que busca la confluencia de listas de candidatos en el 2025 e interviene tanto en terreno amarillo como entre los boina blanca. En un mar político en crisis, día a día se diluyen las plataformas partidarias.
Sin embargo para La Libertad Avanza el pecado capital es la deslealtad, no la sospecha de corrupción. El oficialismo no sólo intentó proteger al senador detenido Edgardo Kueider sino que Milei defendió a Cristian Ritondo, jefe del bloque de diputados del PRO a quien se reprocha no haber declarado propiedades en Miami, igual que tuvo Andrés Vázquez, titular de la DGI.
En soledad Victoria Villarruel enfrentó a Patricia Bullrich después de que se cayera el puente de negociación para recomponer relaciones post expulsión de Kueider. Fuentes del Senado aseguran que cierta información que recibió desató el enojo que plasmó en un tuit, donde atribuyó a la ministra de Seguridad responsabilidad por la detención en Venezuela del gendarme Nahuel Gallo. Cuando lo borró ya era tarde, había desnudado su malestar por no conducir Seguridad y Defensa. Sin eufemismos en La Rosada la tildaron de “mentirosa” por haber presidido la última sesión desconociendo que Milei se encontraba de viaje y la desafiaron a congelar aumentos de dietas en el Congreso. Al menos la Justicia le dio la razón y la liberó del incumplimiento del noveno mandamiento.
También quedó exonerada del armado electoral y de la mayoría de las negociaciones parlamentarias. Lo certificó Karina Milei al lanzar el equipo de campaña que actuará no sólo en Capital sino también en provincia de Buenos Aires. Milei avanza sin aliados, ni originarios como Ramiro Marra y cero ‘villarruelinos’.
En paralelo el asesor Santiago Caputo bendijo la nueva ola de pases. Después de una visita a su despacho, el peronista Carlos “Camau” Espínola blanqueó su intención de ser candidato a gobernador en Corrientes –categoría que se vota este 2025 – por un frente que lidere La Libertad Avanza. Trinaron por su “tración” en Unión por la Patria donde le piden –sin éxito- que devuelva la banca. “Se abrió la temporada de pases” celebraron voceros oficialistas después del salto de Espínola y de la mudanza del secretario de seguridad de la Ciudad, Diego Kravetz, a la Secretaría de Inteligencia de la Nación.
Por temor a un triunfo libertario en el bastión de Mauricio Macri, el ‘primo’ Jorge firmaría después de Navidad el decreto desdoblando las elecciones locales. También pedirá suspender las PASO. La misma preocupación sobre la polarización nacional comparten el resto de los jefes provinciales. Sin padrinos nacionales en 2023, Río Negro y Neuquén abrieron el calendario, una táctica copiada por el peronismo y que analiza por primera vez Axel Kicillof en Buenos Aires. Su mayor oposición son intendentes y legisladores de La Cámpora que lo dejaron sin presupuesto y no quieren dejarlo desdoblar. El kirchnerismo apuesta a la polarización entre Milei y Cristina.
El pecado de reiterancia dejó fuera de la UCR a tres diputados que acompañaron los vetos de Javier Milei a la movilidad jubilatoria y al presupuesto universitario -Mariano Campero, Martín Arjol y Luis Picat - mientras que el neuquino Pablo Cervi no fue sancionado. A diferencia de sus colegas Cervi hizo uso del derecho a defensa en una audiencia –junto a su abogado- justificó su cambio de voto y el apoyo al veto presidencial a la reforma jubilatoria. Habló frente a Gastón Manes (presidente de la Convención Nacional de la UCR); Ricardo Gil Lavedra (vicepresidente) y los ‘jueces’ Juan Pedro Tunessi, Alicia Tate y Ricardo Barrios Arrechea. En cambio los ya sancionados apelarán su expulsión sin arrepentirse porque cuentan con el aval de figuras fuertes como el gobernador mendocino Alfredo Cornejo. El trío castigado –más Cervi- recibe aliento de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que busca la confluencia de listas de candidatos en el 2025 e interviene tanto en terreno amarillo como entre los boina blanca. En un mar político en crisis, día a día se diluyen las plataformas partidarias.
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