Milei, con el ojo puesto en el 2025
En las elecciones de 2025, el presidente y Macri planean simular una competencia en varios distritos para obtener dos senadores por la mayoría y uno por la minoría. En el nuevo escenario de polarización, las fuerzas moderadas como el radicalismo o el Pro moderado corren el riesgo de ir hacia la intrascendencia.
El Gobierno de Javier Milei entró en una etapa de reordenamiento de cara a las elecciones de medio término del próximo año. Esta estrategia se puede ver en las últimas novedades de La Libertad Avanza.
Una constante desde que ganaron la elección es la depuración del espacio. Desde el envío al ostracismo del armador electoral Carlos Kikuchi hasta la última salida del jefe de bloque Oscar Zago, el Gobierno busca prepararse con hombres y mujeres más leales y con mayores condiciones políticas de cara a los desafíos que están por delante.
El traspié parlamentario con la ley ómnibus le enseñó a Milei que para gobernar no alcanza con la voluntad del Ejecutivo y comenzó a decir que los cambios profundos los podrá hacer en 2025 en un hipotético nuevo triunfo de “la sociedad contra la casta”. El movimiento más relevante en esta dirección fue la campaña de afiliación en la Ciudad de Buenos Aires que encabezó Karina Milei para crear un partido propio que le permita competir el año que viene y no depender de otros sellos. En Argentina, cualquier ciudadano puede presentarse a una elección, pero necesita siempre un partido político detrás.
Javier Milei conformó la alianza La Libertad Avanza porque sumó diferentes partidos que le dieron el sustento jurídico para poder participar.
Ahora, con mayor popularidad y desde el poder que da la presidencia, se embarca en un armado partidario propio. Pero esta búsqueda no solo tendría como fin la autonomía política, sino que habría otros intereses más ambiciosos pare el futuro Congreso. El año que viene la Ciudad de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Salta, Santiago del Estero, Chaco, Entre Ríos y Tierra del Fuego renuevan sus bancas en el Senado y la búsqueda del Gobierno, junto con el PRO, será de conseguir los tres senadores de cada distrito. Lejos de una alianza, Milei y Macri planean simular una competencia para obtener dos senadores por la mayoría y uno por la minoría.
De esa manera, conseguir las leyes en la Cámara Alta será menos traumático que hoy. Para muestra solo basta un botón: los representantes de la CABA en el Senado hoy son Martín Lousteau y Guadalupe Tagliaferri por Juntos Por el Cambio (la mayoría) y Mariano Recalde por el kirchnerismo (la minoría). En el Gobierno sueñan con arrebatarle la banca de la minoría al kirchnerismo.
Por otro lado, frente a este nuevo escenario de polarización entre Milei y Cristina Kirchner, las fuerzas moderadas como el radicalismo van camino a un lugar de intrascendencia peligroso, porque desde el Gobierno entienden que la demanda de una opción opositora solo proviene de los votantes kirchneristas, por lo tanto, los esfuerzos por diferenciarse de Milei de radicales como Martín Lousteau o del PRO como Horacio Rodríguez Larreta pueden llevar a la derrota.
Tal vez en un escenario de largo plazo, sus discursos tengan éxito, pero habrá que ver si sucede en 2027 o dentro de 10 años. Todos los ciclos se agotan y en algún momento el modelo mileísta se agotará, pero hoy la demanda es más Milei y no menos. Los distritos donde más riesgo corre la UCR son Chaco, Entre Ríos y Tierra del Fuego.
En Río Negro, la diputada Lorena Villaverde busca imitar a Karina Milei y también se puso al hombro la campaña local de afiliación para armar La Libertad Avanza con la cabeza puesta en las elecciones de medio término.
En este escenario, el peronismo también está en problemas, porque la figura más convocante de Unión por la Patria sigue siendo Cristina Kirchner, una tranquilidad para muchos militantes, pero un problema para quienes piensan en la renovación, porque hoy no hay un heredero claro. ¿Es Máximo Kirchner o Axel Kicillof? ¿Y Sergio Massa? A esto se le deben sumar las posibles vertientes que vayan surgiendo de las internas. El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que renunció a la vicepresidencia del Instituto Patria está enfocado en construir un kirchnerismo sin Máximo Kirchner, tal vez pensando en una posible candidatura propia a gobernador en 2027. Nadie da puntada sin hilo.
Comentarios