Las debilitadas “fuerzas del cielo”

Todo menos sorpresa puede generar el escándalo de las fichas de adhesión truchas que sacudió esta semana el ambiente político rionegrino. 

Una provincia donde en menos de cuatro meses emergen dos casos similares de irregularidades en el proceso de reconocimiento judicial a un partido muestra claramente la corrosión que invade a su sistema de representación.   

Ahora bien, hay rasgos distintivos dentro esta nueva fase de deterioro en la calidad institucional.  

Uno de los más relevantes: la fragilidad de convicciones no aparece desde las fuerzas tradicionales. 

Esta vez no se trata de quienes el año pasado pagaron el precio del hartazgo ante el elenco estable de la política. 

Paradójicamente, esta vez se trata de los que llegaron enarbolados por la bandera del cambio de época, del destierro para la casta. Son ellos los que deberán dar explicaciones sobre las prácticas amañadas que brotan a su alrededor.    

Las reacciones de esta semana también pintan ese cuadro que, antes que disruptivo, es bien parecido a lo visto desde hace décadas en la provincia y el país. 

“No todo lo que pasa es como lo cuentan los medios”, escribió la diputada Lorena Villaverde en las horas previas a la audiencia del viernes, en la que tres partidos reclamaron que se declare la nulidad de todo el trámite impulsado para el reconocimiento de La Libertad Avanza en el distrito Río Negro. 

Villaverde, que volvió esta semana a enviar mensajes destemplados a periodistas, no hace foco en lo verdaderamente importante sobre los hechos recientes. 

No será la prensa, sino el fiscal subrogante de Viedma, Marcos Escandell, quien le formulará a ella y a su equipo las preguntas determinantes para el destino del partido. Vale la acotación: a su equipo actual, que es bien diferente al que la rodeaba el año pasado, cuando ganó la banca en el Congreso. 

Falencias de gestión cada vez más notorias

Las peripecias de la diputada y de su entorno serían cercanas a una anécdota si no se tratara de un partido y de dirigentes con las responsabilidades que tiene La Libertad Avanza. 

El problema es que el tiempo que insume a los libertarios la estrategia para salir airosos ante la Justicia es tiempo perdido para los rionegrinos que demandan respuestas al Estado. 

Haber llegado a los seis meses de gestión con apenas el 10% de las delegaciones nacionales con nuevos funcionarios a cargo, sin contar el traspié en PAMI y la lupa puesta ahora sobre los flamantes titulares de Anses en Bariloche y en Choele Choel, ya evidencia las dificultades para gestionar el Estado.  

Si a eso se suma el tiempo descontado por la actividad partidaria (no hay que olvidar, por ejemplo, que el apoderado del partido es jefe de Anses en Roca), las “fuerzas del cielo” aparecen bastante debilitadas en la provincia. 

Villaverde no lo dirá públicamente, pero admite implícitamente que deberá redoblar esfuerzos para salir hacia delante ante esta tormenta. 

Por eso prepara una serie de anuncios para esta próxima semana, relacionados con la obra pública nacional en la provincia. 

Esa estrategia incluye gestiones del titular de Vialidad Nacional en Río Negro, Enzo Fullone, relacionados con la Ruta 22. Hay reuniones previstas con las autoridades nacionales del organismo, con directivos de empresas que ganaron las licitaciones luego “neutralizadas” y también se prevén contactos con intendentes, empezando por las ciudades más afectadas por el congelamiento de los trabajos. 

Existe ahí otro interés, más allá de la presión que aumentó esta semana por el siniestro fatal en la zona de Fernández Oro, donde hay un desvío mal señalizado. 

El oficialismo nacional sabe que no sacar crédito ahora sobre esas obras significaría regalar terreno a Juntos Somos Río Negro, para que presente esas revitalizaciones como una consecuencia del voto favorable a la Ley Bases.