Los recortes y las negociaciones
El corte de partidas nacionales complica más a Río Negro. La negociación de salarios que se viene con sumas fijas y el enojo de Weretilneck por los porcentajes de Viedma
Nación sostiene la suspensión de las transferencias y Río Negro acentúa la inestabilidad para el sostenimiento de sus servicios.
La controversia entre las provincias y el gobierno de Javier Milei reafirma el cuadro de crisis general que aliviana a la gestión rionegrina del costo de los aprietos por venir.
Río Negro reabre la negociación salarial y tiene una primera prioridad
La última semana, el gobernador Alberto Weretilneck y sus funcionarios alertaron de los perjuicios si persisten esos cortes de recursos. Por caso, Río Negro preveía envíos nacionales en el 2024 por el financiamiento Educativo de 71.000 millones para obras, comedores y transporte. Esa cantidad se asemeja a dos masas salariales del Estado. Evidente problema.
Río Negro plantea su versión beligerante pero Weretilneck sabe que llegará el momento del diálogo.
“Yo no prometí nada. Cumplí con lo que dije”, transmite cuando llegan reclamos desde Nación. La mayor virulencia verbal recae en el vicegobernador Pedro Pesatti, que lo hace deseoso.
El mandatario, en principio, aguarda y, por eso, no irá este martes a Salta cuanto su par aliado del bloque federal, el salteño Gustavo Sáenz reciba, con otros gobernadores, al ministro del Interior, Guillermo Francos, marcando un impasse en la confrontación post-fracaso de la Ley Ómnibus.
Semejante meneo nacional encoge el trastorno rionegrino.
Paritarias 2024
Río Negro programó el inicio de las clases para el 11 de marzo. El comienzo más tardío, el cual, llegará dos semanas después de las aperturas en la mayoría del país. Así, se lo planeó para que Educación tenga más tiempo para preparar a sus escuelas pero, ahora, ofrece la ventaja que serán otras provincias las que harán punta en afrontar y solucionar conflictos.
Río Negro retomará el viernes su negociación salarial para marzo. El diseño ideado se asentará en sumas fijas (tal vez, con algunos porcentajes), coincidiendo con la prioridad de ATE de mejorar los ingresos más bajos. “El faro debe ser la línea de pobreza”, declaró su líder Rodolfo Aguiar en una entrevista publicada ayer en RÍO NEGRO. Vale repasar números: la última canasta básica se calculó en 597 mil pesos mientras que los mínimos estatales van de 330 mil a 347 mil pesos.
El sistema de subas fijas nunca entusiasma a UPCN y, por eso, pide complementarlo -como ocurrió con los bonos- con una escala de montos. En su reciente encuentro, Juan Carlos Scalesi arrimó otra demanda al gobernador: la actualización de los valores del pago por “apoyo escolar”, que se abona en marzo.
Unter confía en una oferta porcentual, pero hay consciencia que sería una rareza.
Las finanzas fijan límites y Weretilneck implantó el criterio de apartar todo parámetro inflacionario de la discusión gremial. Pidió igual norma a sus intendentes, pero tuvo sus enfados.
Roca, con su evaluación, abonó 6% en enero del último pacto del 2023 y negocia para un próximo trimestre. Bariloche pagará 55.000 pesos en los haberes de este mes. Entre los propios, Regina otorgó 60.000 pesos; Cipolletti acordó un 21% para el bimestre pero Viedma concedió un 25% para febrero, como la inflación de diciembre, y eso se acumula al 9,3% de enero, producto del acuerdo del 2023.
En concreto, esos agentes capitalinos percibirán un 36,6% más en el bimestre cuando sus pares de la Provincia no tienen mejoras desde haberes de noviembre, salvo los bonos extraordinarios. Por eso, el enojo de Weretilneck con el intendente Marcos Castro y así se lo transmitió a Pesatti como su jefe político.
Llegan, además, las exigencias del plan Castello. En marzo vence -con una gracia de 30 días- una cuota de 46 millones de dólares. En los últimos días, el ministro Gabriel Sánchez se sumergió en Buenos Aires en gestiones por su renegociación. No hubo avances y, además, en la encrucijada, las dos primeras provincias que afrontaron vencimientos marcaron el camino posible. Entre Ríos pagó, con un préstamo bancario, y Chaco, esta semana, lo hizo con un adelanto de coparticipación de la Nación.
Otra imposición de recursos para estrechar más aún al Estado rionegrino.
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