Massa, el emepenista
El MPN tiene por delante una elección “difícil” y encontró una conveniencia recíproca en la sintonía con el presidenciable de Unión por la Patria. No hubo ninguna mención del Gobierno a la estafa con planes sociales por las que esta semana se imputó a uno de sus exministros.
Cuando converge, el MPN mueve”, dijo esta semana un alto referente del partido sobre la numerosa presencia de dirigentes que hubo el miércoles en el acto que encabezó Sergio Massa en Plottier. Hay insistencia con despegar un apoyo explícito del gobernador Omar Gutiérrez al candidato de Unión por la Patria, pero admiten que la decisión de que Sandro Badilla, el postulante que llevan en la categoría de diputados, participe de la movilización es “una pata de la estrategia del MPN para esta elección”. Pronto se conocerán otras.
El país que va quedando tras la campaña
El candidato hasta participó de la cena privada con Massa en un restaurante de Centenario al que asistió solo un puñado de referentes provinciales, entre ellos Gutiérrez, el gobernador electo Rolando Figueroa y el intendente Mariano Gaido. El partido tiene por delante una elección “difícil” y encontró una conveniencia recíproca en la sintonía con el presidenciable.
En el acto que se hizo en Olivia hubo mucha presencia de intendentes, algunos más entusiasmados que otros. El más jugado fue el de la capital, que se animó a subir al escenario a su propio riesgo, mientras varios le sugerían que no fuera. “En la vida uno no puede hacer especulaciones”, justificó Gaido sobre su decisión de apoyar abiertamente a Massa.
Al intendente lo invitó primero el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, con quien tiene buen vínculo. Se le propuso llevar gente propia y cumplió: varios de sus funcionarios municipales estuvieron en el predio.
El propio Massa también le insistió el martes a la noche, durante la cena que compartieron al finalizar la agenda oficial. “Quiero que subas conmigo”, le pidió el tigrense y Gaido también cumplió. El miércoles llegaron juntos en la camioneta que los dejó a metros del escenario y subió junto a la comitiva.
No tuvieron la misma suerte los referentes del PJ local como Darío Martínez y Pablo Todero, el candidato a diputado de Unión por la Patria, quienes no pasaron el filtro de las invitaciones.
El multifacético armado que acompañó a Massa buscó mostrar una de las principales prédicas del candidato en las últimas semanas: un gobierno de unidad nacional más amplio que la coalición que lo propone como presidente. Sumar otros partidos, sumar otros sectores, pensar diez políticas de Estado y aferrarse a ellas sin importar de dónde viene cada uno, según dijo esta semana en la provincia.
Tiene mucho de parecido a lo que propuso Figueroa, un amigo y un aliado en la agenda que desplegó el ministro de Economía esta semana en Neuquén. Fun fact: el que probablemente haya sido al acto de campaña más numeroso convocado por un candidato peronista en la provincia fue justamente el que prescindió de la estructura del partido para organizarlo. Acaso el MPN, con sus múltiples desprendimientos, desde internos hasta sindicales, sigue siendo su principal exponente.
Lo que dejó Massa para el gobierno de la provincia, en su función de ministro, fue financiamiento para obras y un Aporte del Tesoro Nacional (ATN) de 600 millones de pesos que Gutiérrez dijo que repartiría con los municipios. También un desembolso de la Anses para cubrir parte del déficit jubilatorio del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN) al que Massa prometió defender como si fuera un emepenista más.
Por su ministerio también pasaron las autorizaciones que necesita Neuquén para salir a tomar la deuda de hasta 150 millones de dólares que le habilitó la Legislatura el mes pasado. Hay confianza en el gobierno de Gutiérrez en salir con esa colocación en la semana del 9 al 12 para “stockearse” los dólares antes de las elecciones presidenciales.
Eso y la presentación del presupuesto 2024 es lo que mantendrá ocupado al gobierno de Gutiérrez en las próximas dos semanas. Pero ninguna mención a la estafa con planes sociales por las que esta semana se imputó a uno de sus exministros como cabecilla de la banda que se quedaba con el dinero de los más pobres.
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