Manuel Belgrano, jefe de Patricios

Tras el férreo rechazo de la primera Invasión Inglesa al Río de la Plata en 1806, logrado merced a la valiente actitud asumida por el pueblo de Buenos Aires, episodios recordados bajo el nombre de la “Reconquista de Buenos Aires”, uno de los jefes militares locales, el francés Santiago de Liniers, al servicio de la Corona Española, convocó a los vecinos de Buenos Aires a incorporarse a la milicia naciendo así, el 15 de setiembre de 1806 la llamada “Legión de Patricios Voluntarios Urbanos de Buenos Aires”, cuerpo conformado por hombres de las más diversas actividades y condición, bajo el patronato de San Martín de Tours y con un blasón con la cruz de San Andrés.

Fueron sus mismos integrantes quienes tuvieron el deber de elegir sus jefes, por lo que ese mismo día se llevó a cabo una votación en la que los pares eligieron al comerciante altoperuano Cornelio Judas Tadeo de Saavedra como Jefe, a quien acompañaron como segundos los comerciantes nativos Esteban Romero y José Domingo Pantaleón Urien.

Estos últimos fueron confirmados en sus cargos al día siguiente en ceremonia celebrada en el patio del Fuerte presidida por Santiago de Liniers.

Destacaba en su seno un Sargento Mayor de nombre Manuel Belgrano, quien, ya en 1797 había sido nombrado Capitán de las Milicias Urbanas, por el Virrey Pedro de Melo de Portugal y Villena, junto con otros hombres que trascenderían por su obra al servicio de la Nación tales como Manuel Medrano, Feliciano Antonio de Chiclana, Eustoquio Díaz Vélez, Manuel Augusto Montes de Oca, Francisco Pico, Gregorio Ignacio Perdriel, Juan José Viamonte y Vicente López y Planes, entre otros.

El cuerpo tuvo su bautismo de fuego el 5 de julio de 1807, cuando, en oportunidad de la segunda invasión inglesa, lucharon eficazmente por la defensa de Buenos Aires logrando una histórica victoria sobre las tropas británicas de Whitelocke; fue tal el valor y la valentía de nuestros hombres que el teniente coronel enemigo Kingston, a punto de morir pidió ser sepultado en el Cuartel de los Patricios, “para descansar entre valientes”.

La Legión tuvo activa presencia en el sector criollo en las jornadas de Mayo de 1810.

El 29 de mayo de 1810, la Primera Junta dispuso la creación de los primeros Regimientos de Infantería de Línea y a partir de allí Patricios estuvo presente en las luchas por la reafirmación de los ideales de mayo y en las luchas nacionales por la Independencia.

El 20 de junio de 1811 se produce el combate de Huaqui en cercanías de La Paz, en que la denominada Primera Expedición Auxiliadora al Alto Perú es derrotada por el Ejército Real asentado en el Perú, comprometiendo severamente los intereses patrios, por lo que Saavedra es encomendado a partir al norte, saliendo de la ciudad del puerto en agosto de 1811.

Ante ello, Manuel Belgrano -con el grado de coronel- es puesto al frente del Regimiento de Patricios, cargo en el que asume el 13 de noviembre de 1811, generando rispideces y resistencias por parte de los hombres del cuerpo, fundadas en la interna de la Junta de Gobierno, lo que desemboca con el trágico “Motín de las Trenzas” del 5 y 6 de diciembre de 1811, que derivó en el ajusticiamiento de 10 oficiales del cuerpo y la reafirmación de Belgrano en el mando.

En enero de 1812 fue enviado a proteger las costas del Paraná de los españoles. Allí, en costas de la hoy ciudad de Rosario -frente al actual monumento a la Bandera- el 27 de febrero de 1812 enarboló por primera vez la bandera nacional y la hizo jurar a sus soldados, es decir: pocos días después del Combate de San Lorenzo que también tuviera a las aguas del Paraná como testigo.

Fue ésa su ultima acción al frente de Patricios, ya que luego fue designado Jefe del Ejército del Norte, destino al que partió de inmediato.

Hasta acá, otro episodio de la vida de nuestro prócer, en este caso en la faz militar, en el que destacó su compromiso y sacrificio con los altos intereses de nuestra Patria.

Miembro del Instituto Nacional Belgraniano. Miembro de numero de la Junta de Estudios Históricos del Neuquén.